La ONU ha lanzado un mensaje de SOS a todos los países del mundo ante el que parece imparable ascenso de la ultraderecha y el neonazismo en los cinco continentes. Ideologías que parecían definitivamente derrotadas tras las Segunda Guerra Mundial retornan hoy con nuevos bríos, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en la Asamblea General de Naciones Unidas. No hay más que echar un vistazo a los mapas políticos que configuran los Parlamentos en países democráticos occidentales (y por supuesto a los estados fallidos del Tercer Mundo) para confirmar que el mensaje ultra está seduciendo a la humanidad como ya lo hiciera en los años 30 del pasado siglo. Trump en Estados Unidos, Le Pen en Francia, Salvini en Italia o Bolsonaro en Brasil, sin olvidar la gravedad de lo que está sucediendo en otros lugares como Hungría, Polonia, Alemania o los países escandinavos –donde los partidos xenófobos ya gobiernan con amplias cuotas de poder–, son buena muestra de ello. El nacionalismo exacerbado y el discurso xenófobo se imponen y Naciones Unidas advierte de que es hora de actuar.
La ONU considera que para intervenir con eficacia contra estos movimientos intolerantes es preciso “crear una conciencia” social sobre el sufrimiento de las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia, las formas conexas de intolerancia, el machismo, el supremacismo económico, la esclavitud y la trata transatlántica de esclavos.
Naciones Unidas recuerda el “Estatuto de Nuremberg y la sentencia del tribunal que reconoció como criminales y genocidas, entre otros, a los líderes nazis, a las SS y a sus partes constitutivas, incluida la Waffen-SS”, por haber tomado parte sus miembros y oficiales en crímenes de lesa humanidad en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. La ONU asegura que los horrores de la contienda que tuvo lugar entre 1940 y 1945 no se deben repetir jamás. “La victoria contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial debe servir para prevenir otras guerras en el futuro y a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”. Para Naciones Unidas el neonazismo es algo más que la “mera glorificación” de un movimiento del pasado; es un fenómeno contemporáneo con fuertes intereses en la desigualdad que ha centrado sus esfuerzos en obtener un apoyo amplio para sus falsas afirmaciones de superioridad racial.
En ese punto el documento firmado por ONU recuerda que se deben cumplir las disposiciones adoptadas en el programa de Acción de Durban, aprobado por la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia. La Asamblea General se muestra alarmada por la propagación en buena parte del mundo de partidos políticos, movimientos, ideologías, grupos extremistas de carácter racista o xenófobo, incluidos los grupos neonazis de cabezas rapadas, por el hecho de que esta tendencia ha dado lugar a la aplicación de medidas políticas discriminatorias a nivel local o nacional.
“Observando con preocupación que, incluso cuando los neonazis no participan formalmente en el gobierno, la presencia en él de ideólogos de extrema derecha puede tener el efecto de inyectar en la gobernanza el discurso político, las mismas ideologías que hacen que el neonazismo sea tan peligroso”, asegura el documento emitido por Naciones Unidas.
La Asamblea General se muestra alarmada por las letras de canciones, los videojuegos que propugnan el odio racial e incitan a la discriminación, la hostilidad o la violencia, y porque los grupos que propagan la xenofobia “se valen de las plataformas en internet para planificar, recaudar fondos, hacer circular información sobre actividades públicas, como mítines, manifestaciones, actos de violencia encaminados a promover el racismo y las formas conexas de intolerancia”.
Además, la ONU también se muestra “gravemente preocupada” porque los grupos neonazis centren cada vez más sus esfuerzos de captación en personas vulnerables, principalmente niños y jóvenes, mediante sitios web diseñados específicamente para adoctrinarlos. El avance del nazismo en todo el mundo preocupa por todas las manifestaciones recientes de violencia y terrorismo incitadas por el nacionalismo violento, el racismo, el antisemitismo, la islamofobia, la afrofobia, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, “entre otras, las ocurridas durante acontecimientos deportivos”.
Reconociendo con profunda preocupación “el alarmante aumento de los casos de discriminación, intolerancia , violencia extremista motivados por el antisemitismo, la islamofobia, la cristianofobia, los prejuicios contra personas de otro origen étnico u otras religiones o creencias”, y observando que la diversidad de las normas nacionales que prohíben el discurso del odio puede dar cobijo al discurso neonazi, nacionalista violento, xenófobo o racista debido a que muchos neonazis y grupos extremistas actúan a nivel transnacional “por medio de los proveedores de servicios de internet”, la ONU insta a los gobiernos de todo el mundo a que pongan los medios necesarios para reprimir este tipo de ideologías de nuevo cuño.
Según la ONU, los grupos neonazis y de ultraderecha que incitan al odio utilizan las tecnologías digitales para difundir su ideología, pese a que reconoce que las redes sociales son “de gran importancia” para el disfrute de los derechos humanos, la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las “formas conexas de intolerancia”.