La derecha extrema es capaz de todo, incluso de apropiarse de la simbología y el vocabulario de las luchas de base. Ya empiezan a hablar de violencia machista en vez de género. Hablan de clase media-trabajadora (que se sabe no existe en sí salvo lo aspiracional). Y ahora roban la simbología en su batalla contra el gobierno del PSOE al movimiento contra los desahucios. No les importa robar a la Plataforma Antidesahucios (PAH) justo para intentar desahuciar políticamente a Pedro Sánchez. En Ciudadanos todo vale incluso pisotear los derechos fundamentales al quitarles sus símbolos de lucha.
Todo lo que sirva para “detener la plaga del sanchismo” que repite día a día Albert Rivera en sus visitas andaluzas o en los medios de comunicación que le invitan a café o a charlar por el mero hecho de ser él y de ser el mandado del establishment. No le duele a la gente de Ciudadanos esa terrible epidemia que nos han deparado sus amigos de la clase dominante. No les duele, casi no dicen nada en sus redes sociales, que una mujer de 65 años se tenga que suicidar porque la echaban de la casa donde vivía porque ya no podía pagarla. Eso les da igual y por ello utilizan la simbología, fíjense en las fuertes similitudes gráficas, de la lucha contra los desahucios de españoles y españolas sin importarles.
Intentan de esta forma utilizar un símbolo que se ha hecho positivo (por la lucha de la PAH) para atacar al gobierno. Si la señal de Stop no hubiese sido utilizada por los movimientos sociales como lucha contra el austericidio y el expolio de la fracción financiera, tendría más connotaciones negativas. Está todo pensado en Ciudadanos, para esto no son tan estúpidos como parecen. Una vez que el símbolo es positivo se lo apropian desgajándolo de su metarrelato de lucha limpia y justa para usarlo para sus perversiones políticas. Quitan el desahucio para atacar al presidente del Gobierno que al ser del PSOE, rojo y blanco, el símbolo/señal coincide y no es el naranja chillón del partido. Se intenta trasladar sus propias aspiraciones como algo que es social y de todos al robarse el símbolo de la PAH.
No sólo va por España inoculando el odio en las personas contra los catalanes y catalanas, porque al fin y al cabo, por falta de una buena información que no ofrecen, se acaba señalando a todo el pueblo catalán. No sólo se han apuntado a lanzar el odio sobre el pueblo vasco (ahora está con el cuponazo vasco). No sólo recurren constantemente los bulos y mentiras de todo tipo. No sólo tienen el apoyo de todos los medios de comunicación, sí todos por acción u omisión. Sino que se atreven en su indignidad a robar el símbolo de las protestas de los de abajo. De la clase trabajadora. Como hiciera el fascismo en el siglo XX se apropian del lenguaje y algunos de sus símbolos para atraer incautamente a las personas a su redil sectario y vendido al establishment.
No tienen conciencia social, ni estómago con las personas que están sufriendo la lacra de este país. Claro como los españoles y españolas que ven se vislumbran en su imaginación eso de los desahucios y los suicidios no es de españoles y españolas, eso es Venezuela. No se han preocupado ni por los suicidios en la Guardia Civil y eso que tienen a sus camisas pardas con Jusapol. Una vez más Albert Rivera pisotea los derechos de las personas decentes para sus fines propios. Quiere echar a Pedro Sánchez como sea y por ello se apropia de todo lo que haga falta. Bien visto está en política para que las empresas se apropien de hospitales, residencias, escuelas, universidades y demás espacio público que es lo que realmente defiende, así que apropiarse de símbolos es casi peccata minuta.