La Junta Única de Resolución (JUR) ha reconocido en un documento que «no está en posesión de ningún documento» en el que se consultara a Emilio Saracho por las alternativas. Por tanto, el presidente de la entidad ocultó la información de las ofertas de ampliación de capital a las que, según él, no había hecho caso —a pesar de que se mantuvieron conversaciones con Deutsche Bank, tal y como demostramos en Diario16 con los correos cruzados entre directivos y presidentes de ambos bancos—. Sin embargo, no fue sólo la entidad alemana, sino que Saracho disponía de, al menos, otras dos: Barclays y Credit Suisse. Por otro lado, también existían propuestas de venta de activos no estratégicos como WiZink o TotalBank.
La existencia de ofertas privadas y la no información de las mismas incumple de manera flagrante el Mecanismo Único de Resolución.
Como decimos, Saracho estaba obligado a informar a Europa de la existencia de propuestas del sector privado antes de declarar el estado FOLTF (fail or likely to fail) y, en vez de hacerlo para paralizar el proceso de resolución iniciado el día 3 de junio con el FROB, ocultó eso a Europa. El plan que determinaron para el Proyecto Hipócrates no podía ser frenado.
Por tanto, la ocultación de esta información sobre las alternativas por parte del sector privado supone una nueva causa de nulidad de la resolución y, por lo tanto, de toda la operación, porque dichas propuestas no eran «ofertas comerciales» como afirmó Saracho en el Congreso de los Diputados, sino que se trataron de proposiciones formales por parte de los principales bancos de inversión para acometer una ampliación de capital o de entidades financieras internacionales para la venta de WiZink o TotalBank.
A esto hay que unir, entre otras cosas, la nulidad de la venta al Santander por realizarse fuera de plazo, ya que, según las comunicaciones del FROB, la apertura del sobre del Santander se produjo a las 3.27 de la madrugada del día 7 de junio, es decir, 2 horas y media después de la hora en la que el propio FROB indicaba que debía comunicarse el ganador de la subasta, es decir, que el FROB tenía una hora para analizar y seleccionar al ganador antes de la 1.00 de la madrugada.