Vox es un partido homófobo, xenófobo y machista. Desprecian la diversidad (humana y cultural), la igualdad y el feminismo. Las frases del candidato al Parlamento de Andalucía, Francisco Serrano, son la prueba de ello. Los mensajes hechos públicos en los últimos días por sus principales líderes, Santiago Abascal y Javier Ortega Smith, son una buena muestra de que no conocen, ni quieren conocer, el civilizado concepto del contrincante político. Vox pretende aniquilar todo lo que no sea simbiótico con su ideología. Todo ello teniendo en cuenta un hecho muy importante: están ascendiendo a través de los canales democráticos, no por medio de golpes violentos…, de momento. Con ello, al igual que hizo Hitler, logran la legitimidad electoral de cara a intentar imponer sus medidas estrellas.
Adolf Hitler llegó a afirmar que el éxito de la filosofía está en su conciencia de combate
Esta forma de entender la política la pudimos ver en los planteamientos de Adolf Hitler cuando afirmó que el éxito de una filosofía está en su conciencia de combate. Para combatir contra alguien tiene que haber un enemigo y, por ello, el feminismo, principalmente, debe estar muy alerta para reaccionar ante lo que se supone va a ser una andanada constante desde el partido ultra fascista. El propio Abascal afirmó que «la política es la guerra».
Ya están intentando crear la duda en el pueblo respecto a las políticas de género y de protección contra la violencia machista. Lo pudimos comprobar en las declaraciones que hizo Javier Ortega Smith en la Cadena Ser donde llegó, incluso, a afirmar que «los datos de hombres que mueren a manos de mujeres se ocultan, porque no interesa», o a denominar a las feministas «feminazis» dado que en su programa electoral se encuentra la promesa de ilegalizar las organizaciones feministas. Este ataque al feminismo hay que enmarcarlo en otra frase de Adolf Hitler que es muy clara al respecto, no porque se refiriera a las mujeres, sino por los métodos de imposición ideológica: «El arte de todos los grandes conductores de pueblos, en todas las épocas, consiste, en primer lugar, en no dispersar la atención de un pueblo y sí en concentrarla contra un único adversario. Cuanto más concentrada esté la voluntad combativa de un pueblo, tanto mayor será la atracción magnética de un Movimiento y más formidable el ímpetu del golpe».
Vox pretende ilegalizar a las organizaciones feministas
Como se puede ver es exactamente lo que está haciendo Vox: focalizar sus ataques en fenómenos individuales para captar a votantes y adeptos que se sientan amenazados por esos enemigos imaginarios. Los machistas votarán a Vox por su ataque al feminismo; los parados porque se creerán la propaganda contra la migración y el empleo; los que se autodenominan patriotas por su violencia contra el independentismo catalán; etc.
Por todo ello, el feminismo debe estar alerta. La revolución de la mujer está en serio peligro con el ascenso de Vox. Otra frase de Hitler muestra las intenciones reales del partido de Santiago Abascal: «La gran mayoría del pueblo es, por naturaleza y criterio, de índole tan femenina, que su modo de pensar y obrar se subordina más a la sensibilidad anímica que a la reflexión». Ven a la mujer como algo inferior y, por lo tanto, esa es su mayor debilidad.
El feminismo debe estar preparado para el combate pero, si no lo plantea como un movimiento estratégico de una única dirección, será muy difícil que el mensaje cale en la gente. En España ha llegado el momento de dejar las diferencias de criterio y opinión para crear un frente común. Basta ya de abolicionistas o legalistas, basta ya diferencias sobre la maternidad subrogada, basta ya de igualitarias o supremacistas. Basta, aunque parecía que el momento de la reflexión había llegado, la realidad es que lo prioritario es la unificación de criterios basados en el respeto de los derechos humanos, de la lucha por la igualdad real para crear un blindaje legal ante las propuestas que Vox quiere llevar a las instituciones.
La ideología feminista deberá estar muy alerta para reaccionar democráticamente desde su política de igualdad y coherencia contra esos pensamientos hitlerianos de Vox
Las leyes de violencia de género, el pacto de Estado, de igualdad, etc. se lograron a través del consenso entre los gobiernos y las asociaciones feministas. Eso no se puede perder porque hay demasiado en juego. Una duda puede generar la pérdida de todo lo ganado. El partido ultra fascista sabe bien manejar la propaganda porque juegan constantemente con el sentimiento de buena parte del pueblo. Utilizan las mismas estrategias que ya se utilizaron en los años treinta del siglo XX pero con un manejo impecable de las nuevas tecnologías, del big data, de las redes sociales, de la mensajería, de los bots. Eso es lo que les permite hacer llegar su mensaje a tanta gente en apenas segundos y la repetición constante de las mismas consignas provoca que su filosofía destructiva cale.
El combate contra el feminismo ya se ha iniciado. Ha sido el primero de los enemigos de Vox al que han sacado al debate de la opinión pública. Ahora las feministas, las y los luchadores por la igualdad debemos plantar cara y ganar, porque la razón está de nuestra parte.