Llama la atención poderosamente que el Acta del 6 de junio sea parcial. En el entendimiento de los expertos, no cabe un Acta Parcial, sino una reproducción parcial de un Acta. En ésta ni se concretan las deliberaciones, ni se sabe si responde a lo realmente tratado. El diario económico Cinco Días del 18 de mayo decía «que diversos consejeros consultados se contradecían sobre si el Consejo había debatido sobre la solvencia, negándolo alguno de ellos, diciendo que sólo se había debatido sobre la liquidez y la declaración de inviabilidad». Resulta curioso que las menciones a posibles revisiones de valor de los activos no aparezcan antes en las Actas de los Consejos y que no se acompañen de ningún documento externo que las justifique.
Pues bien, en esa acta del 6 de junio se declara la inviabilidad. Al analizar la situación del banco que lleva a adoptar esta decisión se subraya que el 18 de mayo el consejo comunicó al BCE el incumplimiento de la ratio LCR –por cierto, y que con las medidas en marcha se solucionaría el incumplimiento antes de fin de mes- y de las medidas para retomar el cumplimiento y manifiesta que desde entonces se ha agravado hasta hacerse insostenible.
Saracho asegura que desde el 1 de mayo hasta el día 5 de junio han salido 10.977 millones de euros y en solo un día 2.984 millones. Es muy curioso porque la mayor parte de los fondos habían salido ya del Banco el 29 de mayo, y como hemos podido ver en el del acta de ese día, nada se reflejó de esa situación angustiosa, sólo una referencia al cabreo de Saracho con el BCE.
Informa de que el día anterior, día 5, se solicita la ELA por importe de 9.500 millones de euros de los que solo se puede disponer de 3.500 millones de euros. Es increíble que esa solicitud no se haya hecho antes, que no se haya comunicado a los mercados en sentido positivo para mitigar la desconfianza de la clientela y que los gestores del Banco no se merezcan crédito para aguantar sólo unos días más, según indicó en su carta del 5 de junio, el día anterior, a Nouy, en la que le hablaba de problemas de liquidez –sin afirmar que va a declarar la inviabilidad al día siguiente- y que está avanzando en una operación corporativa o en una ampliación de capital.
Termina afirmado que hasta que las autoridades competentes no adopten unan decisión tras la declaración de inviabilidad, el consejo acuerda continuar buscando una salida privada a su situación actual mediante una operación corporativa, así como seguir trabajando en planes de acción alternativos que puedan permitir a la entidad la captación de capital para el caso de que no prosperase ninguna de las vías de negociación que se tienen abiertas en el marco de la operación corporativa.
No obstante, todos los reguladores saben qué ocurre en el Banco con detalle y que el problema procede de la salida descontrolada de la liquidez. A pesar de eso, se declara el dato información privilegiada en lugar de ponerle fin a ese problema.
Pero, ¿cómo lo hacen? Si Saracho llegó a la presidencia del Banco Popular exclusivamente para dejarlo en situación de ser intervenido y vendido al Santander por un euro tal y como, varios años atrás, fue diseñado en la operación Washington. Todo había sido decidido por el Gobierno del PP de común acuerdo en el BCE y con el visto bueno de las autoridades comunitarias en una “OPERACIÓN DIABOLICA”.