Los populistas de extrema derecha como Donald Trump, Marine Le Pen o Santiago Abascal consiguen el apoyo de la gente gracias a la mentira, la creación de falsas amenazas y la tergiversación de la realidad.
Veamos el siguiente tuit del presidente de los Estados Unidos:
23% of Federal inmates are illegal immigrants. Border arrests are up 240%. In the Great State of Texas, between 2011 & 2018, there were a total of 292,000 crimes by illegal aliens, 539 murders, 32,000 assaults, 3,426 sexual assaults and 3000 weapons charges. Democrats come back!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 12, 2019
Las cifras que da Trump son, en su mayoría falsas. Veámoslo. El número de inmigrantes ilegales que se encuentran en las cárceles es exagerado. Según el propio Gobierno estadounidense, del total de la población reclusa, un 21% era inmigrante pero sólo un 13% estaba en el país de manera ilegal.
Respecto al incremento de los cruces ilegales de la frontera, Trump no explica de dónde saca el argumento de que casi se triplican. La realidad es que los cruces fronterizos ilegales han disminuido de tal forma que en el año 2017 llegaron a la cifra que se dio en el año 1971.
Desde que el Congreso le negó la financiación de 5000 millones de dólares para la construcción del Muro fronterizo, Donald Trump ha intensificado sus declaraciones en las que intenta que la opinión pública tenga la sensación de que Estados Unidos está siendo invadido por la frontera sur. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional, uno de los afectados por el cierre, se han reducido en casi ochocientos mil anuales respecto a lo que ocurría durante las administraciones de Bill Clinton o George W. Bush. Lo que sí ha aumentado es el número de solicitudes de asilo, pero sólo el 21% fueron concedidas.
Otro de los aspectos con los que está presionando Trump es con los índices de criminalidad. En concreto, le hemos escuchado decir que «cada semana 300 de nuestros ciudadanos son asesinados por la heroína que entra ilegalmente por la frontera sur». Sin embargo, los datos de la DEA demuestran que el 90% de esa heroína entra en Estados Unidos por los pasos fronterizos legales y no por las áreas que pretende indicar Trump.
En este mismo orden, el presidente ha llegado a decir que «miles de estadounidenses han sido brutalmente asesinados por quienes llegaron ilegalmente a nuestro país y miles de vidas se perderán si no actuamos». Varios informes no han encontrado ningún vínculo entre la inmigración y el crimen e, incluso, se ha llegado a determinar que es precisamente la población migrante la que tiene la tasa de criminalidad más baja. Texas, que tiene la mayor frontera con México, tiene la menor tasa de delincuencia entre los migrantes, un hecho significativo cuando es uno de los Estados con una población de inmigrantes ilegales de todo el país.
Por lo tanto, Trump miente de manera compulsiva y tergiversa cifras con tal de que la opinión pública del pueblo americano se vuelva en contra del Congreso y de que quede justificada el estado de emergencia nacional que Trump decretará en breve.