Dicen que los taxistas son principalmente de derechas, pues no saben la que le ha caído con sus tres partidos (Cs, PP y Vox) porque todos se han postulado en favor de las VTC. Ni uno ha declarado que el sector regulado del taxi deba ser protegido de la competencia desleal y desregulada de las fortunas que se encuentran detrás del alquiler de coches con conductor. La última en oponerse al sector del taxi ha sido la candidata del PP a la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, más conocida por la “niña de la libertad”, quien no ha dudado en asestar el último golpe de gracia al sector mediante una serie de falsedades y eufemismos con los que ha tratado de esconder la realidad, la completa liquidación de los taxistas en favor del poder del dinero.
La candidata puesta a dedo por Pablo Casado expresó ayer que sí que apoyaba mucho al sector del taxi y que les iba a regalar un smartphone o algo parecido, pero que debían competir con las VTC y “a quien San Pedro se la dé, San Pedro se la bendiga”. “Pienso velar por el interés de todos los madrileños en su libertad para elegir el modelo de transporte que quieran, y por eso voy a ayudar al taxi y las VTC a adaptarse para competir en igualdad” ha expresado la señora Díaz Ayuso mostrando una vez más la capacidad de la derecha madrileña en mentir. No afirma que el alquiler de coches con conductor está usurpando el transporte de viajeros de regulación pública, pues no deja de ser un servicio público. Las VTC no son transporte de viajeros en el sentido de trayectos cortos o largos, sino transporte de personas que deberían (cosa que no sucede) haber alquilado coche con conductor. No es que los madrileños tengan libertad de elección, que la tienen, sino que las VTC están haciendo competencia desleal y no están cumpliendo con la ley. Eso lo esconden en el PP madrileño. Claro que cualquier persona puede alquilar un coche con conductor, toda la vida se ha hecho, lo que no dice Díaz Ayuso es que las VTC no hacen ni un solo contrato de alquiler, están suplantando al taxi.
Pienso velar por el interés de todos los madrileños en su libertad para elegir el modelo de transporte que quieran, y por eso voy a ayudar al taxi y las VTC a adaptarse para competir en igualdad. pic.twitter.com/7XgagnQ0mL
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) January 27, 2019
Remata la frase la dirigente del PP haciéndose pasar buena persona y política capacitada al decir que las va a ayudar a “competir en igualdad”. Esto esconde que quiere que los taxistas utilicen una aplicación móvil, vamos que se incorporen a Uber o Cabify, para legitimar a las VTC. Lo curioso es que para poder competir en igualdad, siguiendo la idea mercantilista que tienen en el PP (y en Ciudadanos y Vox, por cierto), deberían regular el sector de las VTC y ponerles taxímetros, que los conductores pasasen exámenes, que tuviesen el carné B2, que sus vehículos pasasen todos los años la ITV, que tuviesen un cupo de vehículos para discapacitados, etcétera. Miente Díaz Ayuso porque eso no es lo que quiere, sino acabar con el sector del taxi como ha pasado en otras ciudades del mundo. Quieren que los más ricos sigan acumulando mediante la desposesión de espacios públicos, que mal que les pese, siguen funcionando. Quiere la dirigente popular no competencia en igualdad sino entregar el sector a la clase dominante.
Todo puede ser producto de la ignorancia, que no sería de extrañar dado el nivel que presentan en el PP, lo que diría muy poco de la candidata. Aunque la realidad más que ignorancia es querer poner todo en el mercado, querer destruir la sociedad, y el taxi es un registro social porque está bajo mandato público. Fíjense que la precariedad laboral del sector VTC le importa poco, le gustan explotados a la señora Díaz Ayuso. Y esto lo esconde con la palabra libertad. Que parece que no conoce otro concepto político que este último. En realidad no conoce ni lo que significa libertad, debe ser que no ha leído a Isaiah Berlin o a John Stuart Mill, entre otros liberales, porque a todo le antepone el concepto de libertad, pero en cuanto alguien obra con libertad (léase políticos independentistas, moción de censura, manifestaciones, etcétera) allí que acuden a amonestar e intentar sojuzgar. La libertad sólo es de la clase dominante, el resto, mediante eufemismos, deben ser explotados, reprimidos e individualizados para que el sistema no pueda ser transformado. Ahora le ha tocado al sector del taxi, mañana veremos a quién le toca.