No lo quiere reconocer pero es patente que Albert Rivera no sabe cómo parar el hundimiento de Ciudadanos frente a las otras dos partes del trifachito. Todas las encuestas señalan que ya ha llegado a su techo, el que podría ser calificado como techo Rivera (como hubo un techo Fraga), que ya no hay más avance y sólo queda el hundimiento. Es algo muy estudiado en la Ciencia Política el efecto de ciertos partidos que aparecen, suben mucho, se estancan y acaban desapareciendo o fusionados con otros ya existentes. Algo así le pasó al Social Democratic Party en Gran Bretaña. Apareció cuando la crisis del laborismo, como una escisión del mismo, sumó rápidamente diputados y diputadas, se estancó y acabó aliándose con el partido Liberal para formar el Liberal Democratic party o lib-dem.
Salvo los sondeos de un periódico amigo (El Español) que le sitúa siempre sobreestimado, el resto de sondeos, sea el del CIS, sea el de ABC (GAD-3 que suele ser fiable y en un medio de derechas), muestran el estancamiento y la caída hacia el abismo. Ayer mismo supimos que ya están en bajada constante por la irrupción de los neofascistas y la permanencia de PP y PSOE. Al pobre Rivera, con su cuñadismo ideológico a cuestas, ya no le sirve el populismo del sistema tipo Macron (quien también está pasándolas canutas en Francia), se queda sin registro o relato porque nunca supo construir un discurso político liberal. No sabía cómo, ni estaba dispuesto a hacerlo. A los cuñados naranjas les vale con decir que son liberales (más bien neoliberales) y tomar dos o tres ideas con las que conjugar frases mediáticas. Pero en cuanto hay un conflicto ideológico se ve que no hay nada detrás, sólo lo que les manden desde el bloque en el poder.
Bajada en las encuestas que no es capaz de frenar porque ahora se enfrenta a un PP reaccionario y como tal tan nacionalista como Rivera. Si en Ciudadanos hubiesen hecho caso a su nombre, paradojas de la política, y hubiesen articulado un nacionalismo, que no deja de ser una comunidad imaginaria que diría Benedict Anderson, de tipo republicano asentado sobre la ciudadanía y no historias inventadas de un pasado acomodado, hoy podría tener alguna posibilidad de competencia. A ello súmesele que han ido por toda España sembrando el odio contra otras comunidades donde hay una lengua propia, junto al español, que tienen sus propias comunidades imaginarias, intentando imponer una visión de España como entidad monocorde. Para hacer una copia de los discursos de Ramiro Ledesma o Julio Ruíz de Alda ya están los neofascistas y los hijos del franquismo del PP. Partidos que, además, cuentan con el apoyo importante de la fracción de la construcción y que les obliga a privatizar terreno público para construir, como se está viendo en Andalucía y en Ciudadanos callan.
Sin estandarte nacional Ciudadanos queda en nada. Y si se añade que el cuñadismo ideológico ya es visto por todo el mundo como lo que es, demagogia y apropiación de las ideas de los demás, hay una combinación de factores que propician el abandono del partido naranja por la ciudadanía. No se puede decir que “salimos a ganar [las elecciones europeas] para construir una Europa más fuerte y unida frente a los populistas” y hace dos días pactas con neofascistas, a los que calificas de populistas de derechas, y tragas con sus imposiciones políticas. Desde Ciudadanos han obligado a una consejera andaluza a desdecirse de unas palabras en las que afirmaba que la Semana Santa era rancia (que es algo que mucha gente piensa en España), todo por presiones de los populistas. ¿Cómo vas a pelear contra los populistas si en cuanto te señalan los esfínteres se te aflojan? El cuñadismo ideológico de Rivera y su alegre muchachada naranja desparece ante estas situaciones. El pánico les lleva, incluso, a favorecer a Vox con cacicadas en la representación proporcional institucional en Andalucía. Total están a lo mismo que es privatizar la educación y la sanidad.
Y si afirmas, sin rubor, que “Ciudadanos es el partido más demócrata ya que aquí te escogen tus compañeros y no el presidente o el secretario general del partido”, la risa es tremenda. Un partido que está plagado de comisarios políticos que controlan a concejales y diputados, muy demócrata no parece. Olvida Rivera que fue el PSOE el que impulsó las primarias en España y las listas abiertas para elegir las listas. ¿Cómo se eligen las listas en Ciudadanos? El dedo. Una mentira más que de tanto decirla se la ha llegado a creer aunque todo el mundo sabe que es mentira. Y dice primarias por no decir engaño para que la gente piense que somos más democráticos, porque no se ha permitido nunca a una persona con posibilidades reales poder presentarse a unas primarias abiertas. Algún día se contará, con pelos y conversaciones de whatsapp, lo que ha pasado en algún territorio o localidad.
Estas cosas son las que provocan que Ciudadanos pierda más de tres puntos y medios en las últimas encuestas. El centro lo ha perdido por su pacto con los neofascistas y por la derecha ya no puede quitar más voto al PP, mientras que Vox sí se lo quita a él. Si dices luchar contra la corrupción y pactas un gobierno, como el andaluz, con un partido que tiene un posible caso de corrupción en puertas con más de 2.000 millones de posible desvío de fondos públicos y cuyo presidente sabía todo lo que pasaba en Gürtel y no dijo nada, lo más probable es que se muestre que mucho interés por regenerar no tengas. Y más si en esa misma Comunidad tienes también un caso propio de enchufismo y tráfico de influencias, con una gran empresa del Ibex-35 además. Todo el mundo sabe que Ciudadanos no viene a regenerar porque no lo ha hecho donde ha apoyado gobiernos, ni lo piensa hacer. Todo el mundo ha comprendido, aunque sea tarde, que están al servicio de la clase dominante para acabar con la izquierda. De ahí que Rivera afirme, con un tono muy autoritario, que “es muy difícil sentarse a hablar de las grandes reformas que necesita el país con un presidente sectario”. Por lo que no piensa pactar nada con un PSOE en el que esté a la cabeza Pedro Sánchez. Si le parece que la socialdemocracia clásica del sanchismo es una izquierda sectaria, qué pensara de una izquierda socialista. El caso es que él está en política para que ni el PSOE, ni una alianza de izquierdas gobiernen, y eso le impide crecer en el centro.
El hundimiento de Rivera está en puertas de suceder. “Llegó, vio y perdió” escribirán en su epitafio. Va a tener tan poco tiempo más en política que no va a poder escribir ni sus memorias ya que ocuparán dos páginas como mucho. Si César escribió la Guerra de las Galias, Rivera escribirá la carta a los reyes magos con suerte, porque ganar, parece que no gana, ni ganará nunca. Y lo peor para él es que el establishment ha recurrido al neofascismo (populismo para él) para acabar con la carrera del catalán, pero español muy español.