El ojo para los fichajes de Albert Rivera continua estando ciego. Al menos eso se desprende del fichaje del ex-director de Marketing de Coca Cola para su candidatura de Madrid. Marcos de Quinto está considerado como el gran enemigo, el belcebú de la zona sur de la Comunidad de Madrid después del ERE fraudulento de la embotelladora de Coca Cola en Fuenlabrada. Ciudad donde esa bebida y marca está veladamente vetada por instituciones y ciudadanía en una clara demostración de que existe conciencia de clase aun. Algo que se extiende hacia las otras localidades que ven al fichaje del dirigente de Ciudadanos como símbolo del capitalismo salvaje que acaba hasta con empresas rentables por ganar un euro más.
Con este fichaje igual Rivera piensa hacer caja de votos en las zonas pijas de esa clase media que vive de la economía financiarizada, pero en el sur de la Comunidad le va a hacer perder votos de personas moderadas que, pensándose de clase de media, tienen aun en su cabeza que lo de la fábrica de Coca Cola les podría pasar a ellos y ellas. La zona sur de Madrid es trabajadora y hay ciertas cosas que su ética no les permite votar. Pueden llegar a votar al PP en algunas zonas, pero la mayoría no es que vaya a dar respaldo a una candidatura donde los señores del poder de las multinacionales estén representados tan claramente. Y De Quinto es el claro ejemplo de que la clase dominante tiene claro que hay lucha de clases. Se considera un declarado antimarxista (dudamos que sepa qué es el marxismo), ataca inmisericordemente a las mujeres feministas (por ser de izquierdas, evidentemente) y entiende que los trabajadores españoles se han de entregar a la globalización luchando de forma precarizada.
EE.UU. celebra con orgullo que una expedición suya lograra que un hombre pisara por primera vez la luna.
Pero aquí el antiespañolismo de la inculta “progresía” se avergüenza y esconde la gesta Magallanes-Elcano, como si fuese algo franquista!
A ver si se curan el resentimiento…— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) March 10, 2019
Todos los intervinientes del público parecen reclutados en “Marxistas Anónimos” !!
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) March 9, 2019
Tienes razón @sanchezcastejon, porque el feminismo que @CiudadanosCs defiende es el que no tiene apellido… sin embargo, el que tiene que poner apellido al suyo eres tú: “feminismo excluyente”. https://t.co/khlqNKkmaM
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) March 9, 2019
Esta es la actitud. Si no hubiese sectarismo, hasta la izquierda la elevaría a los altares (si no por sus políticas, si por su actitud como mujer… y eso que eran otros tiempos!) https://t.co/ioP39xSJKR
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) March 9, 2019
Como pueden ver en los tuits que hemos colgado del “fichaje” de Rivera se nota que el hombre adora el feminismo si quienes lo defienden son sólo Arrimadas y demás mujeres de Ciudadanos. También se ve que tiene pavor a cualquier izquierda socialista e intenta ridiculizar a los marxistas, en España debe haber siete u ocho pero él saca el término para señalar a esa izquierda social que lucha contra la alienación que produce el capitalismo. Sabe perfectamente que un rearme ideológico de la izquierda perjudica a las grandes multinacionales y al sistema financiero que defienden donde más que producir riqueza mediante el trabajo, se genera mediante la especulación y el saqueo. Es el mejor ejemplo de un miembro del establishment que en este caso sí que vende motos o bebidas. El claro exponente de la liquidación de cualquier pensamiento trascendente y que inocula en las mentes de las personas que son dichosas por tener muchísimas mercancías en su casa, ocultando que le verdadera mercancía son ellas mismas. Quiere liberalizar todo sin importarle lo que le pase a las personas a las que señalará como incapaces y poco emprendedoras. Esa trampa ideológica que el neoliberalismo aplica pertinazmente.
Como observarán De Quinto es el más claro ejemplo del individualismo neoliberal que aborrece cualquier tipo de trascendencia que pueda formar comunidad. Los lazos comunitarios, indispensables para cualquier tipo de solidaridad o fraternidad, les resultan a este tipo de personas algo peligroso para el proceso de acumulación de la clase dominante. Clase que realmente sí forma una comunidad que trasciende fronteras y que se protege frente a medidas sociales o proyectos donde se señale a esa lucha de acumulación y alienación de las personas. Les da igual que sea una trascendencia religiosa (el neocandidato es un ferviente seguidor de métodos para conseguir la felicidad individualmente y todas esos métodos que nos venden para alienarnos aún más) o política. Todo aquello que no sea la utopía individualista de los de abajo y la ley del más fuerte, haciendo gala del darwinismo social más salvaje, es malo. Y este es De Quinto el fichaje “estrella” de Rivera.
Y como es su fichaje estrella para Madrid, iría de número dos en su lista, lo presenta en ¡¡¡Toledo!!! Todo muy lógico y quitando protagonismo a Juan Carlos Girauta quien actuará de cunero en la provincia y con el peligro de quedarse sin escaño a poco que se tuerzan las cosas. Eso sí, Rivera y De Quinto nos ofrecen una España libre de nacionalismos y populismos y, como suele ser habitual, lo hacen desde el nacionalismo. “Quiero ser el presidente del diálogo, de la unión y de la meritocracia, no de la claudicación y de los dedazos” ha dicho Rivera olvidando que ya ha vetado del diálogo a Podemos, nacionalismos y al PSOE por lo que dialogará con él mismo mirándose en el espejo o con sus diputados porque salvo los neofascistas (de los que no reniega) o el PP no le queda nadie. Pero lo curioso es que hable de meritocracia sin explicar quién decide lo que es el mérito. El dedazo, que es lo normal en política porque a nadie se le ocurriría poner a los enemigos en su propio gobierno, se cambiará por el mérito. Pero no sabemos a qué llama mérito. Lo presuponemos porque Rivera es un neoliberal populista del Ibex-35 y los que tienen méritos son sus fieles y todos los que le coloquen desde el poder fáctico, como De Quinto.
No quiere la nación de naciones, ni el Estado plurinacional cuando hasta tradicionalistas como Juan Manuel de Prada reconocen la existencia de otras nacionalidades dentro de lo que se llama España. Y no quiere esas nacionalidades porque forman comunidad y eso le espanta. No quieren que existan lazos de unión salvo las relaciones aisladoras y desmovilizadoras de las redes sociales. Contactos mínimos entre trabajadores para que no se movilicen, lazos mínimos entre ciudadanos para que no se movilicen, lazos mínimos entre los de abajo para seguir siendo explotados por los de arriba. España es un Estado plurinacional y negarlo por favorecer el neoliberalismo y el Imperialismo no va a salvar el problema de encaje que se está planteando. Como Rivera no es jacobino, no es de estar en “la Montaña”, es más bien un termidoriano o un girondino, siempre con la clase dominante, no puede comprender que la nación liberal es tan abierta que admite otras nacionalidades a las que protege porque sabe que enriquecen la vida. Sólo puede haber una nación para Rivera, una nación que aplasta a las demás y que rompe los lazos de unión. Algo buscado por el odio al diferente que muestra el dirigente naranja.
Rivera ficha a un ultraliberal del establishment para su equipo. Algunos y algunas saldrán a loar el fichaje cuando no es más que una representación de las verdaderas intenciones de Ciudadanos, someter a las personas y llevarlas no al bienestar sino a la precarización y a la utopía neoliberal. Porque, aunque se lo vendan como normal, el individualismo neoliberal es utópico pues en la Historia jamás se ha dado un mundo de individuos, sino de sociedades jerarquizadas de una u otra forma. Ese individualismo es sólo una treta “mágica” para que la jerarquía de la sociedad capitalista no se mueva y siga funcionando. Y eso de que De Quinto es una persona hecha a sí misma, no se lo crean, es un mitologema, aunque tiene más cultura que la mayoría de candidatos de Ciudadanos y en marketing ha sido de los mejores en su ámbito. Y por ello sabe perfectamente que en la lucha hay que seguir teniendo distraída a la clase trabajadora.