El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha publicado un informe en el que se certifica que el Ejército israelí pudo haber cometido crímenes de lesa humanidad durante los disturbios de Gaza del año pasado al disparar fuego real contra niños y personas con discapacidad desarmadas. Hay que recordar que fueron asesinados 183 palestinos y más de 20.000 heridos. Entre las víctimas había 35 menores.
En el documento se han encontrado evidencias de que los militares israelíes cometieron graves violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, evidencias que justifican una investigación penal que debería iniciar el propio Estado de Israel.
Según el informe, se realizaron disparos intencionados contra los niños y las personas con discapacidad, además de a los periodistas que cubrían las manifestaciones de la Marcha del Retorno y que portaban sus chalecos de Prensa.
Esta investigación de la ONU se realizó en base a una resolución del Consejo de Derechos Humanos e incluye abundante material como fotografías, vídeos que muestran ataques de drones.
Entre los hallazgos más significativos se encuentra el hecho de que cuatro soldados israelíes fueron heridos y dos muertos mientras que en lado palestino fueron 183 muertos y más de 20.000 heridos.
Por otro lado, el informe pide arrestos «a las personas que presuntamente cometieron u ordenaron cometer esos crímenes» y que se inicien los procesos penales correspondientes. Ante la pasibilidad de la comunidad internacional en todo lo referente a Israel, el documento solicita que se inicien investigaciones por parte de los Estados.
Hay que recordar que, por ejemplo, aviones militares no tripulados israelíes lanzaron bombas incendiarias contra las carpas instaladas a lo largo de la frontera oriental de Gaza. Del mismo modo, se asesinaron a médicos y enfermeras mientras atendían a los heridos, tal y como ocurrió con los disparos que recibió Raza al-Najjar, de 21 años, mientras atendía a los heridos de los disparos de los francotiradores israelíes.