No es querer limitar la libertad de expresión del alguien, ni su libertad de pensamiento, pero hay veces que las reflexiones de cada uno están mejor guardadas en la cabeza. Mejor callar a soltar la reflexión y que parezca un rebuzno. Esto le ha pasado a Miquel Iceta el gracioso primer secretario del PSC que, tal y como está la situación en España, no se le ha ocurrido otra cosa que decir que en 10 años y si en Cataluña hay un 65% de personas que lo piden habrá que hacer un referéndum de independencia. Poco han tardado desde la caverna y los partidos de la derecha en saltar al cuello de Pedro Sánchez, porque al catalán le han dejado tranquilo, para laminarle.
José Luis Ábalos le ha intentado comprender al decir que era una reflexión en alto del socio catalán. Eso por ser elegante y no mandarle a la mierda (dígase o léase esa frase con la voz de Labordeta que queda mucho mejor) que es lo que debería haber hecho. Lo primero porque eso no está en la cabeza del presidente del Gobierno, ni en el PSOE actual se ha debatido o debatirá en años. Lo segundo porque en la derecha están esperando cualquier metedura de pata o cualquier atisbo de duda para reafirmar su único lema de campaña: “el sanchismo quiere destruir España”. Y va Iceta, seguramente con cara de “atontolinado”, a soltar lo que Casado, Alberto Carlos y los neofascistas estaban esperando. Tampoco han tardado en surgir los independentistas para decir que pensando así lo que quieran. Flaco favor le hace al partido con el que se presenta a las Elecciones Generales.
Da igual que Sánchez y sus acólitos digan por activa y por pasiva que nada de eso pasará, que se está con la Constitución, con el Rey y con la Unión Europea, incluso con Donald Trump, el trifachito dirá que Iceta ha dicho que habrá referéndum. Mejor dicho, como la capacidad cognitiva de los dirigentes de ese lado del tablero político es la que es, dirán que Iceta ha dicho que en 10 años les darán la independencia a los secesionistas. Incluso, dirán que Sánchez quiere matar niños. ¡Ah no! Que eso ya lo han dicho. Con esa reflexión legítima aunque muy lejos de la realidad, el dirigente catalán puede arruinar parte de la campaña que estaba intentando llevar a cabo el PSOE de moderación y búsqueda del centro político.
No hay ningún indicio hoy en día para pensar que el 65% de la población catalana quiera la independencia en 10 años. No sabemos si ha hecho cálculos demográficos y piensa que él se va a hacer independentista en 10 años, y con él sus amigotes del PSC, el caso es que no son actualmente más del 45%, subir un 20% va a ser complicado por mucho que gobernase la derecha. Que en el PSOE hay mucha gente que apoya un referéndum es cierto, y una república federal que igual solventaba el desmadre, pero son conscientes de que hoy no se dan las condiciones. Porque no puede ser un referéndum a las bravas sino bajo ciertas condiciones sociales y políticas que hoy no existen bajo el gobierno de Torra. Cualquiera puede pensar que en 15 años la revolución socialista hará de España una tierra próspera y autosuficiente, pero si se dice el trifachito dirá que se quiere volver al gulag o vaya usted a saber qué otra estupidez. Si están hablando ya del peligro marxista, cuando en España debe haber 500 mal contados, Iceta no hace más que dar de comer a la turba neofascista.
La próxima vez que reflexione frente al espejo porque ni se dan las condiciones objetivas, ni hay esa cantidad de independentistas, ni está el horno para bollos, que España se juega estar bajo el poder de la derecha reaccionaria, hija del Imperio y neofascista, con recortes sociales, de derechos cívicos y esclavitud de la clase trabajadora. Entregar el país a fondos buitres y al poder imperial de ciertas multinacionales que quieren hacer de España un lugar de probaturas de una nueva etapa neoliberal como hicieron en Chile. No sólo un laboratorio de explotación, sino del nuevo régimen iliberal (que dicen algunos politólogos kitsch) y que no es más que un autoritarismo escondido. Así que Iceta, majo, la próxima vez te callas o te lo dices al espejo.