Según ha informado el diario Hareetz, investigadores que trabajan en la Franja de Gaza han encontrado altas concentraciones de plomo en la sangre de los niños gazatíes, lo que supone un grave riesgo tanto para su salud como para desarrollo futuro.
Este plomo proviene de fábricas situadas en áreas residenciales que utilizan la sustancia venenosa. Los hallazgos se basaron en muestras de sangre tomadas de 1.700 niños en varios lugares alrededor de Gaza. El equipo de investigación estuvo encabezado por Jamal Safi, del Instituto de Investigación y Protección Ambiental de Gaza, al que se unieron investigadores de la Universidad Al-Azhar y la Universidad Islámica de Gaza.
La exposición al plomo se considera un riesgo para la salud incluso en bajas concentraciones, especialmente en niños. El plomo puede dañar los sistemas nervioso, reproductivo y digestivo. A niveles agudos, puede causar dolor muscular, náuseas y daño renal. Una variedad de actividades industriales son la principal fuente de exposición al plomo, incluida la fabricación de baterías y el metal producido a partir del reciclaje de desechos electrónicos.
Hasta hace poco, una concentración de menos de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre se consideraba segura, pero una nueva investigación demuestra que su presencia incluso en niveles más bajos puede afectar la salud.
En el estudio se tomaron muestras de sangre de los dedos de los niños. Aproximadamente una cuarta parte de ellos vive al lado de instalaciones que emiten plomo. Los otros viven de 50 a 100 metros de estas empresas. Los niveles promedio de plomo en la sangre promediaron 10.4 microgramos por decilitro. En comparación, un estudio realizado hace casi dos décadas en Israel encontró niveles promedio de alrededor de un tercio de esa cantidad.
Entre los niños de Gaza que viven cerca de instalaciones productoras de plomo, el 95 por ciento de ellos tenía más de 10 microgramos. Se encontró que algunos de ellos tenían niveles tan altos que les recetaron medicamentos para la intoxicación por plomo.
Los autores del estudio señalaron que sus hallazgos demuestran hasta qué punto la exposición al plomo representa un riesgo significativo para la salud en Gaza. Ha habido un aumento sustancial en el número de instalaciones de fabricación y reciclaje de baterías en Gaza, donde el plomo está presente en los últimos años.
Una razón para este desarrollo es la escasez crónica de electricidad de la red eléctrica en Gaza, que ha impulsado la demanda de baterías. Aproximadamente la mitad de los padres de niños expuestos al plomo trabajan en empresas que hacen uso del plomo. Esto puede aumentar la exposición de los niños porque los padres vienen a casa con polvo y residuos en su ropa que contiene esa sustancia.
Los autores han pedido la implementación inmediata de un plan para regular los negocios para reducir la contaminación y disminuir los riesgos de salud a los que están expuestos los niños en Gaza.