El PP decía no hace ni unas horas que sería leal con el Gobierno de España en esta crisis vírica que afecta a todo el país. Que ellos serían los más leales en apoyar todas las medidas que hiciesen falta para atajar el problema. Eso decía Pablo Casado (junto a sandeces como utilizar a las víctimas del 11-M para hablar de ETA, lo que demuestra que siguen con la conspiración en la cabeza), pero resulta que sus presidentes regionales hacen justo lo contrario y él mismo ha cambiado el tono por conseguir tres votos. Juan Manuel Moreno Bonilla como tiene la sanidad completamente destrozada se cuida un poco de asomar la cabeza. Para eso tiene a Juan Marín, para decir sandeces como que no se suspende la Semana Santa porque tiene una fecha. Cuestión bien distinta es Isabel Díaz Ayuso que se ha encargado de filtrar a los “medios afines” sus mentiras para lanzar una guerra mediática contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Los típicos “encargos mediáticos”, luego generosamente recompensados, al medio de siempre (El Mundo) con el añadido de alguno más que en los últimos tiempos parece ser OkDiario. Es conocido en la profesión periodística este modus operandi desde la Comunidad de Madrid o, a veces, desde el gobierno central cuando lo han ocupado.
Así, resulta que desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid han filtrado al periódico afín que Díaz Ayuso lleva preocupada desde hace más de diez días por el coronavirus y que pidió al Gobierno “socialcomunista” que tomasen medidas. Limpiado de cara ante una actitud completa de incapacidad. Estos trucos ya los usaba Esperanza Aguirre, la creadora de la Brunete mediática, y ahora quieren que se siga creyendo en ellos. La presidenta madrileña, si es que sabe lo que es el coronavirus a día de hoy, pretende que las patentes muestras de incapacidad de su gobierno sean transferidas al estatal porque es el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien tenía que haber tomado decisiones. Eso lo dicen desde un Gobierno que ¡¡¡tiene transferidas las competencias fitosanitarias!!! Si Díaz Ayuso tenía tan claro el 29 de febrero que la extensión del coronavirus era devastadora para la región bien podría haber comenzado a contratar personal sanitario y auxiliar el 2 de marzo (competencia madrileña); bien podría haber suspendido todos los encuentros masivos (se celebró el Libertycon, la mayor concentración de anarcoliberales del mundo en Madrid a la par que el Congreso de Vox y el Día de la Mujer Trabajadora, pero no quiso ni tocarlo porque era de los suyos y daría mala imagen); bien podría haber dado una rueda de prensa, por ejemplo, el 5 de marzo pidiendo al Gobierno socialcomunista que suspendiese las manifestaciones del domingo; bien podría haber aislado zonas donde ya se atisbaba que podían ser focos del virus (como Torrejón de Ardoz); bien podría haber comenzado las desinfecciones de los vagones de Metro en día 4 de marzo, por decir una fecha en consonancia con la supuesta preocupación; bien podría haber hecho todo lo que hubiese deseado, pues tiene las competencias transferidas, antes de quejarse y filtrar que ya estaban preocupados.
Mentiras. De hecho se sabe que no ofreció los verdaderos datos de expansión del coronavirus hasta el lunes por la mañana de manera oficial, tal y como se ha confirmado. Y las medidas propuestas para paliar la crisis, curiosamente, eran en su mayoría de su competencia como la compra de material sanitario. ¿No era Madrid el motor económico de España y se pueden bajar los impuestos porque hay dinero de sobra? Parece ser que no es así y que las mentiras de tantos años, con una considerable pérdida de la ratio habitantes/sanitarios, quedan en evidencia y hay que taparlas acusando a Sánchez de todos los males. En otro momento, sin duda, tocará hablar de la diligencia o no del Gobierno estatal, pero en lo referente al trabajo dentro de la Comunidad de Madrid la responsabilidad, porque así ha quedado establecido constitucionalmente (lo poco que les gusta la Constitución para estas cosas a los populares), es completamente de PP y Ciudadanos. Por cierto, los naranjas madrileños bien que están callados a la espera de apuntarse el tanto o cargar contra los socios de gobierno.
Se filtra a OkDiario, porque aunque manipulan suelen tener algún chascarrillo detrás de sus informaciones, que los socialcomunistas quieren aislar Madrid (algo que en breve se tendrá que hacer por la irresponsabilidad de Díaz Ayuso) para no tener que tomar la decisión de ser ella la que avance esa decisión. Quiere lavarse las manos, entre otras cosas porque no sabe ni qué hacer, y que sean los demás los que las tomen y si salen bien apuntarse y si sale mal criticar. La Comunidad de Madrid es un caos por el coronavirus, con las personas tomando copas y llenando terrazas de forma insolidaria, y todo porque quien tiene la responsabilidad de evitar que el virus se expanda más está a otras cosas. Han cerrado las actividades culturales dependientes de su Gobierno (todo el mundo sabe que las bibliotecas se llenan hasta la trancas de personas para adquirir más cultura) y las discotecas pero no se han atrevido a hacerlo con los bares de copas, los restaurantes, los bares y demás lugares de tránsito frecuente. No se atreven a tomar las medidas que se deben tomar.
Mientras tanto, nada mejor que permitir la expansión del virus por el resto de España. Cerradas las universidades, que las personas de fuera vuelvan a sus regiones de origen llevando consigo el virus, como ha sucedido en Galicia y en Castilla-La Mancha. Por cierto, en esta última región, con muchísimos menos casos en términos porcentuales, ya se han tomado más medidas que en la Comunidad de Madrid. Por ejemplo, hay un protocolo de medidas de limpieza donde en numerosos centros de trabajo o de formación ya deberían haber instalado geles antibacterias. Se han suspendido los movimientos fuera de las oficinas de los empleados públicos siempre que no sea obligatorio. Los Ayuntamientos están suspendiendo todas las actividades que impliquen concentraciones de personas. Ahí tienen el ejemplo de los ayuntamientos manchegos, muchos dirigidos por el PSOE, donde se están clausurando todas las actividades que supongan un peligro para el contagio. O el sector del taxi, como la gente de Taxi Unido, que han sacado su propio protocolo de actuación (como pueden ver en la imagen) y ya tienen geles en el propio vehículo. Esto lo hacen con apenas 100 casos (la mayoría de ellos infectados en Madrid o Italia). ¿Por qué no actuó así Díaz Ayuso?
👉 @pablocasado_: “Las medidas no se deben atrasar por cálculo electoral, y las de hoy son como tiritas que no van a tapar la hemorragia que ya sufre nuestro sistema productivo. Sánchez debe coger el toro por los cuernos y liderar la resolución de esta pandemia”. pic.twitter.com/1Rddm71j5M
— Partido Popular (@populares) March 12, 2020
Y qué decir de Casado. No sólo ha roto esa, ya se sabía que falsa, lealtad institucional sino que dentro de su ignorancia supina acusa al Gobierno de seguir el dictado de los científicos y los técnicos. Igual él, aunque es un ignaro reconocido, tiene el poder taumatúrgico de curar a las personas con la imposición de las manos y piensa que los demás dirigentes políticos también. Le ha cabreado bastante que el Gobierno no incorporado en las primeras medidas económicas regalos a los empresarios como pedía (miren el tuit adjunto). La salud le importa poco o nada, como ha quedado demostrado con las acciones de Díaz Ayuso o Moreno Bonilla, pero intenta colocar recetas neoliberales (la famosa doctrina del shock) en momentos críticos y que acabarían perjudicando a toda la población y nutriendo los beneficios de la clase dominante. No sólo es un desleal y un ignaro sino que pide contundencia al Gobierno cuando hace tres días él y sus compinches del PP hablaban de exageración si se le ocurría aislar a Madrid. Hablaban de hecatombe económica. Ahora con medidas contundentes ¿qué quiere decir? No es cerrar Madrid, esa zona de riesgo descontrolado donde no se está contando la verdad, sino dar miles de millones a los grandes empresarios, no a los autónomos o los pequeños empresarios que en realidad serán los que más sufran esta crisis si se produjese el cierre. ¿Por qué cuando habla de contundencia no incorpora un recado a Moreno Bonilla para que suspenda las procesiones de semana santa? Porque no le interesa la salud, sólo la economía. Justo la visión economicista que ha provocado todo esto. Paradójicamente los que se dicen liberales piden acabar con libertades civiles y algunos que se dicen comunistas las defienden. En ninguno de los casos hay preocupación por el bien común que es la propia ciudadanía. ¿Por qué sabiendo cómo estaban ya las cosas acudió al acto del 11-M? Para lanzar palabras miserables y hacerse la foto.
Las mentiras tienen las patas muy cortas, afirma el dicho, y las de Díaz Ayuso mucho más. Teniendo en su mano el poder de actuar prefirió dejar hacer a los demás. Si tan segura estaba de lo pandémico ¿por qué no actuó antes? Si tan lista e inteligente nos quieren vender que es ¿por qué no hizo una rueda de prensa el 5 de marzo señalando al gobierno estatal y tomando las medidas necesarias? Si tan buena es gestionando ¿por qué ha mandado a la chavalería a casa sin medidas de acompañamiento para que los progenitores puedan estar con ellos y no pasárselos a los abuelos y abuelas que son un grupo de riesgo? Si tan claro lo tenía ¿por qué no compró material sanitario? Si tan claro lo tenía ¿por qué no ha previsto la cuarentena de los estudiantes universitarios y que no llevasen con ellos y ellas el virus a otras regiones? Si tan, tan es ¿por qué no hay en sus acciones y declaraciones una mínima muestra de inteligencia? Porque cuando llega la hora de tomar las decisiones de verdad se muestra que la política actual es puro marketing y espectáculo. Los actuales asesores no quieren que sus asesorados se mojen ni lo más mínimo y siempre esperando a ver lo que hace el otro para publicitarse mejor. Esto es lo que está haciendo Miguel Ángel Rodríguez con Díaz Ayuso, echar la porquería propia hacia otro lado. En eso les secunda Casado, los del virus verde y el camarlengo monclovita. Mientras las personas van muriendo y enfermando sin que se tomen decisiones a tiempo.