Todo son quejas desde el apartahotel donde está la presidencia de la Comunidad de Madrid en estos tiempos de confinamiento. Quejas e intentos de desviar la atención de su fracaso porque mientras en Madrid se quejan y no paran de carecer de medios para dotar a sus sanitarios, el resto de las comunidades autónomas obtienen ese mismo material y lo distribuyen. De forma precaria, sí, pero con mayor celeridad que Isabel Díaz Ayuso. Da igual que el color que tengan, lo evidente es que algunos dignatarios sí saben comprar y parece que otros no. Un avión llegó a Valencia. Test rápidos y mascarillas a Castilla-La Mancha. Trajes de protección a Castilla y León. A todos los lugares llegan recursos menos a Madrid… o eso es lo que dicen los políticos y asesores del PP que escriben en redes sociales. La región centro parece ser el páramo de los materiales sanitarios y siempre por culpa de otros evidentemente. Más que de otros del “siniestro Dr. Sánchez”, ese malvado de comic que se han inventado en el PP para intentar que los suyos parezcan heroicos. Lo que ocurre es que en los relatos míticos los dirigentes del PP acaban siendo los personajes secundarios, los mortales o los que siempre acaban presos de la hybris.
¿Cómo es posible que en la Comunidad de Madrid no haya ningún tipo de material nunca, en ningún momento, de ningún tipo? Si ustedes leen los mensajes en redes sociales de la dirigencia del PP eso se da a entender. Lo que ocurre es que es mentira. Una tras otra van soltando la mentira del día. Antes de ayer que no había llegado mascarillas, cuando se les entregó casi dos millones. Ayer que no tienen gafas, ni buzos, pero empleados sanitarios dicen que sí llegan. Eso sí, la Comunidad ha acudido a una tienda de todo a 1 euro y ha comprado chubasqueros para proteger al personal sanitario. Eso a la espera de que lleguen los dos aviones llenos de material que deben haberse perdido en el Triángulo del Dragón o algo parecido porque estaba muy preocupada la presidenta de que Pedro Sánchez le quitase el material o impidiese descargar todo lo que había comprado. Tanto como 23 millones de euros en cachivaches sanitarios. Más de diez días después siguen los madrileños esperando los aviones. Se puede crear un nuevo dicho: “Tardas más que los aviones de Ayuso”.
Mientras tanto el resto de comunidades están comprando material, insuficiente sí, pero está llegando para paliar el problema. En Castilla-La Mancha, por mucho que moleste, Emiliano García-Page ha conseguido test rápidos y eficaces para detectar el COVID-19, a lo que hay que sumar 150 respiradores para los cuales se necesita que la embajada española en Turquía se ponga las pilas. Ximo Puig consiguió dos aviones con material gracias a sus contactos con proveedores chinos. Juan Manuel Moreno Bonilla no sabe si ha comprado algo o si las torrijas le han quedado bien a Juan Marín, pero no protesta y tiene fábricas andaluzas que le procurarán material. Todo el mundo comprando por canales de distribución no sólo chinos y en Madrid, donde el gobierno comunitario siempre dice que son muy listos, a verlas venir. Igual pueden pedirle consejo a Luis Garicano que criticaba al gobierno estatal por no saber gestionar al no haber gestionado nada en su vida. Más allá del clasismo y del peligro tecnocrático que supone para la democracia (luego dirá que es liberal), lo curioso es que eso lo diga quien tampoco ha gestionado algo en una empresa, ni a nivel público. Consejos vendo que para mí no tengo. Aunque ese mensaje es perfectamente aplicable a Díaz Ayuso y demás conmilitones que son incapaces de comprar algo de mínima calidad.
Cualquier persona entiende que quien no ha cocinado nunca no puede ser chef…No será capaz ni de hacer un huevo frito.
¿Por qué es tan difícil entender que alguien que no ha gestionado nunca nada ni puede dirigir un ministerio,ni decidir qué cadenas de suministro son esenciales?— Luis Garicano (@lugaricano) March 29, 2020
Igual es porque en las demás comunidades no están pensando en beneficiar a algún conocido. Igual es porque en las demás comunidades como suelen abastecerse en situación de precariedad financiera (por los tiempos de Montoro y los actuales de Montero) y saben dónde y a quién acudir, mientras que en Madrid como disparan con pólvora del rey y tienen transferidas esas funciones a empresas privadas, colando sobrecostes, pues se ven que esa cadena de dejar comisiones no sirve en estos momentos. Igual es porque, como pasa en otros ámbitos políticos, Díaz Ayuso sólo vive de la publicidad y no de la gestión de las cosas reales. Acostumbrados a mentir todos los días, en cuanto ha llegado la realidad en forma de pandemia sus discursos prefabricados se han evaporado. Si se fijan en las redes sociales no saben el esfuerzo que están haciendo todos los cargos públicos y os periodistas paniaguados de la Comunidad para convencer de que todo es culpa de los demás… esto mientras se espera que lleguen los famosos aviones. La realidad es tozuda, quienes dirigen Madrid son unos incompetentes que están provocando la posibilidad de enfermedad de los sanitarios a los que dejan sin ningún tipo de protección. ¡Y todavía pide al Gobierno 1.200 millones de euros!