La verdad es que lo tenían complicado en ABC para hacer la portada más mezquina y miserable de su larga historia. Porque las ha tenido insultantes, asquerosas, fascistas o felonas en gran cantidad. Hay que tener en cuenta que el mencionado periódico hacía de la portada el elemento principal de reclamo ideológico (sí ideológico), conjugando un titular apabullante, estratosférico y malintencionado junto a una imagen del político de turno para, mediante esa conjugación de titular exagerado e imagen crear un estado de opinión que nada tenía que ver con noticia alguna o con el propio personaje que aparecía en la portada. Famosas son sus portadas con la cara de Felipe González y un titular como “Mueren miles de españoles en las carreteras”. Nada hay de alarmante en ese tipo de portadas más propias de las cloacas y la miseria humana del director de la época, pero con la de ayer han traspasado ya no el mal gusto sino la decencia mínima en un medio de comunicación. Repugnante que cuando millones de españoles están a las puertas de la enfermedad, la muerte y la miseria se dediquen a hablar de ideología y de salvar a los poderosos antes que las personas.
El titular tiene lo suyo y es de suponer que Bieito Rubido lo llevaba mascullando días. Una persona que parecía culta y formada, ha resultado ser un balandrón mediático sin una pizca de humanidad, así purgue sus pecados con un cilicio. Es cierto que no esconde que se encuentra al servicio de la Economía, eufemismo de clase dominante, de “empresarios” ávidos de seguir acumulando millones y millones de euros sin importar las condiciones de vida de las personas explotadas. Es cierto que se embarca, sin esconderse, en lo que es claramente una parte de la lucha de clases. De ahí que califique la acción del Gobierno como ideológica. Pero no deja de mostrar sus miserias pues prefiere que cualquier empresario del Ibex-35 salve sus acciones antes que ayudar a las personas en estos momentos tan complicados. Y lo hace introduciendo varias falsedades que no tienen que ver precisamente con la acción de gobierno en sí, sino con la ideología. Porque Rubido señala al Gobierno de Pedro Sánchez como ideológico cuando él, desde sus columnas diarias y sus editoriales está haciendo una defensa apasionada y entregada de LA IDEOLOGÍA. Sí la ideología dominante de los poderosos. Igual dentro de poco, si hubiese un golpe de Estado, firmarían en ABC un portada como la dedicada al golpe de Estado contra Salvador Allende escribiendo esto: “Contra el caos creciente, contra la vía al socialismo de Allende que ha arruinado al pueblo chileno, contra la amenaza de una dictadura marxista, contra el desastre absoluto social, económico y político del país; en defensa de la paz, del orden, de la ley, de la libertad, de las conquistas sociales de los trabajadores, del diálogo y la convivencia normales se ha alzado el Ejército de Chile, columna vertebral de la Nación y única posibilidad de salvación hoy”. Palabras que parecen un eco cercano de lo que vienen publicando en sus columnas y en los distintos medios de comunicación de la derecha. En aquel momento pedían la vuelta a la democracia, pero jamás se quejaron del dictador Augusto Pinochet al que vitorearon cuando vino al funeral del dictador español.
En ABC entienden que es ideológico “un alud de medidas sociales para rescatar a los más vulnerables” o prohibir “desahucios [en tiempos de confinamiento cabe recordar], ofrecer microcréditos a los inquilinos y ayudas a empleadas del hogar”. ¿Qué quieren en ABC? ¿Dejar a las personas en la calle con una mano delante y otra detrás mientras les atrapa el coronavirus y los mata? ¿Qué las empleadas del hogar no tengan ingresos y que mueran de hambre en sus casas, si es que las llegan a conservar? Realmente ¿qué quieren hacer con los españoles en el medio de la derecha monárquica y reaccionaria? Da por pensar que lo que buscan es una confrontación social que lleva a las personas a la calle contra el Gobierno y hacerlo caer, con la ayuda del ejército si fuese posible. Ayer ya dimos cuenta de que el periódico dirigido por Rubido forma parte de los conspiranoicos contra el Gobierno, pero una cosa es generar crispación (ya lo hicieron en los años 1990s) y otra querer el mal para el común de los mortales. Ese tipo de imprecación es contraria hasta respecto a la doctrina católica que dicen profesar (no deben leer Alfa y Omega y eso que lo distribuyen los jueves).
Si se acude al Editorial casi da más pánico que la portada: “El empobrecimiento de España está garantizado con este Gobierno, en el que se han impuesto el adoctrinamiento marxista de Podemos, la colectivización de los medios de producción y las insinuaciones de futuras expropiaciones si los impuestos que se obtengan de la maltrecha clase media no son suficientes para remontar”. ¿A que les suena a la portada de Allende? En qué cabeza medio inteligente se puede hablar de adoctrinamiento marxista respecto a Podemos cuando, desde que surgió, siempre han mostrado a las claras que eran populistas (de Ernesto Laclau), que todo lo del marxismo era una antigualla y que la nueva vía de transformación vendría de la recuperación de recetas de la socialdemocracia clásica y nuevos aditamentos postmodernos. Utilizan el marxismo como si esa palabra asustase ya a alguien. Eso en tiempos de la transición era el típico asustaviejas. En la actualidad el 90% de la población igual ni sabe qué es eso. El problema es que Rubido con esa utilización demuestra que es un completo inculto, un verdadero papanatas y un montaraz del neoliberalismo. ¿Colectivización de los medios de producción? Hay que estar enfermo de la cabeza para querer ver en las palabras de los ministros y ministras algún intento de nacionalización de los medios de producción, algo que por otra parte sí permite la Constitución siempre y cuando sea razonado. Algo que han hecho en la Francia de Emmanuel Macron hace pocas fechas y no ha dicho el señor Rubido que sea un bolchevique ni nada por el estilo. Basura ideológica del ABC para proteger a LA IDEOLOGÍA.
Porque todo esto no va de medidas más o menos afortunadas, sino de vencer el día después de la pandemia. Que económicamente será complicado el día después lo sabe cualquiera sin necesidad de tener conocimientos económicos, pero si se arruina a las personas que deberían tirar del carro ese día después, no lo sacará nadie adelante. Existe realmente una pugna ideológica, una lucha de clases en la teoría si lo prefieren, que Rubido y el resto de la caverna mediática intenta vencer incluso con muertos apilados. Las personas han visto que la Sanidad está siendo arruinada por ciertos grupos políticos; han visto que los empresarios y la Unión Europea en ningún momento se han preocupado de salvar las vidas sino que todo se ha ideado para salvar el sistema capitalista y las cuentas de resultados de la fracción dominante de la clase superior (porque los pequeños y medianos empresarios les importan bien poco); han constatado que eso de la globalización neoliberal que vendían desde los medios de comunicación y las tribunas políticas parece ser que no era tan bueno y que deslocalizar fábricas ha sido más perjudicial para la población, aunque haya llenado los bolsillos de los empresarios; han visto muchas cosas, bastantes negativas para los intereses que defiende el señor Rubido. La ideología dominante del neoliberalismo está siendo volteada por una realidad pandémica, ese enemigo que no han sabido ver, y esto ha permitido reforzar el discurso alternativo (aunque sólo sea socialdemócrata relajado) al neoliberalismo en toda Europa. LA IDEOLOGÍA que defienden desde todos los medios de comunicación está mostrando sus carencias y el Gobierno no es que lo esté sabiendo aprovechar en términos ideológicos, pero sí ha encontrado una buena recepción a sus soluciones de contingencia.
La acción del Gobierno es ideológica, como la portada de ABC y los cientos de columnas mensuales lo son. La cuestión es que los liberales dicen que el liberalismo (o neoliberalismo) no es una ideología como el socialismo o el comunismo, sino que es la constatación de la realidad sin más. De la defensa de tres o cuatro principios de libertad y ya. Un eufemismo para esconder que realmente el liberalismo es la ideología dominante. Decir que unas cosas son ideológicas y otras no es tan estúpido que haría sonrojar a Destutt de Tracy (el creador del término en 1801). Los periódicos son aparatos ideológicos, en la actualidad los principales aparatos junto a las producciones cinematográficas, y por ende generan ideología. En el caso del ABC ideología dominante con ribetes fascistillas, pero ideología dominante. Esa misma que pretende someter al ser humano a la voluntad de los menos y en favor de la acumulación del capital. Rubido tiene más ideología que el Gobierno en sus columnas, en sus opiniones y en sus portadas. Bueno, en sus portadas añade repugnancia y provoca náuseas sartreanas. Siempre podrá volver a felicitar el cumpleaños al Hitler de turno como hicieron sus predecesores en el cargo. Habrá que preguntarle, si se deja, por qué prefiere más muertos que el materialismo histórico (que al fin y al cabo es una ciencia sin más).