Bastante tienen los españoles con soportar el confinamiento, la pérdida de los trabajos, las tonterías de los partidos de la derecha extrema y la extrema derecha, como para que ahora un grupo de personas muy mayores vengan a decir al común de los mortales que el encierro es fascista. Y aun menos se soporta cuando los “abajo firmantes” del manifiesto publicado son pequeño burgueses y vividores como Joaquín Leguina, Guillermo de la Dehesa (¿lo hará bajo el interés de su jefa Ana Botín?), Juan José R. Calaza o Andrés Fernández Díaz. Si piensan que al fin y al cabo son ancianos que chochean estarán muy cerca de la realidad porque no otra cosa puede ser publicar un manifiesto titulado “Contra el confinamiento de la población”.
Como ancianos parecen reclamar su lugar como si esto fuese la Atenas de Pericles o algo por el estilo, pero es que dicen algunas salvajadas como las siguiente que les colocan en el lugar de los sociópatas: “Sucede que si los abajo firmantes hemos vivido hasta edades relativamente avanzadas es porque en la juventud, nuestros padres y nosotros, entendimos que los contagios forman naturalmente parte de la vida en sociedad al potenciar la inmunidad de grupo”. Algo que es cierto pero que unido a querer acabar con el confinamiento es más abrir el Zyklon B de las cámaras de gas para millones de personas. Como les parece poco nazi el argumento se inventan que las medidas adoptadas van contra los más viejos: “Ahora, en nuestro nombre se han tomado medidas de confinamiento que estigmatizan a las personas mayores haciéndolas responsables, ante los jóvenes, del desastre económico que en marcha por no hablar del que nos espera”. ¿En qué momento se han tomado medidas en su nombre o estigmatizándoles? Como mucho los gobiernos se han preocupado de que no se llenen los hospitales y haya muchísimos más fallecidos. Eso es lo que normalmente se hace en sociedades medianamente racionales. Igual no en las que ellos idean (porque todo es idealismo en sus chochas cabezas), que allí cada cual hace lo que le da la gana y pisotea a los demás sin tener miedo a la reprimenda.
Lo curioso es que reconocen que sin el coronavirus no estarían la sanidad colapsada: “Están muriendo personas en España por causas distintas a la Covid-19 al crearse plétoras y cuellos de botella en urgencias”. Pero ellos quieren salir de sus casas, que les infecte el virus y que los hospitales no sólo colapsen sino que haya que dejar morir a las personas por las calles directamente como en países del cono sur. Por cierto, donde se aplican las medidas que ellos piden. Tienen su momento Capitán A Posteriori y emplean un lenguaje técnico para parecer que están hablando desde una auctoritas que los demás, pobres mortales, no poseen. Lo que realmente les molesta es estar confinados ellos y sus amos (la clase dominante). Por ello llaman a “volver a producir” y si caen dos millones de españoles, no será más que una medida demográfica más. Vamos que casi apoyan un genocidio controlado, por ello recurren a epidemiólogos estadounidenses para parecer más sofisticados. Viendo lo que ocurre en EEUU, mejor taparse un poco y no recurrir a ciertos expertos en masacres. Lo mejor de todo es que ninguno de los firmantes es médicos, sino economistas. Así que ya sabemos ante quién responden ellos, el Capital.
Hasta el momento les puede parecer que el texto es una más de las tontadas que están provocando el confinamiento, y que se encuentra cerca de las posiciones de la extrema derecha española. De hecho, sin ser abogado, califican la situación de “arreso domiciliario”: “El confinamiento, desde el punto de vista de la administración judicial constituye arresto domiciliario, sin que en este caso previamente haya habido juicio ni sentencia, y es, por ende, una medida de dudosa legalidad adoptada brutal e irracionalmente, sin ningún tipo de base científica, pretextando proteger la vida de las personas mayores”. La verdad es que no se han enterado del porqué del confinamiento, cual es que los hospitales no colapsen. Aun con encierro están hasta arriba, imaginen sin él como proponen estos desalmados. Vamos que quieren salir de sus casas porque están aburridos los señores. ¡Pues que lo hagan y les multen! Salvar la economía al menos dicen, pero se olvidan de la clase trabajadora en su manifiesto demostrando que no son más que un ariete del poder económico español contra el Gobierno.