No es nada nuevo que un partido político y un medio de comunicación, o dos, tengan un fuerte vínculo informativo. Aquí se ha comentado en más de una ocasión que para el PP realmente “su” BOE es El Mundo, medio al que pasa la información más, por así decirlo, importante en su batalla política. ABC o La razón son medios suplementarios de aquel a los que entregan alguna migaja informativa, como es el caso que ocupa hoy estos párrafos. No sólo en la derecha hacen eso, también en la izquierda política ha habido y hay periodistas preferidos a los que se les filtra esto o aquello con la intención de ofrecer alguna información de batallas internas, de prospectiva agonista o para ir sondeando a las personas del común sobre un tema determinado. Eso ha existido y de ello viven casi todos los medios (también se produce en otros ámbitos que no son el político) pero, ya que el presidente del PP habla de ética y estética en sus discursos, es conveniente desmontar su última alianza con ABC por zafia, mezquina y tergiversadora. Una coalición para echarle los muertos en cara al gobierno “socialcomunista” como han dejado por escrito en su último argumentario y que ha desvelado El diario. Por cierto, han amenazado al periodista Íñigo Aduriz con denuncias en tribunales para intentar amedrentarle pero teniendo las pruebas el periodista lo único que harán es mentir y hacer como que nada ha pasado.
Antes de ayer en la apertura de la pre-campaña gallega, el sinsorgo por excelencia de la política española, Pablo Casado, se atrevió a decir lo siguiente: “Me causa vergüenza que el gobierno arroje las cifras de las residencias a las comunidades del PP. Me causa sonrojo porque las estadísticas dejan muy claro que donde más fallecidos hubo fue en comunidades donde el PP no gobernaba”. Curioso que no le cause sonrojo mentir de esa manera porque la frase es falsa como verán, más allá de que el gobierno en ningún momento ha arrojado cifras contra nadie (de verdad este señor debería hacerse ver el cerebro con un buen psicoanalista porque entre la mitomanía y la manía persecutoria tiene para unas cuantas sesiones). Ayer mismo el periódico ABC, con su director Bieito Rubido al frente, publicó un supuesto estudio con cifras manipuladas, con estadísticas fuera de contexto analítico o con carencia de cifras (esto es lo más curioso) que no deja de ser un cuadro creado en Génova y que llevan semanas moviendo los cuadros y robots en redes del PP. Según ese supuesto estudio, entre las personas mayores de 65 años que han fallecido “supuestamente por coronavirus”, en Aragón habría muerto el 90% en residencias. Se dice “supuestamente” porque la fuente de información primaria (a la que hay que acudir siempre) no dice que el aumento de fallecimientos sean todos por coronavirus directamente.
En primer lugar cabe decir desde ABC se saltan los datos oficiales del ministerio de Sanidad (muertos con PCR o síntomas evidentes registrados así en los registros civiles) para apuntar que en España por coronavirus han muerto 43.160 personas en estos meses. Estos datos los sacan del Sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) del Instituto Carlos III. Estos datos los comparan con los datos, ahora sí, del ministerio de Sanidad sobre muertes en residencias de mayores provocando la primera mezcla de datos “seleccionados” para obtener los resultados queridos. Es decir, se cogen las muertes de mayores de 65 años de una métrica para comparar con otra métrica y así conseguir que se difuminen las “posibles” responsabilidades del PP. Tan sólo se utilizan porcentajes sin datos brutos con los que poder verificar que son ciertos esos porcentajes ofrecidos, sólo dicen que han muerto 40.739 mayores de 65 años y que en las residencias han sido 19.425. El resto ni un solo dato en bruto porque no les interesa realmente. Ese uso de los porcentajes acaba enmascarando una realidad distinta. Por ejemplo, si en Aragón han muerto 10 personas mayores de 65 años y 9 han sido en residencias, normal que el porcentaje haya sido del 90%. Mientras que en Madrid pueden haber muerto 10.000 personas en general y 4.500 en residencias y el porcentaje es menor y la magnitud aminora. Además, el redactor de la noticia advierte que la comparación entre una comunidad como Madrid con muchos más habitantes que Castilla-La Mancha va a provocar que haya más muertos en términos globales y por eso se recurre a los porcentajes. O ¿será porque no tienen los datos ya que el cuadro se lo ha pasado el PP? Se puede añadir algo que no han valorado, en busca de precios más acordes muchas personas mayores de Madrid habitaban en residencias de las provincias limítrofes y ¿cómo se cuentan, en Madrid global y en la otra comunidad como residencia?
El problema no sólo está en esa manipulación maliciosa sino que los datos del MoMo no dicen que el aumento de muertes sean por coronavirus, sino que hay un exceso de mortalidad respecto a lo esperado (“Los resultados obtenidos con MoMo estiman que se ha producido un exceso de mortalidad por todas las causas a nivel nacional del 13 de marzo al 22 de mayo de 2020 de un 56%. El exceso es similar en hombres (54%) y en mujeres (56%), y se concentra en los mayores de 74 años (64%), seguido del grupo de edad de 65 a 74 años (46%)”). Evidentemente el confinamiento y la pandemia han tenido que ver en ello, pero la prueba científica o judicial de la misma no se aporta. Así que utilizar un dato no verificado como mecanismo de comparación es ya un error bastante malintencionado. Por ejemplo, ese exceso en la Comunidad de Madrid es de 14.070 personas, la que más. Y son las comunidades las que cuentan y las que dan órdenes sobre cómo hacer los partes de defunción. ¿Piensan que han dejado de manipular? No. En el MoMo no se hacen conteos por edades por lo que es imposible hacer la comparación del exceso de mortalidad con los números de las residencias. No hay ninguna correlación entre unos datos y otros que pueda ser utilizada como elemento a comparar. Resumiendo esta parte, se miente con los muertos por coronavirus; se ocultan las cantidades en bruto de muertes certificadas por COVID-19; se juntan peras con manzanas para hacer creer que de ahí salen melones.
Todos esos datos, que lanzaba el político y el siervo del medio de comunicación (¿o es al revés?) intentaba justificar de forma supuesta empírica, no son más que una manipulación encaminada a una estrategia política de difamación del PSOE y de exculpación del PP. Una estrategia necrófila, como siempre le ha gustado a la derecha, y mentirosa. Si se recupera la parte en la que Casado dice “donde más fallecidos hubo fue en comunidades donde el PP no gobernaba” ahora se comprueba que ha mentido. En descargo del pepero se puede aducir que es un estólido y que realmente no estudió Economía en la Universidad, porque los datos son claros, donde más muertos ha habido en residencias es en Madrid. Como ser mononeuronal que es, ha equivocado la frase porque debería haber dicho “porcentualmente donde más han muerto…”, pero tampoco es claro ni obvio que eso sea cierto, pero sería más acorde a la pretensión de exculpación de una presidenta de la Comunidad de Madrid a la que cada día le crecen más enanos por su gestión. No sólo en las residencias sino con los costes del famoso hospital de IFEMA que clausuró en plena pandemia con “fiesta cuqui”. Rubido sale en defensa del presidente del partido de la clase dominante como buen siervo, pero pisoteando toda la ética periodística. Fíjense que con una simple búsqueda se ha demostrado que mienten y no han mirado ni los datos últimos para hacer el supuesto análisis, que no es más que manipulación.
Y es que la ideología dominante en la actualidad se nutre muchísimo de ese idealismo empirista que supone que los datos, por el hecho de ser datos, ya describen la realidad. Los datos como categoría suprema de la dominación de clase pues no se contextualizan, no se correlacionan con la materialidad, sino que se ofrecen como churros para justificar esto o aquello. Normalmente se utilizan para justificar medidas contrarias a la clase trabajadora, pero como están recubiertas de ese halo místico del dato nadie puede confrontarlo y así, ideológicamente determinado, hacen y deshacen. Como productos de esa ideología dominante, los partidos (especialmente de derechas) y los medios de comunicación (aparato ideológico principal) son las estructuras que más hacen uso del idealismo empirista y, por ello, son los que más manipulan los datos a su antojo. Más de una vez habrán visto que con los mismos datos se puede decir una cosa y la contraria sin, al parecer, caer en contradicción alguna. Lo que han hecho, sin embargo, ABC y PP no es ejercer la no-contradicción sino manipular y mezclar datos que no tienen correlación. Han mentido como vienen haciendo desde hace tiempo, incluso antes de la pandemia, como aquí se ha denunciado. Lo peor es que mienten a sabiendas, no por ignorancia sino por intereses particulares y monetarios (a Rubido le interesa que sus “negocios gallegos” vayan muy bien) o por estrategia partidista. Lo curioso es que luego habla Casado de ética cuando en algo tan sencillo como esto es el primero en manipular y mentir. Ni ética, ni estética han tenido, ni tienen en el PP. Casado al final no deja de ser un pobre hombre al que auparon por descarte y porque, pese a su soberbia, saben que es manipulable. Además como miente sin que se le ponga la cara colorada y mostrando dientes pues mejor que mejor para la política espectáculo. Muertos y datos falsos juntos es orgasmático para los medios y los partidos de derechas. Si es mentira jamás les ha preocupado, mañana dirán otra.