Tras acordar con el gobierno socialcomunista las medidas post-confinamiento y mejorar el mecanismo jurídico para no tener que proclamar otro estado de alarma (algunos y algunas se han puesto medallas de chocolate diciendo que lo dijeron y no, aunque el ministro Illa haya cometido un lapsus), el PP de Pablo Casado, que no es todo el PP, ha sacado otro monotema con el que intentar hacer oposición. Sí, un monotema porque no tienen la suficiente capacidad de manejar dos o tres temas a la vez. No les llega suficiente oxígeno al cerebro para poder tener una perspectiva múltiple. También, no se vaya a pensar solamente mal, puede ser que por culpa de los recortes y que ya no manejan dinero en B han reducido tanto los asesores que les queda uno para todos y en semejante explotación de la inteligencia no pueden hablar más que de un tema. No haciéndolo con propiedad, pues hablan y hablan sin decir algo, no hay plausibilidad para este argumento. Cabe otra posibilidad como es que piensen que la mayoría de españoles y españolas son completamente imbéciles y por eso tienen que manejarse con el monotema. Este argumento es mucho más plausible pues la soberbia de quien dirige el PP es de magnitudes hasta el momento desconocidas en la historia de España.
¿Cuál es ese monotema? Las infecciones importadas por culpa de las medidas que se toman en el aeropuerto de Barajas. Obsérvese que no dicen aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas, no tienen realmente orgullo de las personas que hicieron la transición hasta que las pueden lanzar contra el otro. Volviendo al monotema del PP, están preocupados por lo que pueda entrar por Barajas y todo porque les preocupa que aumenten los infectados en la Comunidad de Madrid. Lo que pase en el Prat, aeropuerto bastante utilizado en estas fechas como el de Málaga o el de Mallorca, les importa poco o tienen una estrategia más salvaje como se verá. No quieren que aumenten los contagios en Madrid porque son conscientes de que Isabel Díaz Ayuso no tiene la capacidad para manejar otro confinamiento parcial, ni está preparada la comunidad para sanitariamente para afrontar otro repunte pandémico. Son, por tanto conscientes de que la sanidad madrileña la han destrozado salvajemente y no resistiría otro empujón pandémico.
Podrían alegar que por Madrid entran personas que se pasean por toda España. Hasta cierto punto es verdad, pero sólo hasta cierto punto. Porque, por ejemplo, las visitas a Toledo son puntuales, como lo son a Segovia, mientras que las pernoctaciones suelen ser en Madrid. Pasan más tiempo en la capital y la capacidad de infección es mayor. Lo que suceda en Cataluña o Baleares les trae sin cuidado. De hecho podría ser una estrategia para que se infectasen muchas personas que viven en Cataluña y ver si así mueren independentistas o poder echar la culpa a esos mismos por su gestión de la pandemia. La realidad es que lo han hecho fatal y tienen los mismos problemas que en Madrid, pero como les gusta mucho lo central para darse bombo en el pecado llevan la penitencia. En Baleares sin palma el emérito harían un favor a la monarquía o así debe ser la estrategia en ese territorio Lo curioso es que en la tierra de Juan Manuel Moreno Bonilla quieran que mueran personas, ¿será que quieren acabar con el trifachito andaluz y no saben cómo?
La realidad es que insisten con Barajas porque son seres mononeuronales y pretenden despistar de las tropelías cometidas por IDA durante el confinamiento. Cuando Teodoro García Egea compara el aeropuerto de Barajas con el 8-M como focos pandémicos (sí, ha hecho esa comparación) está clara la estrategia de despiste y de protección de la protegida de Casado. Pasaron meses señalando al 8-M que dependía del gobierno, no como los cientos de actos que dependían de Comunidad y Ayuntamiento o los millones de personas desplazándose en el Metro, para eludir responsabilidades y acusar al feminismo. Ahora la culpa será de los extranjeros, cuando algunos focos de contagio son en puestos de trabajo, en empresas que deberían tomar todas las precauciones. Extranjeros malditos que vienen a infectarnos quieren decir. Paradójico este argumento porque hasta ayer decían que si el gobierno pedía un pasaporte sanitario o hacerse las pruebas PCR antes de viajar impedirían la llegada de turistas, ¡con el perjuicio económico que supondría! Ahora, les parece mal que se adopten las medidas de la Unión Europea (hasta que haya un acuerdo nuevo) no vaya a ser que contagien. Que contagien sólo en Madrid porque lo que pasa en otros aeropuertos les da igual cabe recordar. Curiosamente ahora desde la Comunidad de Madrid piden por escrito al gobierno que sí, que se hagan las PCR en origen. ¿Por qué ese cambio de opinión?
El cambio de opinión tiene una clara respuesta: no habrá estado de alarma. Justo lo que llevaban pidiendo desde casi comenzar el confinamiento (¿recuerdan que Casado quería que se volviese a la normalidad cuando había miles de muertos diarios?) y que han logrado en el acuerdo con los socialcomunistas conlleva un problema enorme: toda la responsabilidad recaería en las presidentas y presidentes autonómicos. Desde el PP quieren proteger a IDA como sea, no porque ella sea la amiga de Casado, que también, sino porque es su buque insignia (la Galicia de Feijóo no porque suena demasiado como sustituto del actual presidente pepero). El centralismo deseado para acabar con las tonterías de los que no aman a España, ese pensamiento reprimido en todas las cabezas de las personas del PP, les lleva a apoyar como sea a IDA para poder desgastar a la coalición satánica que gobierna. Ahora los problemas coronavíricos serán de las instituciones intermedias y por eso reculan en tablas como los toros mansos (ya que son tan aficionados a la tauromaquia).
Protegen Madrid pero dejan a su suerte a las demás regiones que tienen aeropuertos con millones de pasajeros en estas fechas. Lo de proteger es metafórico porque les gustan demasiado los muertos para lanzarlos a los demás, pero no para que se los carguen a ellos. Por eso los muertos irreconocibles del Yak-45 o el metro de Valencia se olvidan y no tienen empacho en apropiarse de otros. No les importa que se infecte toda España pero Madrid, por la repercusión mediática y simbólica que tiene, no. Y no les importa porque en realidad son una banda de sociópatas. No sólo por lo pandémico sino por lo económico o social (“siempre ha habido hambrientos” y esas cosas que dicen). “¡Viva la muerte!” es su lema, siempre y cuando no cuente en su marcador. Política espectáculo pura en el PP pidiendo las medidas que antes negaban que fuesen buenas y necesarias. Mañana dirán otra cosa distinta cuando los empresarios del sector les digan que así acaban en la ruina.