Durante una entrevista con Salvador Sostres en el “diario” ABC la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha querido hacer una gracieta mediante una supuesta correlación de dos variables: fútbol y política. Dos variables que, en principio deberían ser independientes, pero que el cerebro de la pepera ha querido juntar para no se sabe bien qué conclusión. Esta es la frase que ha utilizado: “Yo no soy muy seguidora del Barça. Pero cuando al Barça le va bien, al PSOE le va bien, y al revés. En cambio, el Madrid se pone a ganar Ligas, y el PP empieza a subir. Supongo que no tendrá nada que ver, claro”. No tendrá nada que ver pero establece la correlación, la cual es falsa como podrán comprobar.
Durante el Gobierno de Felipe González, el cual comenzó con victoria liguera del Athletic Club de Bilbao, la cual repetirían al año siguiente, el Real Madrid ganó 7 ligas (especialmente las cinco consecutivas de la Quinta del Buitre), mientras que el FC Barcelona ganó 5 (las cuatro del cruyffismo), mientras que en la decadencia felipista venció el Atlético de Madrid. La realidad muestra que en pleno apogeo del PSOE ganaban los madrileños. Durante el gobierno de José María Aznar al Real Madrid no le fue muy bien, de ocho ligas tan sólo venció en 3, el Barça 2 y el resto se repartió entre Deportivo de la Coruña y Valencia (2). Durante el mandato de José Luis Rodríguez del PSOE, que coincide con la llegada de Joan Laporta a la presidencia del Barça y la irrupción de Messi, el conjunto catalán ganaría 5 ligas por 3 del madrileño. El primer año de gobierno de M. Rajoy venció el Barça y durante su mandato ganaría 5 ligas, por una del Atlético y una del Real de Madrid. Con la llegada de Pedro Sánchez la liga ha sido ganada por el conjunto capitalino. ¿Hay correlación? Ninguna, pero hay que lanzar la puyita para quedar bien con los votantes. Para intentar hacer ver al madridista que si vota al PP su equipo ganará más que el contrincante, cuando nada tiene que ver.
Su cerebro no le sirve para hacer correlaciones porque toma variables no dependientes. Por cierto, cuando escuchen o lean a alguien hablar de correlación de fuerzas huyan porque no tiene ni idea –en la lucha de clases hay relaciones de fuerza, no correlaciones ya que los elementos de las correlaciones aumentan o disminuyen ambos a la vez-. Pero tampoco es su cerebro válido para hacer correlaciones entre variables que sí son asimilables. Entre acudir al trabajo en vagones llenos a rebosar de personas y el aumento de infecciones por coronavirus hay correlación estadística. Entre estar ocho o más horas trabajando en una oficina con grupos de más de 10 personas y la infección por coronavirus sí hay correlación. Entre no tomar medidas preventivas (contrataciones, desdoblamiento de aulas, etcétera) para que la chavalería acuda a clase y que acaben infectándose también hay correlación. Entre no haber entrenado al cuerpo docente, ni haberle dotado de los medios suficientes y la pérdida de dos años de enseñanza de las hijas e hijos de los madrileños (y los que llegan de fuera a la Universidad) también hay una correlación. Entre haber desinvertido en la Sanidad pública y que se mueran las personas no sólo por el coronavirus también hay una correlación estadística. Su cerebro, como se puede comprobar, no asimila estas correlaciones. No puede. Se bloquea. Pero para las tonterías es lo primero que se activa en IDA.
Es tan negada para las correlaciones que ni ha pensado por un momento que ha despreciado a los y las votantes del Atlético de Madrid, los de derechas se le irán a Ciudadanos (el consejero Ángel Garrido es buen atlético e Ignacio Aguado es muy amigo de Miguel Ángel Gil) o Vox -salvo su portavoz en la Asamblea madrileña, Alfonso Serrano-. También ha despreciado a los del Rayo Vallecano –aquí tampoco es que haya mucha gente de derechas-, a los del Getafe, a los del Leganés, o a los del Alcorcón… Es más, la afición culé en Madrid tampoco le dará su voto. Si intentaba jugar con sentimientos futbolísticos y opción política le ha resultado mal, que tampoco está el monte lleno de ciervos. El problema es que es incapaz sin más, sea del Real de Madrid o del PP.
La verdad es que no hace falta dedicarle tiempo a esta señora.