Según se van descubriendo más partes del famoso chat de los militares de la XIX del Aire más claro va quedando el alto nivel de desinformación, cuando no directamente de ideologización, que sufren ciertos grupos en España. No es que en la izquierda tampoco es que sea la cuestión mucho menos ideologizada pues, al fin y al cabo, los medios de comunicación no dejan de ser sino Aparatos Ideológicos, pero desde luego no llega a los extremos tan cavernarios. Sí, los medios de comunicación de la derecha, que son casi todos (la Brunete mediática), viven en la oscuridad de la caverna mientras que los de la izquierda intentan asomarse a la luz y ver cierta realidad. Si se fijan bien en la derecha sólo informan, en el sentido más cercano al concepto, cuando hay alguna pelea dentro del Consejo de ministros, el resto del tiempo son inventos, malinterpretaciones o directamente mentiras.
Sin exceptuar la formación fascistoide que pueda haber recibido, una persona de derechas conecta la radio y escucha a Carlos Herrera y su cómplices o a Federico Jiménez Losantos asesinando al periodismo. Se informa con OkDiario, ABC, La razón, Vozpopuli, El español, o el lanzador de bulos de fascista mediterráneo digital. En televisión ve la casquería de la mañana con Susanna Griso o Ana Rosa Quintana, el telediario de Vicente Vallés o el canal obispal 13tv. Si a eso se le suman los columnistas del tipo Juan Carlos Girauta, Miguel Ángel Belloso, Carlos Cuesta, Isabel San Sebastián, Mario Vargas Llosa, Jorge Bustos o peores, que los hay. Y no hacen más que aparecer en todos ellos personajes como Eduardo Inda o Francisco Marhuenda, normal que puedan pensar que en España el gobierno de coalición va a implantar una dictadura, comisarial además, como la venezolana o la soviética. No han dejado de azuzar el tema de la dictadura que les sirvió para hacer otra conspiración durante la época del confinamiento, como se desveló en estas páginas.
Es un goteo ideológico constante el que sufren las personas que sólo se informan mediante los aparatos técnicos de la derecha. Un goteo lleno de mentiras o medias verdades –que a veces son peores que las mentiras- que no forman una idea exacta para la persona que se enfrenta a ellas. Y si encima aparece el muy machote Arturo Pérez Reverte diciendo que toda la clase política es una mierda, normal que estén limpiando las armas para dar un golpe de Estado. Cierto que venían autoritarios de fábrica pero sin ningún tipo de contrapeso, alguna racionalidad, lo que hacen desde los medios de derechas en confirmar el propio sentimiento y provocar la reacción de quienes tienen las armas. Algo clásico en la prensa de derechas española que tiene acostumbrada a la población a llenar todo de mentiras (recuérdese la famosa Conspiración contra Felipe González). Como se ha dicho antes en la izquierda también sucede algo similar pero entre el cainismo propio de ese sector político y que quedan personas con ética en su trabajo (magnífico trabajo el de las gentes de Infolibre) suele haber algo más de luz. Pero no extraña que siempre aparezcan los axiomáticos de Sánchez e Iglesias a defender lo indefendible cuando aparecen críticas, aunque no llegan al extremo de las gentes de derechas.
Son muy cucos quienes ejercen en la prensa de derechas, no sólo hablan de dictadura sino que tienen la cara dura de utilizar conceptos como “delitos de autor” en referencia a la legislación penal contra la violencia machista, pero ocultan que mayores delitos de autor no existen más sino en la legislación mercantil o laboral. O hablan de “populismo punitivo” –este concepto les encanta a los liberales libertarios- como fórmula de utilizar el derecho de forma ideológica. Olvidan que en la izquierda toda la legislación siempre ha sido calificada de ideológica o punitiva. De hecho el derecho es coactivo y castigador sino no lo sería. Vamos que lo que no les gusta, ni beneficia a la clase dominante, de la que son quienes escriben en los medios meras subcontratas ideológicas, es malo, malísimo. Y así día tras día, llenando la cabeza no de ideas sino de soflamas ideológicas para acabar con el gobierno de la forma que sea… y si dicen de la forma que sea entonces ya tienen los militares fascistoides la cerilla para prender la bomba.
Culpables los militares y todas esas personas que carecen de personalidad democrática, sin duda. Pero igual de culpables son los medios de comunicación de la derecha (¿se puede incluir a La sexta ahí?) por estar aportando leña para que comience la pira. Sin duda el gobierno comete errores, no son infalibles; sin duda hay que tener mucha precaución con algunos socios de la investidura y los PGE; sin duda Iván Redondo es nefasto; sí todo eso está ahí, pero cambiar el régimen para pasar a una república bananera es no conocer España, ni a Pedro Sánchez. Jamás el presidente del gobierno permitiría algo así, aunque sea por propio egoísmo. Por el contrario, todas esas gentes de derechas acaban viendo como un sinsorgo como Pablo Casado se cree y azuza que quieren implantar una dictadura y además acabar con el monarca, llevándose a la monarquía como institución a la derecha (algo que parece gusta en Zarzuela y que será su tumba). Normal que si el referente político de la derecha se lanza con esas estupideces, los militares quieran dar un golpe de Estado pues piensan que España les apoya… y no. Ni España (se sea de derechas o de izquierdas), ni la Unión Europea, ni la OTAN. La culpa, como se ha reiterado, búsquenla también en quienes dan la matraca todo el día y están soportados por las distintas fracciones económicas de la clase dominante (que tampoco hay que olvidarlo).