Penúltima porque siendo el personaje que es seguramente vendrán muchas más meteduras de pata en el futuro (no se descarta que hoy mismo). Metedura de pata por no decir idiotez, estupidez, incompetencia o negación de toda razón –un titular para no humillar más de lo debido y prudente al sinsorgo-. Pablo Casado alcanza la majestuosidad de lo absurdo justo el día que los reyes magos han repartido algo de felicidad por España, por lo que tamaña afrenta a la racionalidad queda opacada por estar la gente a otras cosas, aunque para eso se está aquí, para señalar la estupidez del presidente del PP. Parece que no le basta con las ridiculeces y privatizaciones de sus secuaces regionales, que tiene que intentar quedar por encima de ellos y ellas en estulticia.
¿Qué ha pasado? Primero, tras desvelar The Washington Post que Juan Guaidó, el famoso presidente encargado de Venezuela, y sus colaboradores habrían despistado 40.000 millones de dólares de fondos destinados a lograr la democracia en su país, el gobierno de Donald Trump, no de demócratas o liberales peligrosos, sino de la administración Trump –como dirían los repipis de relaciones internacionales-, le ha retirado su apoyo como presidente encargado. Deja de reconocerle como persona que tenga algo que ver con manejo de fondos o del proceso para la democracia en Venezuela por algo tan típico en aquellos lares como llevarse la caja. No ha metido la mano, sino que directamente se lleva toda la caja.
Acto seguido, y preocupados por rumores que se venían extendiendo, la Unión Europea, por palabra de su jefe de exteriores Josep Borrell, ha decidido retirarle la confianza al presunto corrupto Guaidó. Siguiendo las pautas de la potencia imperial, no quieren saber nada de un señor que está ya manchado por la corrupción en una cantidad enorme de dinero que se ha quedado en cuentas opacas, paraísos fiscales y bolsillos ajenos. Era sencillo prever que siendo políticos venezolanos que carecen de escrúpulos acabasen quedándose con dineros de todos los venezolanos. El saqueo de PDVESA y luego el saqueo Guaidó como muestra de lo que se cuece en el país latinoamericano. Esto no quiere decir que se apoye al sátrapa Nicolás Maduro, ni a su Asamblea recién elegida, no. Es que ya no se reconoce a nadie en sí. Guaidó ya sólo es representante de la corrupción y de cuatro o cinco venezolanos más.
Con todo esto –medio mundo quitando el apoyo a Guaidó-, al estólido Casado nada más que se le ocurre exigir al presidente del gobierno de España que apoye firmemente al corrupto. Sí, como lo leen. Casado exige a un gobierno democrático que apoye a un tipejo que está señalado por llevarse el dinero de la lucha contra la dictadura madurista. Es cierto que la historia del PP es la que es, tiene sus raíces en la dictadura franquista, pero decían que habían avanzado y que apostaban por la democracia y el imperio de la ley. También cabe recordar que el propio Casado afirmó con rotundidad que en cuestiones de corrupción nadie les podía dar lecciones (tienen corrupción de todo tipo). Pero de ahí a apoyar a un corrupto al que quitan el apoyo todas las democracias del mundo exigiendo al gobierno español que le apoye contra viento y marea hay un límite.
¿Por qué este apoyo al corrupto Guaidó? ¿Estarán financiando de algún modo los venezolanos que viven en España al PP para que éste deba este tipo de humillación? ¿Habrán llegado a bolsillos “españoles” o “peperos” parte de esos 40.000 millones de dólares para que Casado haga ese esfuerzo, no mental, de apoyo a la causa corrupta? ¿Qué debe Casado al “millonario exilio venezolano” para que exija al gobierno hacer lo contrario de lo que dicta la razón y hacen instituciones tan dispares como el gobierno Trump o la UE? O ¿es que es así de tonto Casado que ni se ha informado del caso de corrupción y sigue en su mundo? “Tonto es el que hace tonterías” decía Forrest Gump y parece que Casado se ha puesto a hacerlas para encajar con el adjetivo que le estaban poniendo desde todos lados. Eso o que eufórico porque ha visto la cabalgata de los reyes magos se haya puesto hasta arriba de morapio y haya escrito en condiciones deplorables. El caso es que ha metido la pata al pedir a Pedro Sánchez que apoye a un presunto corrupto.