Numerosas personas se asombraron ayer al conocer, incluso de labios del propio vicepresidente segundo del gobierno, que Podemos/Comuns prefiere que en Cataluña se vote a ERC. Incluso contra los resultados que podría obtener su propia formación, Pablo Iglesias prefiere que ERC venza en los comicios catalanes antes que Salvador Illa, de su socio gubernamental el PSOE, para poder seguir siendo el “eje vertebrador” de poder dentro del Gobierno estatal. Sin duda se han asombrado muchas personas pero no aquellas que diariamente siguen la información en Diario 16. Periódico el cual ya adelantó esa maniobra hace más de una semana.
En un artículo publicado el 19 de enero, “¿Estudió realmente Iglesias Ciencias Políticas?” se explicaba irónicamente lo siguiente: “Amado líder se ha autoelegido como único interlocutor válido entre el Gobierno y los grupos independentistas que tienen representación en el parlamento. Es ÉL quien habla por ellos a nivel estatal y quien les representa frente “a las amenazas del Estado represivo […] La estupidez de Iglesias tiene una finalidad estratégica de poder frente a Pedro Sánchez, no busquen más”. Ese el papel clave que se ha asignado Iglesias y es el que no piensa perder dentro del Gobierno. De hecho, nada ha hecho, para demostrar su poder, en la negativa de ERC a votar el Decreto Ley sobre los fondos europeos y los pagos a Florentino Pérez que ha acabado salvando la abstención de Vox (igual Inda debería retractarse de su editorial contra la ultraderecha que ha salido a defender a su jefe con él no ha hecho).
Si piensan que esa estrategia que se desveló es pura casualidad, sólo hay que leer el artículo que se publicó el 26 de enero “Todos contra Illa y el PSOE” para confirmar que en Diario 16 se tenía clara esa intención de perjudicar al PSC en Cataluña a costa de todo con tal de que amado líder siga quedando como elemento clave en las relaciones Gobierno español-gobierno catalán. Allí se volvía a contar: “Podemos ya se sabe que juega a dos bandas, quiere la unión pero no le importaría la secesión, aunque en los últimos tiempos aparenta más estar del lado de los separatistas. No por cuestiones ‘democráticas’ sino de relaciones de poder de amado líder”.
Antes, junto un día antes, Diario 16 había un titular bien claro: “¿Trabaja Podemos para el secesionismo catalán?”. En el mismo se explicaba “Pablo Iglesias había diseñado una estrategia donde ÉL sería pieza esencial de un posible tripartido (Podemos-ERC-PSC). Amado líder tendría en su mano, para su lucha contra Sánchez, la llave de contentar a los grupos catalanes para posibles acuerdos y con una Generalidad tranquila. Abrazado a ERC quería humillar al PSC, obligándole a unirse a lo que dijesen ellos, y maniatar a Sánchez en el gobierno estatal”. Además se explicaban las duras declaraciones de la ex-novia de Iglesias Jéssica Albiach, candidata a la presidencia, en el contexto podemita-secesionista.
Las personas que leen Diario 16 estaban ya informadas de las intenciones que, ayer, otros medios daban como posible exclusiva o de la que se asombraban. Eso mismo le ha pasado al purgado Ramón Espinar, quien en un mensaje en redes sociales se ha mostrado perplejo ante la visión de poder y no de izquierda transformadora de amado líder. Le ha costado al ex-dirigente de Podemos comprender que Iglesias tan sólo se mueve por poder. Y como el poder tiene una doble lógica, aparentar que se hacen cosas por los demás mientras se aumenta el poder, al final, en las situaciones donde se cree que se perderá el poder, acaba apareciendo el rostro desnudo del mismo poder. Iglesias sin ese papel intermediador no es nada dentro del Gobierno. Hasta el momento no ha aportado realmente nada personalmente, salvo discusiones dentro del Consejo de ministros (especialmente en defensa de, ¡Oh asombro!, Irene Montero). Yolanda Díaz ya ha dejado claro que ella no pertenece a Podemos, Alberto Garzón está a verlas venir, Montero no hace más que generar polémicas –culpabilizar a los barrios obreros, junto a Iglesias, de ser cuevas de homófobos y xenófobos igual no ha sido buena idea- y Manuel Castells pues no se sabe ni si existe.
Cuando Illa dejó su cargo de ministro ninguno de los ministros de Unidas Podemos tuvo ni una sola palabra de despedida. Estaba clara la orden no fuese a ser que igual ganase un voto el PSC por ser educados. Ya saben ahora en Cataluña que los comunes prefieren que gane ERC, el procesismo, el racismo nacionalista antes que una formación, por muy templada que la vean, de izquierdas. Es más, ahora en Cataluña (y en España) a la izquierda del PSOE no hay nada porque amado líder en su afán de poder lo ha volatilizado de tal forma que ni una salida de la coalición de IU valdría. Enrique Santiago, jefe del PCE, está ahí, trabajando para ÉL a fin de que no ocurra lo que muchas personas llevan pidiendo hace tiempo. Es como el caballo de Atila, por donde pasa no vuelve a crecer la hierba. Con la salvedad de que Atila sí ganaba.
que estupidez, ERC iba a votar en contra de cualquier manera porque hay elecciones en Catalunya y eso que Iglesias no es nada dentro del gobierno porque no ha hecho nada, hacérselo mirar porque todo a lo que llegó Sánchez es pura obra de el SG de UP