El miedo debe ser el sentimiento que provoca la manipulación consciente de datos y titulares que viene realizando La razón en las últimas fechas –fechas que podrían extenderse a años visto lo visto-. Ayer mismo, gracias a una encuesta, Francisco Marhuenda lanzó a sus huestes a visibilizar una posible preocupación en Moncloa por unos datos que, a su buen entender, serían catastróficos. Un aviso al patrón del navío español para… En realidad no se sabe para qué, pero algo acabará saliendo a colación de esas informaciones manipuladas. Lo que sí es cierto es que en cuanto el PP se encuentra en dificultades (electorales, judiciales, aznarianas…) siempre aparece el “bueno de Paco” para intentar desviar la atención. Y como aparece en todas las televisiones, radios y esferas paralelas de lo mediático puede enseñar un papel –que nadie lee, por supuesto- donde se dice algo malo del PSOE. Un cherry picking de manual que dirían los anglosajones.
No es nuevo este tipo de servicios que ofrece el director de La razón, en su momento ya se conoció que realizó diversos ejercicios de coacción mediática contra Cristina Cifuentes por la corrupción dentro del Canal de Isabel II. Ahora sus jefes no le hacen bajar al fango de esa forma pero siempre él está alerta para apoyar a sus preferidos políticos. Ayer mismo salía una encuesta realizada por NC Report (que no es que acierten mucho) donde el PP caía en intención de voto en favor de Vox. Algo que se viene observando desde hace tiempo y se ha contado en este mismo periódico el porqué de los datos que no cuadran. El PSOE perdería un 0,6% respecto a las elecciones generales pero, por arte de birlibirloque, es la derecha la predilecta de España al sumar el 46% de los votos entre los tres partidos, eso dando por supuesto que son un bloque casi monolítico. El PP, pierde casi un punto de intención de voto, que siendo como es una encuesta prefabricada, no deja de ser un trauma porque hace poco hasta obtenían más escaños que el PSOE. Vox crece 3 puntos y Ciudadanos camina hacia la desaparición. Lo normal y que a nadie extraña.
Sin embargo, esos datos muestran más una pelea entre las derechas que un declive del principal partido en el gobierno, el PSOE. Como es conocido que Marhuenda siente más odio por este partido que por Unidas Podemos (al fin y al cabo trabaja en un grupo mediático que siempre ha tratado bien y ha servido de trampolín a Iglesias y cía.), algo había que fabricar para señalar a Pedro Sánchez y no a Pablo Casado. De ahí que inventen un artículo de supuesto análisis cuyo titular es: “Alarma en el PSOE: cede 344.000 votantes a PP, Vox y Cs y no recoge la caída naranja”. Desde que lo ha leído el camarlengo monclovita, Iván Redondo, no ha podido dormir ni comer seguro. Claro que si le ha dado por leer los datos igual hasta se ha comido un chuletón. Si se hace caso a la pérdida de 0,6 puntos y se extraen de los 6.792.199 votos que obtuvo el PSOE en 2019 (única cifra utilizable) la pérdida sería de 40.753 votantes. ¿Dónde están los más 303.000 votos que dicen que pierden en el PSOE? Es más, si se compara con la encuesta de enero del mismo periódico, Sánchez aumenta los apoyos, ¿dónde está la alarma?
No hay nada como manipular un titular para conseguir transformar la realidad. Es más, el análisis hasta intenta mostrar que no sólo pierde esos 344.000 sino casi medio millón más: “El PSOE, que pierde 422.118 votos respecto a las últimas elecciones cede más a su derecha que a su izquierda. Hasta 344.000 papeletas se reparten entre PP, Vox y Cs. 135.000 se fugarían al partido de Casado, 41.000 a Vox y 168.000 a Inés Arrimadas. Deben, además, prestar atención al núcleo de simpatizantes descontentos que hoy se quedaría en casa: hasta 472.000”. En realidad perdería sólo 40.000 votos con todos los cambalaches de cambio de voto, pero a Marhuenda y sus huestes les gusta más señalar que son casi un millón de euros la pérdida. Todo por la salvación del PP pero sin importar retorcer los datos o inventarlos por la causa. El problema no es que intenten hacer estas cosas sino que no sufren ni el mínimo sonrojo en engañar cuando es bien sencillo hacer las cuentas y desmontar las trampas. No importa porque el grupo mediático al que pertenece tapa todo y les vale el titular para encizañar.