Jamás los españoles reconocerán todo lo que le deben a amado líder. Que abandone su puesto como vicepresidente segundo para salvar Madrid de las hordas fascistas, no es más que un nuevo cuartel que incorporar a su blasón. Allí pondrá “luchador antifascista” como bien ha recordado al despedirse desde la tribuna parlamentaria, algo que es obvio frente a la llegada de Hitler, Mussolini y los escamots fascistas de ERC… ¡Ah no! Que estos últimos son amigos y ese pasado fascista no importa. Bueno. Que va a luchar contra el fascismo, el neoliberalismo, la traición a la izquierda, la corrupción y lo que se le ponga por delante. Y todo porque antes de ÉL no ha habido nada. Era todo oscuridad y carencia de democracia. Nadie había tenido sus títulos (esos que no se cansan de destacar sus obreros de las redes y que no tiene nada que ver con el elitismo o el clasismo), nadie ha tenido su oratoria, nadie ha tenido… nada comparable a ÉL.
Pedro Sánchez habrá pasado la última noche llorando y extrañando ya a quien tanto le ha enseñado sobre la democracia, la verdadera izquierda o la lucha antifascista sin fascistas. Nadia Calviño y Margarita Robles no han llorado, pero como bien han explicado los epígonos de amado líder, al fin y al cabo, no son más que los peones de la derecha en el Gobierno. Por tanto, personas que deberían acabar sus días fuera de la política y de cualquier puesto de responsabilidad, siempre y cuando no hagan acto de constricción y pasen a ser reeducadas en la Universidad de Verano morada. Lo que cualquier demócrata sabe que hay que hacer con las personas que no conocen la Verdad y no entienden al mesías que ha enviado el Espíritu Absoluto de la Historia para salvar a España.
“Hoy hemos despedido así del Congreso a la persona que más ha hecho por la democracia y la justicia social desde que yo tengo uso de razón política. El adiós que muchos deseamos que sea un hasta pronto, precisamente porque amamos a nuestro pueblo” ha dicho el edecán Pablo Echenique en el momento de la despedida. Bien es cierto que razón política nunca ha tenido el portavoz morado, más bien ha sido sinrazón y ganas de purgar y de malmeter, pero no dejen que algo así les impida comprender el hermoso mensaje que ha dejado a los españoles. La democracia sólo ha tenido visos de alcanzar su más alta cota en cuanto puso el primer pie en el Congreso amado líder. La justicia social jamás ha existido en España. Lo del régimen del 78 ha sido todo un engaño de apariencia democrática, una apariencia que ha permitido a Podemos entrar en distintos puestos institucionales. Y respecto a la justicia social cosas como la universalidad de la sanidad, de la educación, la dependencia, el matrimonio de personas del mismo sexo, la ley del aborto, la posibilidad de divorciarse y otras leyes similares que fueron legisladas por el PSOE y otros partidos apoyaron no existen. La “justicia social” sólo es lo que amado líder que es y cuenta desde su llegada a la política de masas.
Y ahora va a acabar con la corrupción además de con el fascismo. Como buen demócrata ha amenazado a Isabel Díaz Ayuso con su prisión. ¿Por qué? Por la corrupción y las muertes en las residencias de ancianos… ¡Uy, esperen! Sobre esto último igual no porque amado líder era el encargado gubernamental de las mismas, en su obligación de vigilancia cuando menos. Entonces de otra corrupción que seguro existe. En definitiva va a salvar Madrid y ordenar al sol que mañana y los días que quedan hasta el 4 de mayo salga y se ponga según su voluntad todopoderosa. Entre tanto ha legado el intento de acabar con el feminismo al imponer la ideología/teología queer; el apoyo a partidos nacionalistas con claro tinte racista; acabar con IU y su legado de lucha del cual se ha apropiado; que en media España gobierne la derecha y la ultraderecha; bronca y cacerías en redes sociales; y un nuevo testamento que se resume en: la izquierda soy yo y más allá es todo revisionismo o fascismo.
Si todavía en Podemos no se han dado cuenta que el adanismo, el egocentrismo, el extremismo, el espectáculo, el culto al líder, la falsa democracia directa y demás chuminadas que se les han venido ocurriendo espantan a las personas de bien que son los españoles, es que no han entendido nada de la política. Decir verdad no es ser más ortodoxo que nadie, es poner a prueba los datos (empíricos o cualitativos) con la misma realidad y los datos que los demás también pueden aportar. Ni Hegel llegó a ese absoluto pues era dialéctico, tan sólo se quedó en el Estado como última forma política y con dudas. Insultar a quienes son socios, a quienes podrían votarle tampoco es algo muy lógico, ni muy racional (Echenique tiene para pensar con esto). Son muy cansinos pero no se han enterado. Por mucho que les cueste comprender, la vida seguiría perfectamente sin ÉL, hasta igual sigue de mejor forma. Y que exista esa continua sospecha de que las personas están en las listas por amistad y por la bragueta debería ser para preocuparse… entre otras cosas porque a ojos de todo el mundo ha parecido verdad en un par de ocasiones. Y esto ni las gentes de derechas lo han hecho de tal forma (salvo Aznar que ya se sabe que también es muy machote). Tanta paz lleve como tranquilidad deja o ¿volverá cuando no consiga ganar en Madrid?