Si ustedes sólo leyesen la “prensa podemita” comprobarían que todo lo bueno que ha podido hacer el gobierno es gracias a Podemos y todo lo malo culpa del neoliberal Pedro Sánchez. Por suerte la mayoría de personas no leen esa prensa, o no sólo leen esa prensa, y están perfectamente informados de que lo malo es de todos y lo bueno también. Esto no empece para que continuamente desde las filas moradas se esté sorbiendo –ahí en sus cargos altamente remunerados y con asesores y asesoras a mansalva- y soplando –haciendo como si eso de estar en el consejo de ministros no fuese con ellos-. Lo que acaba sorprendiendo a las personas racionales es que si tan mal hacen las cosas las gentes del PSOE, ¿por qué no dimiten?
No van a dimitir porque están agarrados a la cartera ministerial con unas uñas que ni un águila presta a cazar un rebeco. Sin embargo, como no tienen otra cosa que hacer anuncian movilizaciones por toda España contra el gobierno ¡¡¡del que forman parte!!! Si piensan que el resto de los mortales van a pensar que Ione Belarra se opone a las decisiones de Irene Montero, o que Alberto Garzón se va a atar a un león de la puerta de las cortes para reclamar cualquier derecho inaplazable de esos que suelen inventar como buenos postmodernos, es que no les conoce lo suficientemente bien. Suponiendo que lograsen reunir más de cien personas, les echarían desde el gobierno encima a los antidisturbios para justificar cualquier discurso sobre los aparatos represivos del Estado y esas cosas que tanto les gustan. La realidad es más sencilla de lo que parece, a pesar de que les cuentan que es compleja.
Podemos camina, como en la canción de Siniestro Total, hacia la extinción más pronto que tarde. Ya están dentro de la organización (da igual que lo llamen Unidas Podemos, Podemos, IU, PCE o centro multivalente de actividades cósmicas) peleándose porque ven que en las próximas elecciones igual no hay cargo para casi nadie. Los que iban de paso por la política están de nervios previendo que igual tienen que trabajar. Quienes son ministros o ministras anhelan la esperanza de que una empresa del Ibex-35 o una ONG de George Soros o la CIA (ONU) les dé cobijo con un buen sueldo, quienes no han llegado ni a eso tiemblan al observar que tendrán que trabajar por 1.000 euros con suerte. Así, ya le están moviendo la silla a Yolanda Díaz desde el sector monterista porque lo que dejó dicho el mesías (Pablo Iglesias) sobre la candidatura de la gallega es interpretable al trasladarse a los evangelios.
Que se extinga Podemos es, incluso, bueno para la democracia y la izquierda española –aunque van a pasar años antes de que pueda surgir algo en condiciones a la izquierda del PSOE-. Se vislumbra la marcha de una banda de demagogos come ostras que han provocado un daño social enorme. Claro que igual por eso los apoyaron desde ciertos medios de comunicación. Han ejecutado a la perfección la estrategia de la tierra quemada, dejando yermos los campos. La izquierda caviar es revolucionaria a su lado. Lo preocupante es que quieran morir matando. No es nuevo, pero aprovechando las vacaciones –debe ser que en los hoteles de cinco estrellas funciona la wifi a tope- han lanzado numerosas campañas contra el PSOE –lo habitual porque tienen clavado no haberlo superado jamás, ni cerca de ello- y contra el presidente Sánchez. Si no tuviera este último suficiente con la prensa de derechas, ahora le saltan los enanos. En parte es culpa suya por acostarse con críos y levantarse meado, pero en el camino se pierde la seriedad política mínima. Campañas porque se barruntan que la vida buena que han llevado se acaba y se aproxima la extinción –a diferencia de los dinosaurios que no sabían que por culpa del meteorito se extinguirían, estos sí lo saben y obran en consecuencia-.
Ustedes dirán que las encuestas del CIS dicen que aguantarán y sacarán 15 diputados al menos. Sí, es cierto, Eso mismo decían antes de que Podemos casi desapareciera totalmente del panorama político en Castilla-La Mancha –no sólo en las cortes sino en casi todos los municipios-, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia o Madrid. En Andalucía aunque tienen diputados es como si no existiesen y la pinta es que en menos se quedarán. Ni los teresianos, ni los morados, ni los meyeristas estarán en el parlamento andaluz. No servirán sus alertas antifascistas porque no cuela ya. No servirá que digan que van a arreglar el problema de esto o aquello porque han podido hacerlo y no lo han hecho –o en su defecto haber dimitido-. No les servirá nada porque ya no queda en Podemos ni el no-ser. Además, Sánchez jugará, porque se lo están dejando a huevo, la carta del voto útil y ya se verá si eso facilita transferencia de votos o abstención. Contemplen a Podemos mientras puedan porque en poco tiempo pensarán que eran una holografía de esas que regalan en los paquetes de galletas.