Si tienen memoria, en la película Regreso al futuro, Biff Tannen daba golpes en la cabeza de George McFly con un “Toc-Toc”. Eso mismo se debería hacer con los directores de Marca y As, a los que añadir a Josep Pedrerol y algunos responsables de los informativos de deportes de radio y televisión por el ridículo que hacen pasar a la mayoría de los españoles. No por el fichaje en sí, que no ha llegado a nada, de Kylian Mbappé, que es noticiable, sino por todo lo que ha girado en torno al mismo y la forma de arrastrarse ante el “ser superior” de algunos periodistas. Si se ha dado una imagen lamentable, con columnas impropias de un medio que se autocataloga de serio, es culpa de los responsables que permiten a los plumillas, columnistas y redactores televisivos decir lo que dicen. Así, sin pensar.
El filósofo Louis Althusser, entre otros análisis, se hizo famoso por poner en el centro conceptual los Aparatos ideológicos del Estado. En su momento impactó como marco analítico y sirvió para a otros pensadores (sociólogos y politólogos principalmente) depurar la rigidez del análisis althusseriano y establecer marcos más flexibles de esos aparatos ideológicos. Hoy es mucho más correcto hablar de “aparatos ideológico en y sobre el Estado”. Así habría unos aparatos que actúan dentro las fronteras estatales y otros que lo hacen, de forma imbricada en muchas ocasiones, de forma supraestatal. Entre esos aparatos, que en su momento se autoubicaba como cuarto poder, está la prensa. Pues bien, lo que han venido haciendo los medios de comunicación deportiva no es más que una operación de carácter ideológico en favor de “su” equipo y “su” presidente o ser superior.
No sólo han estado con la estupidez del “tic-tac” como si el fichaje se fuese a producir por una irrupción del espíritu de la historia, en este caso la supuesta capacidad de Florentino Pérez, y sólo fuese producto de unos días u horas. Se le ha loado al presidente hasta el vómito de cualquier espectador no simpatizante de ese equipo. Joaquín Maroto llegó a dejar por escrito en As que “Florentino, metido en lo de comprar y vender jugadores, es un galáctico. Juega con ventaja, porque maneja parámetros distintos al común de los mortales”. Un poco más y habría que reescribir el clásico de Thomas Carlyle, Sobre los héroes: el culto al héroe y los heroico en la historia, porque habría que tomar como modelo histórico al presidente de ACS. No han sido menos en El chiringuito donde han llegado a dedicar medio programa de elevación a los altares del ser superior.
¿Ha conseguido algo el señor Pérez? Traer a Eduardo Camavinga, el cual, a día de hoy, “hace muchísima ilusión” a la afición. Aunque, como buenos aparatos ideológicos que son todos estos medios, acabaran vendiendo al chaval como el futuro balón de oro y mil cosas más a las que están habituados. Todo con tal de desviar la atención de lo importante y fundamental. El fracaso de Florentino Pérez para fichar a un “galáctico”, no tanto por las acciones del ser superior como por todo el peloteo que ha existido en torno a su figura. Si esto puede haber sido vergonzoso, lo ha sido en menor medida con respecto al comportamiento respecto al PSG y al jefe de Estado de Qatar. A ello súmenle el cachondeo que han tenido en ciertos lugares y en las redes sociales con lo que iban diciendo. Llegándose a lo extravagante cuando afirmaban con total seriedad que el chaval tenía este o aquel estado de ánimo. Incluso le abroncaron por celebrar goles marcados con el equipo que le paga.
Han pedido la liberación de Mbappé como si el chaval estuviese en Guantánamo y no ganando muchísimos millones –más de los que estos personajes y directores seguramente ganen-. Han pedido respeto al PSG por no responder supuestamente a los requerimientos del Real Madrid con las ofertas presentadas. Y se dice supuestamente porque los medios franceses, que algo sabrán también del tema, sí han hablado de contactos. De hecho, al final han reconocido en España que había un representante contratado para desatascar la operación con el emir. También ha quedado claro que si no les filtran desde altas instancias del Bernabéu las cosas, todos los periodistas van muy ciegos de información. Y lo mejor el cabreo que han mostrado todos los medios porque el PSG, cuando al jugador le queda un año de contrato, no ha aceptado las magníficas ofertas que se le han hecho. Lo de no vender porque no quieren y no les apetece (como han hecho en el equipo blanco cuando les ha interesado –Mendoza siempre dijo que por Sanchís le habían ofrecido cantidades desquiciantes desee Italia-) parece que no lo entienden. Debe ser que cuando el Real Madrid hace una oferta todo el mundo debe atender la petición y dar las gracias.
Mucho trabajo va a haber en esta fracción de los aparatos ideológicos para tapar lo de Mbappé. Hablan mucho de que no hay problema porque en enero firmará para la próxima temporada y se ahorran los 200 millones. Pero es patente el miedo existente tanto en la cúpula del equipo como en la cúpula mediática a que el chaval pueda decidir no cambiar su residencia a Madrid e incluso quedarse en París. El problema es que como aparatos ideológicos, al igual que ha sucedido con la rama educativa o la iglesia, han perdido prestigio y crédito en estos cuatro años de turra constante (cada semana diciendo que ahora sí llegaba) y en esta última semana de desdoro periodístico. No son pocos los madridistas que hoy ya no tragarán con los mensajes lanzados porque la ilusión la perdieron y son conscientes de los constantes engaños. Otros, como pasa con todas las ideologías, estarán con tapaojos. La vergüenza todos estos medios parece que la perdieron. Y como muestra un botón.