Sólo a un ser como Pablo Casado le puede pasar verse metido en una polémica tan estúpida como dañina para su persona. Porque hay que ser muy lelo y corto para elegir una misa en la cual los franquistas han hecho un óbolo para rezar por el alma del dictador Francisco Franco. Y muy gafe porque ya es mala suerte que con todas las iglesias que hay en Granada elige esa precisamente… ¿o no?
Una misa para Buenaventura Durruti
Lo primero que hay que decir es que la misa en sí no era franquista. Quien esto escribe, por cuestiones que a ustedes no les importan –¡so cotillas!-, se hallaba justo en esos momentos en Granada y al lado de la catedral. Lo curioso es que esos franquistas que cantaban el “cara al sol” entraron a la misa bien tapaditos y no por la lluvia. Ni una muestra de banderas, ni ramos de flores, ni nada. Entraron como los demás fieles, los cuales acudían a misa sin sospechar que al finalizar la misma (en la oración de difuntos) se rogaría por el alma del dictador. Porque no era una misa en conmemoración de nadie.
Lo ha explicado el Arzobispado granadino con claridad, pero como la mayoría de ustedes son unos “infieles” -pero bien que se bautizan, celebran comuniones y se casan por la iglesia para quedar bien- no conocen los intríngulis de la cuestión eclesial. Cualquier fiel (o infiel) puede solicitar mediante un “donativo” rogar por el alma de quien se desee, incluso de Buenaventura Durruti. La Iglesia no hace distingos en la oración por las almas de los seres humanos… si hay generosidad de bolsillo. Otra cosa es que los diez nostálgicos granadinos parezcan más a ojos de la crítica y del espectáculo político.
Casado se quería hacer un reportaje fotográfico
¿Por qué acabó Casado en la catedral de Granada? Porque es muy corto. No sería la primera vez que acude con la familia a otros lugares y se hace un reportaje fotográfico. No es lo mismo ir a misa a la iglesia de las claretianas, mucho más cercana a su hotel granadino, que acudir a la catedral e intentar contar a los españoles la grandiosidad de su arquitectura (su mujer tiene buen gusto para disfrutar de ese arte), su deseo de recuperar, ante la tumba de los reyes católicos, la unidad de España o cualquier otra estupidez a las que nos tiene habituados. La mufa que lleva tras de sí se lo impidió.
La verdad es que Casado va a odiar Granada porque le han dado palos por todos lados. Desde Ayuso al Bonilla, pasando por cualquier dirigente de medio pelo que ha pasado por allí. Se mete en una iglesia para fardar y se ve envuelto en una misa con oración y ramo franquista. Y para colmo de males todo el mundo observa que es estúpido al interrumpir el discurso de su compañero de partido Iturgaiz para hacer una entrada… silenciosa y sin mucho ánimo de la concurrencia.
Le quedará el estigma de franquista cobarde
Si todo lo anterior les parece poco, pese a la casualidad, le va a quedar el estigma –aunque sería más propio hablar de la marca de Caín– de ser un franquista y, por ende, un cínico que apela a la libertad cuando lo que realmente le gusta es la dictadura. Pero no un franquista de verdad sino de medio pelo, cobardica. Eso lo piensan seguro los franquistas y posiblemente los falangistas (que hicieron sus desfiles aunque este año no interesen); eso piensan los escondidos en el PP; eso piensan millones de españoles que se asombran de que esté callado ante la metedura de pata; eso piensa cualquiera con dos dedos de frente, incluyendo a los ganaderos y agricultores que desconoce por mucho que intente fardar.
Cuando los astros se conjuran contra alguien da igual lo que haga, siempre saldrá mal. Lleva la mufa, el gafe consigo por ello, sin importar su adscripción política, ¿permitirían a un gafe gobernar España? No ya a un inútil, que los hay a patadas, sino a un gafe. Porque este tipo, además de la felonía de intentar dañar a España ante la Unión Europea y demás organismos internacionales para llegar a la Moncloa, es capaz de destruirla por su mera presencia. Allí donde ha metido mano en cosas del PP lo ha hundido hasta casi la desaparición (véase País Vasco o Cataluña). Por eso el Bonilla se le ha quitado de encima en cuanto ha podido. Corto y gafe… al final los españoles vamos a pedir misas para que nos proteja de él.