Hasta el momento las mentiras y los recortes contra la población más vulnerable de Castilla-La Mancha no habían traspasado las fronteras de la región, con alguna salvedad como Diario 16 y poco más. Ayer mismo esos bulos, mentiras y ayusismo inilustrado de Francisco Núñez ha sido noticia a nivel nacional. Toda España se ha reído de la inoperancia del presidente del PP manchego, de sus mentiras y sus intentos de pisar todos los charcos sin calzado.
Todos medios nacionales han conocido lo que hace habitualmente Paco el bulos, como es conocido en tierras manchegas. Conocerán que es un mal imitador, si es que eso es posible, de Pablo Casado (tanto como para dejarse barba a la vez que el presidente pepero y vestirse igual); que es capaz de hacer ayusismo de construcción de colegios a 50.000 euros; o que quería quitar la comida a las personas discpacitadas. En realidad no dirán nada más los medios progres porque están a defender a Alberto Garzón y la agenda globalista y les venía bien, pero sirve a muchos castellano-manchegos para ver cómo hacen pasar vergüenza sus representantes.
¿Sí o no a la ganadería intensiva, señor Bulos?
Cuando era alcalde de Almansa –aunque les parezca extraño fue alcalde- se quejaba de una macrogranja que quería instalarse en la zona. También, por una supuesta confrontación con Emiliano García-Page, se mostró contrario a más instalaciones de industria cárnica. Mientras el gobierno socialista legislaba una moratoria y aumentaba los controles sanitarios y animales, Núñez hacía una alabanza de la ganadería extensiva. Una forma de generación de carnes que, como todo el mundo, sabe ha sido santo y seña de La Mancha… ¡Ah, que no lo ha sido!
Ahora Núñez y el PP manchego, por electoralismo o indigencia mental, se lanzan a borrar mensajes en redes sociales donde ponían a parir la ganadería intensiva. Han visto que puede ser un motivo electoral y se han vuelto antiecologistas… Bueno ya lo eran al apoyar los trasvases del Tajo que tanto estaban perjudicando a los pueblos manchegos que circundan el río. “El bulos” sólo tiene una máxima en su programa electoral, privatizar Castilla-La Mancha, el resto a lo que salte o sea moda. Ahora es moda apoyar la ganadería intensiva de un familiar de Casado, pues allí que va con todo y borrar mensajes.
Page le pide a Garzón que coma carne manchega
Por su parte el presidente manchego ha invitado al mininistro Garzón para que acuda a Castilla-La Mancha y coma un filete (que igual él es más de solomillo) de una de las explotaciones intensivas que existen para que valore la calidad. Lo que puede parecer una chuscada hacia los come-acelgas cobra sentido cuando nadie garantiza, como se explicó claramente aquí, la alimentación de la clase trabajadora con nutrientes animales de aplicar lo que dice la agenda 2030. Reducir la producción de carne (vacas, aves, cerdos, conejos, etc.) en un 73% tiene sus consecuencias.
En una región donde la apuesta por la agricultura “ecológica” es total (tanto alimentos como vino y aceite); donde se vigila que las ovejas y cabras que proporcionan la leche para los famosos quesos estén en condiciones óptimas; que les vengan a tocar las narices pues no. Se puede tener conciencia ecológica y que la población pueda comerse un filete a la semana o que los más pequeños puedan degustar jamón york y mortadela. Porque el mininistro oculta que sin intensiva eso que ustedes ven normal pasaría a extraordinario. Por coste y por desabastecimiento.
Campaña electoral continua pero nada de gestión
Todo esto, lo del bulos y lo de Garzón, al final no es más que la consecuencia de la continua campaña electoral en la que viven algunos miembros de la clase política. Mientras en Castilla-La Mancha se legisla y trabaja pensando en la región, la oposición se dedica a los bulos y a intentar sacar dos votos de cada polémica. Al final, como dicen las encuestas, los votos parecen que no los ganan y se van al espacio verde. Tampoco piensen que Núñez es capaz de defender la ganadería intensiva, lo suelta sin pensar y ya.
Lo mismo le pasa a Garzón, con una inflación disparada y numerosos engaños al consumo (compañías telefónicas, por ejemplo), no sabe trabajar (no lo ha hecho nunca) y no sabe gestionar. Por eso se dedica a las huelgas de muñecos, a las hortalizas (por cierto no vigila los precios en origen) y a sus cosas ecologistas sin explicar las consecuencias. Es imposible alimentar España a base de ganadería ecológica y/o extensiva de aquí a veinte años, así que en vez de hacer un totum revolutum de la ganadería intensiva y laminar las exportaciones, mejor que deje trabajar al ministro del ramo y a los presidentes y presidentas de comunidades.