Los secesionistas, algunos con condena en firme y otros prófugos de la Justicia, han descubierto que los espías ejercen el espionaje. Algo que no debían tener muy claro antes por lo que se ve. Carles Puigdemont (prófugo) y Oriol Junqueras (convicto) se han quejado amargamente ante la Unión Europea porque les han espiado mediante el programa Pegasus. Programa que sirve para introducirse en los teléfonos móviles y rastrear lo que hay dentro, sean conversaciones, sean mensajes, sean las webs porno que vean los propietarios.
Del “España nos roba” han pasado al “España nos espía” como fórmula lastimera de hacerse las víctimas. Lo mejor de todo es que Carles Riera ha reconocido lo siguiente: “No se puede confirmar quién está detrás de estos ataques, pero sabemos que este programa espía solamente pueden utilizarlos los Estados”. Y siguiendo la lógica lineal, debe ser el malvado Estado español el que les vigila. Por ello piden a la Justicia europea y a la propia Unión que les ampare y proteja… como si jamás hubiesen cometido una ilegalidad, como si fuesen puros y estuviesen en favor de una misión divina. Al menos Jordi Pujol se subía a los montes, cual Moisés, para aparentar esa misión divina.
No tenemos pruebas pero el Gobierno es culpable
Tras reconocer que no tienen pruebas de que haya sido el Estado español, ergo sus servicios secretos, el que les haya espiado, se lanzan a señalar al Gobierno por espiarles. ¿Para qué les espiaría el Gobierno? Porque la independencia está más cerca que nunca… Más cerca del fracaso total, pero esto no lo van a reconocer porque se quedan sin la olla de garbanzos. Quien dice olla de garbanzos dice sueldazos y el 3%. Xavier Antich, presidente de Omnium, ha dicho que se está ante “el caso más grande de cyberespionaje ilegal en Europa y en el Mundo”. Y todo porque unas sesenta personas han sido espiadas supuestamente.
Seguramente no es el caso más grande, ni el más ilegal. Todos los servicios de espionaje de los países democráticos hacen rastreos de todo tipo para ver si descubren algo ilegal. Por tanto seguramente millones de personas han sido espiadas a lo largo del tiempo. Menos victimismo. Y espiar, lo que se dice espiar a ciudadanos no es ilegal. Cuestión distinta es que no se puedan guardar los rastreos, ni utilizar como pruebas, pero sirven para saber si los malos están haciendo cosas malas y qué cosas malas hacen. Al juez se le pide una orden cuando es necesario un seguimiento pormenorizado y se quieren obtener pruebas de delitos.
Seguir con el victimismo
Lo mejor de todo es que los secesionistas, esos mismos que se han pasado las leyes por el forro de su totalitarismo, digan que es ilegal algo. Cualquier cosa. Al menos Gerard Piqué no es tan iluso con lo que rodea la Supercopa en Arabia Saudí. En su caso, si hubiesen sido espiados, estaría más que justificado el rastreo. Que igual ha sido Israel el que los ha querido espiar para ver si logran algún apoyo. O han sido los EEUU para ver si les ayudan a montar otra red Gladio. Si ha sido el Estado español, bien hecho.
Se sienten molestos porque saben que les están siguiendo de cerca. Sienten el aliento en el cogote. Pensaban que los espías eran unos señores con gabardina o unas señoras frívolas y resulta que los tenían en sus propios teléfonos. ¿Pensaban montar otro golpe de Estado y ahora ya no pueden o se atreven? Igual por eso protestan. Porque seguro que no les molesta por el destrozo económico que están llevando a cabo en la comunidad autónoma catalana. Ni la destrucción de la Sanidad pública. De eso no responden y siempre intentan salir por peteneras, es decir, con cosas independentistas.
Puigdemont podría ser extraditado
Otra de las consecuencias para hacerse los mártires es que Puigdemont pasará en breve tiempo a poder ser extraditado a España para sentarse en el banquillo. El “presidente en el exilio” como le catalogan sus acólitos, mientras vive a cuerpo de rey riéndose de todos, podría estar ante el juez y eso les desbarata el invento del victimismo. Ya fue cobarde cuando salió huyendo, mientras dejaba a sus compinches en prisión, por lo que no es de extrañar que esto no sea más que otra artimaña para desviar la atención o para que retrasen su extradición.
Paradójicamente, algunos medios de la derecha han dado credibilidad a todo y se han lanzado a preguntar al Gobierno por ello. La portavoz ya ha dicho que no podía decir nada, si es que sabe algo, por la ley de secretos oficiales, pero que Margarita Robles daría las explicaciones que se puedan dar. Son muy de ponerse la bandera en la muñeca y a la vez hacer el caldo gordo a los secesionistas para dañar al “Gobierno de España”. Nadie en su sano juicio incriminaría al Gobierno si es que les ha espiado, salvo los secesionistas y sus coleguillas de otros lares. El patriotismo también se demuestra en estas cosas pero… en muchos casos la patria la tienen solamente en el bolsillo.