La situación de crisis energética que está viviendo el mundo está afectando sobremanera a las diferentes potencias turísticas. La congelación o depreciación mundial de los salarios, la inestabilidad y la precariedad laboral que se está imponiendo en las grandes potencias económicas, la incertidumbre de las familias y los efectos de la inflación provocada por la codicia corporativa y las grandes fortunas que lideran la lista Forbes están afectando a la capacidad económica de las familias de todo el mundo. En consecuencia, las familias se han encontrado un verano en el que el gasto destinado a sus vacaciones debe ser reducido o eliminado si quieren sobrevivir.
España, una de las potencias turísticas mundiales, hizo públicos sus datos de desempleo correspondientes al mes de julio y por primera vez en décadas destruyó empleo en el sector servicios. Tradicionalmente, es una época de contrataciones para dar cobertura a la llegada de turistas tanto nacionales como extranjeros. Sin embargo, la subida de los precios y la llegada de menos visitantes ha provocado que el sector de la hostelería y el hotelero no hayan creado el empleo previsto.
En República Dominicana la situación es diferente. La gestión de Luis Abinader ha provocado que en el mes de julio se hayan superado las cifras históricas y el número de turistas alcanzara los 734.000 que llegaron al país por vía aérea, a los que hay que sumar cerca de 100.000 que lo hicieron en cruceros. En total, en lo que va de 2022, República Dominicana ha recibido 4,18 millones de turistas y con una proyección de superar los 7 millones a 31 de diciembre.
En esos datos se comprueba la eficacia de la gestión de Luis Abinader en un sector clave para la economía dominicana, gestión que ha colocado al país como una de las potencias mundiales en turismo, tal y como ha sido reconocido internacionalmente.
Nada más llegar al poder, Abinader implementó una serie de medidas para la recuperación de este sector con la vacunación de todos los trabajadores para ofrecer a los visitantes un entorno «Free Covid» que fue la clave para que el turismo se recuperara.
Por otro lado, las propias gestiones personales del presidente dominicana, con la firma de acuerdos para la apertura de nuevas rutas aéreas directas desde países cuyos ciudadanos no elegían al país caribeño como destino vacacional o para incrementar la oferta para aquellos desde los que tradicionalmente sí se recibían turistas, están teniendo efecto. La gestión de Abinader ha provocado que se aumente el número de turistas y, por ende, las divisas que se quedan en el país y la consiguiente subida de la creación de empleo.
Sin embargo, Abinader no se queda sólo en su acción interior y sabe que el clima, las playas y los entornos naturales de República Dominicana que atraen al turismo internacional no son suficientes. El país no puede dormirse en los laureles. Ya ha habido claros ejemplos de lugares paradisiacos que han muerto de éxito y Abinader no está dispuesto a eso.
Por eso razón también ha iniciado una estrategia de formación de la ciudadanía para, además de lo que ya puede ofrecer República Dominicana, que el turista regrese a su país con la idea de volver porque ha visto un modelo turístico basado en el valor añadido y la calidad.
Por ejemplo, el Ministerio de Turismo capacitó recientemente a más de 90 actores que ofrecen sus servicios en la industria turística y de cruceros, con el objetivo de alcanzar la excelencia en los productos que ofrecen a los cruceristas en sus tours y recorridos. De este modo, el gobierno de Abinader pretende ofrecer al turista experiencias auténticas y con calidad de servicio.
En otro orden, la estrategia de Abinader, además, traerá inversiones muy potentes. En concreto, el pasado 19 de junio, en la reunión del Directorio del Banco de Desarrollo de América Latina, los ejecutivos de dicho banco mostraron un especial interés en proyecto de desarrollo turístico de Pedernales.
Ante estas cifras nunca antes vistas en la historia de República Dominicana, de la que sólo es responsable el nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader, no cabe el populismo ni la manipulación.