El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, el pasado día 16, “Día de La Restauración”, “rindió cuenta al pueblo dominicano acerca sus dos primero años de gestión. En el discurso, el mandatario detalló los logros que el país dominicano ha obtenido debido a las herramientas implementadas durante su gestión, enfrentándose, desde su primer día, a crisis globales de la cuales la nación solo ha sido participe de recibir los efectos.
Desde el primer momento Abinader ha demostrado su transparencia democrática en todos los sectores que conforman la sociedad dominicana. Una muestras digna de citar lo antes expuesto es que, gracias a la buena administración y compromiso del gobierno dominicano sobre la tarea de democratizar los informes presupuestarios, ha consiguido que República Dominicana se haya posicionado dentro de los primeros diez países del mundo con una extensa transparencia presupuestaria, según un estudio sociopolítico publicadoenInternational Budget Partnershipen su Encuesta de Presupuesto Abierto 2021. De este modo, el país caribeño superó con creces las posiciones que ocupaba en el año 2019 durante el mandato de Danilo Medina y mucho mas aún durante los gobiernos “conflictivos” de Leonel Fernandez, cuando administraba el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Una vez más, el mandatario dominicano refuerza su transparencia al informar en su discurso que, para seguir aportando a la Educación Superior de la República Dominicana, durante su administración se están construyendo tres extensiones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), “a precios de mercado ético”. Frente a ello, la oposición se gastó en 2011 el mismo importe en solo la construcción de un parquin de la misma institución. El estacionamiento de la alta casa de estudio fue construido por la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado bajo la dirección, en ese entonces, del ingeniero Félix Bautista (= Leonel Fernández). Sin comentario, la justicia determinará y el publo decidirá.
En medios locales de la Republica Dominicana se denunciaba continuamente la sobrevaluación de presupuestos en los proyectos del Estado, y el componente de los adicionales y repentinos durante la ejecución de estos como la forma más común de corrupción en la construcción de obras públicas y eso parece haber sido lo acontecido con la construcción en el gobierno de Leonel Fernández del Edificio dedicado al estacionamiento-parquin de la UASD.
Igualmente, el mandatario dio a conocer que la ampliación de una extensión del Metro de Santo Domingo cuesta actualmente un 25% menos por kilómetro lineal de lo que pagó el pueblo dominicano hace 15 años… ¿Fiscalía intervendrá en dicho despropósito evidente de corrupción?
Con relación a la construcción del medio de transporte, se interpuso una querella en contra de Diandino Peña, en su condición de director de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret), quien, se dice, utilizó empresas asociadas a familiares y allegados para contraer una considerable cantidad de contratos de obras en la construcción del medio de transporte, violentando varias leyes, incluida la Ley de Compras y Contrataciones Públicas y la de Administración Pública. Cabe recalcar que el metro se inició durante el gobierno de Leonel Fernández y continuó con Danilo Medina, quien mas tarde destituyó a Peña con fecha posterior a la de haberse iniciado la investigación por presuntos y evidentes delitos de inmoralidad y cohecho al respecto.
Luis Abinader es un presidente responsable que le da la cara al pueblo dominicano cada vez que es necesario y durante su alocución, al igual que lo referido, lo intensifica al ser honesto y aceptar que de todas las obras anunciadas para Santiago (una provincia muy importante del país caribeño) la única que aún no se ha podido iniciar, y así lo reconoce, es la Autopista del Ámbar.
“Este gobierno no está dispuesto a operaciones fallidas o mal ejecutadas, tal como ocurrio con la autopista de Samaná que condenó durante años a los dominicanos a un injusto y desproporcionado peaje sombra. Queremos hacer muchas cosas, pero hacerlas bien. Nuestro apego a la ley nos lleva a ser cautos y a respetar los procedimientos aun sabiendo que eso a veces puede alargar los tiempos”.
No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero.
La cautela del presidente dominicano es la que debe tener cualquier mandatario que vele por los intereses del Estado y no permitir que la Republica Dominicana caiga una vez más en el trafico de influencias, en la administración desdeal, en el favoritismo sin medidadas y en los privilegios a multinacionales a través de poderosos mediadores internacionales, algo parecido a los fatídicos contratos firmados bajo el modelo de construcción conocido como concesión vial, realizados mediante una alianza público privada, que establecía que la compañía internacional construyese con sus recursos las obras programadas por el Gobierno y, como pago, el Estado dominicano les entregaba por 30 años, los ingresos recaudados en los peajes, lo cual dio paso al denominado “peaje Sombra” por cuyo sistema se sustrajo al pueblo dominicano, con la connivencias del Gobierno, importantes bienes, haciendas y talento. Una obra más realizada durante el gobierno de Leonel Fernández, el mismo que quiere volver a dirigir el país, el del “peaje Sombra”, su obra maestra en su estilo de gobierno. Sin duda, el Presidente Abinader no saldrá del presente para caer en el futuro desconocido, pero tampoco lo hará olvidando el pasado.
En palabras de Maria Zambrano, si se tuviera que definir la democracia, podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es permitido, sino exigido, el ser persona.