La gestión efectiva que está haciendo Luis Abinader está empujando a que la oposición a su gobierno tenga que acudir al nuevo populismo incluido dentro de las prácticas del trumpismo más radical para poder tener aspiraciones a asaltar el poder de República Dominicana en 2024.
La principal formación opositora, en la actualidad, es el nuevo partido Fuerza del Pueblo (FP), nacido de una escisión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que gobernó desde 2004 a 2020 con una gestión plagada de casos de corrupción y de empeoramiento de los niveles de vida en el país caribeño.
FP está liderado por Leonel Fernández, un hombre que ha gobernado durante 12 años en dos etapas. En la última (2004-2012) estallaron varios grandes casos de corrupción como Odebrecht o las cuantiosas donaciones recibidas de contratistas del Estado por la fundación Funglode presidida por él mismo.
Sin embargo, Leonel no está ofreciendo nada. Sus propuestas son humo y demuestran un desconocimiento absoluto de las necesidades verdaderas del pueblo dominicano, además de una desconexión histórica con la ciudadanía. Eso sí, el humo, como todo en esta vida se puede vender. En eso Leonel Fernández es un verdadero maestro. Además, si se acompaña de profesionales de la manipulación que aprovechan las nuevas tecnologías para que su mensaje populista cale a través de tuits que encapsulan una realidad de República Dominicana que no existe pero que, con las palabras adecuadas, generan una película de ficción que el pueblo puede entender que es la vida real.
En Diario16 ya publicamos cómo es muy posible que tanto Leonel como sus equipos de trabajo estén utilizando el big data para enviar los mensajes adecuados a los fragmentos de población adecuados. Una especie de programa electoral a medida de lo que la ciudadanía quiere escuchar o ver, no con propuestas de cambio objetivas, que es lo que se espera de una formación política.
Todas estas estrategias han sido copiadas por FP de los movimientos trumpistas o populistas de América y de Europa. Este es uno de los secretos de todas estas formaciones y de sus líderes, estrategias que fueron aplicadas por el ultraderechista norteamericano Steve Bannon.
Donald Trump, Jair Bolsonaro, Marine Le Pen, Santiago Abascal o Giorgia Meloni crecieron o alcanzaron el poder gracias al populismo, a transformar las cosas pequeñas en graves amenazas para la ciudadanía e, incluso, manipular la realidad de tal manera que se presentaban escenarios irreales que, a través de una difusión y un bombardeo constante a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería, desbancaban a lo que realmente está ocurriendo en sus respectivos países.
Incluso la utilización de determinados colores semeja a Leonel Fernández con estas formaciones trumpistas y populistas. Recientemente se celebró un gran evento de Fuerza del Pueblo en el que un pabellón abarrotado aparecía inundado del color verde. Cualquiera que no le dijeran dónde era el evento, pensaría que se trataba de una celebración en honor a San Patricio.
Sin embargo, el color verde es uno de los más utilizados por estos movimientos populistas. Bolsonaro, durante su primera campaña electoral, escogió ese color y, por ejemplo, cuando fue dado de alta tras ser apuñalado, se hizo múltiples fotos con familiares y seguidores que portaban camisetas verdes. Siendo ya presidente de Brasil, en algunos eventos, altos cargos gubernamentales aparecieron con vestimenta verde.
En España, por citar un ejemplo en Europa, la formación ultraderechista Vox tiene ese color como enseña principal. En nada se podría distinguir un mitin de Santiago Abascal del de Fuerza del Pueblo. Todo verde. Además, una exdirigente de ese partido ha creado una fundación para extender su ideología por el mundo, organización que ha domiciliado en Panamá y que parece que ya ha llegado a República Dominicana. ¿De mano de quién? ¿Tiene Leonel algo que ver con ello?
Tras la llegada al poder de Luis Abinader, con una gestión que está llevando a República Dominicana a obtener unos datos económicos nunca vistos en la historia del país, Leonel Fernández ha decidido que quiere volver al poder. Ahora, tras más de una década alejado de la primera línea de la política, afirma que tiene solución para todo, que él sabe cómo hacerlo todo y que sólo él tiene la verdad absoluta.
¿Por qué no aplicó esos conocimientos durante los 12 años en los que gobernó? ¿Ha tenido Leonel una epifanía como si fuera camino de Damasco? ¿Qué es lo que realmente quiere?
El gran problema de estos movimientos en los que se ha fijado Leonel para aplicar la estrategia de Fuerza del Pueblo es que, cuando llegan al poder, no tienen la capacidad de hacer cumplir todas las promesas que han hecho. Donald Trump fue un fracaso, Jair Bolsonaro ha dejado a Brasil en una crisis profundísima. Cuando los proyectos políticos están cimentados sobre el humo de la propaganda, en el momento de aplicarlos, son irrealizables. Eso es lo que le espera al pueblo dominicano si siguen creyendo a Leonel Fernández: dolor, desolación y destrucción.