La obtención de una vivienda propia es uno de los derechos fundamentales que el ser humano más añora. Es tanto así que, en el caso de la República Dominicana, cuando uno de sus ciudadanos decide marcharse de su tierra en busca de nuevas oportunidades, entre sus principales objetivos está “trabajar para poder adquirir una vivienda propia”.
En ocasiones ese anhelo se ve frenado por varias razones, pero uno de los más recientes es el aumento del precio de los materiales de construcción a causa de las crisis internacionales que está sufriendo el mundo.
En República Dominicana, gracias a la gestión a favor de su pueblo que desarrolla el presidente Luis Abinader, esas posibilidades se están convirtiendo en realidades, ya que ha hecho parte fundamental de su política facilitar apartamentos al pueblo dominicano.
Hace aproximadamente un año, el Jefe de Estado, lanzó el Plan de Viviendas Familia Feliz, que tiene entre sus objetivos facilitar una residencia a sectores que presentan dificultades para su adquisición, dando paso esta acción a una disminución de las cifras de personas que no cuentan con una propiedad, aparte de elevar la calidad de vida de cada uno de los beneficiarios.
El gobierno ha expandido este programa en diferentes sectores del país, entre ellos, la región Este, en donde, recientemente, el presidente Abinader entregó 96 apartamentos a igual número de familias. Para ello, la administración aportó más un millón de dólares.
Estas son las acciones que hacen de República Dominicana una nación de mejores oportunidades para sus ciudadanos. En ocasiones solo necesitan de una mano ayuda que los impulse y es lo que está haciendo la actual gestión de gobernanza, mediante las facilidades que les ofrece con los subsidios para la obtención de sus residencias. El Bono Inicial, El Bono ITBIS y Bono Tasa por 7 años, son parte de las iniciativas que implementado la administración Abinader para que esas y otras familias dominicanas puedan decir que hoy que son dueños de una vivienda propia.
Aquí están los resultados de cuando se realiza una gestión positiva de los fondos financieros del Estado, ya que, cuando los recursos no son malgastados se pueden destinar a lo que verdaderamente lo merece, el pueblo, el pueblo y el pueblo.