República Dominicana está logrando hitos históricos desde que Luis Abinader juró el cargo de Jefe de Estado en agosto de 2020. El trabajo realizado en diferentes ámbitos se está traduciendo en la llegada al país de miles de millones de dólares de inversiones extranjeras.
No se trata ya sólo del sector turístico, que durante la Feria Internacional de Turismo (FITUR) ha mostrado una fortaleza inusitada con la captación de más de 3.600 millones de dólares, según los datos facilitados por el ministro de Turismo, David Collado, sino que otros sectores ya han puesto sus ojos en República Dominicana. Evidentemente, esto repercutirá en la creación de decenas de miles de puestos de trabajo que tendrán como consecuencia un incremento sustancial del bienestar del pueblo dominicano.
Este es el cambio que prometió Abinader cuando ganó las elecciones presidenciales de 2020, un cambio efectivo que pasa, en primer lugar, por cumplir las promesas realizadas y, en segundo término, con la creación de un escenario social, político, económico y empresarial estable, resiliente a las crisis globales que asolan al mundo. Lo que algunos no quieren ver o que, por sus intereses personales, prefieren que la ciudadanía no vea, es una realidad tangible, palpable, que hoy se ha podido comprobar en el Real Casino de Madrid, donde, durante la presentación que la delegación dominicana en FITUR, junto al Banco de Reservas, del proyecto de Punta Bergantín. El auditorio se ha quedado pequeño por la expectación que ha generado República Dominicana.
Entre los asistentes no se encontraban sólo empresarios e inversores del sector turístico, sino que estaban presentes representantes del sector inmobiliario, del entretenimiento, de las nuevas tecnologías o de la construcción.
Esa fortaleza de la actual República Dominicana se muestra en cómo, en el proyecto de Punta Bergantín, no sólo se va a tratar de crear un nuevo destino turístico, donde la industria hotelera tendrá un importante papel, sino que entran en juego otros sectores tan importantes en el mundo actual como el de la tecnificación o el cinematográfico.
Así lo ha destacado Raquel Peña durante su intervención, al poner mucho hincapié, no sólo en la diversificación de la oferta turística, sino en la inclusión de un centro de tecnificación con el que se están cerrando ya acuerdos con importantes universidades a nivel mundial y con las principales compañías tecnológicas. «Como dice el presidente Abinader, crear un pequeño Silicon Valley [en República Dominicana]», afirmó Peña.
Desde el punto de vista del sector cinematográfico, dentro del proyecto de Punta Bergantín, se construirá un importante estudio de cine, donde tendrá un papel muy importante el actor estadounidense Vin Diesel, en el que se recogerán los frutos de la formación y la educación recibida por el pueblo dominicano gracias a la Ley del Cine. Esto es importante, porque ese estudio va a crear puestos de trabajo para los dominicanos y va a atraer importantes inversiones del exterior.
Nada de esto sería posible sin la República Dominicana que se está creando gracias al nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader. La estabilidad económica ha generado durante estos días de FITUR que las entidades financieras que han viajado a Madrid se hayan visto desbordadas por las peticiones de financiación realizadas durante las cerca de dos centenares de reuniones que tanto Banreservas como Banco Popular Dominicano (BPD) y BHD han mantenido con inversores y empresarios internacionales.
René Grullón, vicepresidente de BPD le ha dicho, en tono irónico a Samuel Pereyra, administrador de Banreservas, que «tres bancos no podemos, Samuel». Por su parte, de modo más serio, Grullón afirmó que las demandas recibidas durante estos días han sido tan importantes que «seguramente, al final vamos a tener que involucrar a los otros».
BPD, desde el domingo 15 de enero, ha mantenido en Madrid cerca de medio centenar de reuniones con una cifra de negocio de 600 millones de dólares en financiación y 1.200 millones en inversiones.
Por su parte, Banreservas ha señalado que en más de 55 reuniones mantenidas estos días, se han alcanzado acuerdos y proyectos de inversión que sobrepasan los 4.000 millones de dólares y que han recibido solicitudes de financiación cercanas a los 2.500 millones.
Todo esto se traducirá en, sólo el sector turístico, un incremento de más de 6.000 habitaciones de hotel, lo que, junto con los acuerdos alcanzados por el Ministerio de Turismo con las compañías aéreas, acercará a República Dominicana a los 10 millones de visitantes anuales.
Nada de esto sería posible sin la gestión que el gobierno de Luis Abinader está realizando desde agosto de 2020. En el escenario internacional más difícil que se haya podido encontrar una administración de República Dominicana, con una pandemia mundial y una guerra en Europa, las cifras de inversión extranjeras se están disparando. Esto no se consigue sólo por tener playas paradisiacas y un clima benévolo. Esto se logra porque se da tranquilidad a los inversores con unos datos macroeconómicos que, finalmente, van a tener un retorno muy positivo en el bienestar del pueblo dominicano.