El fariseísmo con el que se maneja la prensa nacionalmadridista es digno de estudio. No se puede ser más hipócrita en la creación de los titulares y las noticias. Si, por ejemplo, hay un jugador implicado en una violación se omite cualquier referencia a su vinculación presente o pasada con el Real Madrid. Así ha pasado con Hakimi o Robinho. Si el jugador es del Barça o Atlético de Madrid, aunque tan sólo haya pasado por la cantera sin debutar con el primer equipo, se destaca claramente la procedencia.
La indecencia ha llegado hasta el límite cuando el jugador estaba en las filas del club, como en los casos de Benzemá o Cristiano Ronaldo. Se ofrecía la información (condena de un año de prisión por extorsión, el primero, y violación (con arreglo fuera de los tribunales), el segundo, poniendo una imagen con las camisetas de sus selecciones nacionales.
Ahora que están en una auténtica caza de brujas contra los racistas, hecho loable, muestra otra vez su fariseísmo y falsa moral. Cuando una persona, porque ha sido una persona, llamó hijo de puta a Vinicius se le echaron encima. Cuando una voz suelta en un partido, llama mono a Vinicius acusan a toda la afición de racismo. Pero cuando es la propia afición madridista la que califica de mono o negro de mierda a un jugador del propio Real Madrid se callan y ocultan la realidad.
Insultos racistas a Alaba
Ayer David Alaba tuvo que sacar un comunicado para explicar su votación en los premios de la FIFA. Había elegido a Messi por delante de Benzemá y eso se ha tomado como sacrílego en la afición blanca y en el nacionalmadridismo. ¿Cómo es posible que un jugador, más allá de que el voto haya sido colectivo, ejerza libertad de pensamiento y expresión? “¡Cuando se está en el Real Madrid no cabe la libertad!” es una máxima que no le han debido explicar. Esa votación generó una gran cantidad de insultos y ofensas racistas. ¿Han podido leer eso en los medios nacionalmadridistas As o Marca? No.
En Marca escribieron lo siguiente: “A lo largo de la noche, Alaba ha recibido multitud de críticas y ha tenido que sacar un comunicado en sus redes sociales para explicar el motivo de su votación”. Llamar a alguien “negro hijo de puta” no parece que entre en la categoría de crítica. Tampoco “traidor de mierda”, “Alaba fuera, puto negro, traidor de mierda”, “Gracias a Benzemá el negro de mierda de Alaba puede presumir que tiene la pasada Champions”, “Traidor, hijo de puta, cabrón, black madafaca”, “Judas” o poner emoticonos de monos. Y así hasta completar más de quinientos mensajes insultantes.
Fariseísmo periodístico
Tras demostrar poco señorío no acudiendo a los premios The best de la FIFA, algo que justificaron con argumentos poco convincentes en la prensa, parece que en el Real Madrid ni hay racistas, ni existen energúmenos (como los hay en cualquier orden de la vida). Todo es prístino, puro y perfecto para el nacionalmadridismo. Se dicen periodistas pero ocultan la información del porqué suceden ciertas cosas. Tergiversan la realidad para que encaje, como hacen los totalitarios, en su ideal de perfección (que es el que ordenan desde la avenida de Pío XII, 102).
No verán que, en base a una supuesta intención moral, se califique de racistas a los aficionados blancos. Que se haga una pira enorme con ellos como se hace con otras aficiones. Callan porque carecen de moral en realidad. Son seres amorales que utilizan la ética y la moral para dar lecciones y perseguir a los enemigos (como los totalitarios) hasta su extinción, mientras no se la aplican a ellos mismos. Alaba ha recibido multitud de insultos racistas y groserías que deben ser denunciadas. Aunque hayan sido generadas por Fadid que vive en Marsella, Hadid en Cornaky o Luis en Aravaca. El racismo se combate en todos los terrenos y ocasiones ¿o no? O igual como Alaba es cristiano se le puede insultar por algo woke.