La gestión de gobierno de un país tiene igual responsabilidad con los ciudadanos que residen en la nación, como con los nacionales que, por diversas razones, han tenido que ir a vivir al extranjero. La lógica de esto se basa en dos puntos fundamentales. Primero, son ciudadanos con los mismos derechos constitucionales y, segundo, han demostrado ser una columna que mantiene la estabilidad económica familiar dominicana, que como consecuencia se refleja en la economía del país en general.
El derecho de elegir la administración que va a gobernar a su país les da a los dominicanos residentes en el exterior la potestad de esperar políticas que vayan en favor de ellos, pero, además les proporciona a los gobernantes el deber de trabajar en las necesidades que este sector vaya acarreando.
La diáspora dominicana durante años no recibió las atenciones consolidadas que ha necesitado de los gobiernos que habían elegido, pero esta realidad ha ido cambiando de la mano del presidente, Luis Abinader, quien la ha tomado en cuenta en sus ejecuciones, como, por ejemplo, en la introducción a los planes de viviendas que el gobierno realiza, con los que les brinda a los dominicanos facilidades para que puedan adquirirla.
Otro hecho histórico que surgió hace unos meses, que fue publicado por Diario16, fue la inauguración de la primera oficina del Banco de Reservas de la República Dominicana (Banreservas), en la ciudad de Madrid, ciudad en donde vive gran parte de la diáspora dominicana que radica en España.
Con este acontecimiento se le está haciendo frente a uno de los principales problemas que tienen los dominicanos que viven en el extranjero. Acciones como estas son las que se pueden ir multiplicando cuando las autoridades toman en consideración esa parte olvidada que le ha brindado tanto al pueblo dominicano desde la distancia.
No deja de ser cierto que el actual gobierno ha adoptado múltiples medidas que van acordes con las realidades que esas cifras de ciudadanos dominicanos persiguen, pero la diáspora necesita más y es por eso por lo que se debe seguir evaluando cuáles son los anhelos, inconvenientes y riesgos que ese conglomerado tiene.
Hoy se puede decir que, en ese orden, se están implementado políticas. Por ejemplo, el Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (INDEX) y el Instituto Nacional de Migración (INM RD), dieron a conocer la firma de un convenio entre ambas entidades que tiene como finalidad impulsar actuaciones académicas que eleven el entendimiento acerca de la población dominicana en el exterior y brinden facilidades en la centralización de programas gubernamentales determinado a ese grupo. «Esta cooperación es fundamental para poder entender mejor las necesidades y crear políticas públicas que beneficien a los dominicanos y dominicanas en el exterior”, expresó el viceministro para las Comunidades Dominicanas en el Exterior y director ejecutivo del INDEX, Carlos de la Mota.
Este es un buen momento para que la diáspora siga recibiendo, en su justa dimensión, de parte del gobierno algo de lo tanto que con esfuerzo y sacrificio le ha brindado a la nación dominicana.