Si no lo pueden ganar todo pasa a ser un trofeo de verano; un campeonato irrelevante; o, en el summun de la hipocresía, aducen que se han dejado ganar para lograr otros retos. Es lo que tiene vivir toda la vida pendiente de los títulos y no del deporte, que cuando no se consiguen deben ser menospreciados para no parecer unos fracasados. Si se han jugado más de noventa campeonatos y se han ganado unos treinta, son perdedores en casi dos tercios. Lo mismo ocurre en otros torneos, son más perdedores que ganadores según su propia mentalidad. El problema es que el nacionalmadridista es incapaz de racionalizar algo.
El ejemplo más claro del intento de deslegitimar y minusvalorar el campeonato de Liga, que probablemente se lleve el FC Barcelona, es hablar del negreirazo. Los Teleñecos de la noche están todo el día con ello en la boca, especialmente, el niño de los ojos azules. Como no les riega y no piensan, sucede que como a Negreira se le dejó de pagar en 2018 y desde entonces el Real Madrid ha ganado 2 ligas, la lógica dicta que el ser superior ha estado pagando a los árbitros para vencer. Hasta Miguel Ángel Gil lo ha hecho una vez. Si a los árbitros se les puede comprar tan fácilmente se supone que cualquiera que venza paga ¿o no?
¡Noooo! Ellos jamás pagan sino que son ligas logradas bajo la épica. Ni Odiseo logró tamaña hazaña. Y esto lo dicen quienes han recibido más penaltis a favor en la liga y a los que los árbitros han concedido más goles ilegales (luego corregidos por el VAR… algunos). Da igual, el nacionalmadridista nunca pierde, ni empata. Igual se oculta en el bosque para berrear un rato sus derrotas, pero jamás reconocerá que “el otro” es mejor. Siempre tienen excusas para todo sin darse cuenta de que acaban provocando la risa, los biberones y el cachondeo del resto de aficionados de otros equipos.
Ahora la Copa del Rey tiene valor porque, en su fuero interno, entienden que Osasuna no es rival y vencerán. Un título que el sábado dejará de ser el Carranza con más equipos, para convertirse en la Copa más maravillosa y complicada de la Historia (escondiendo los robos que han cometido por el camino). Y si pierden tendrán la excusa de estar con la cabeza en la Champions, ese torneo que es el único que les interesa. No perderán seguro. Pero el canguelo se ve de lejos. Están muy nerviosos (ahí tienen al ser superior metiendo mierda contra el árbitro del sábado desde una de sus terminales mediáticas). No las tienen todas consigo. Tan boca ancha al final se puede pagar. El miedo se siente desde la otra orilla. Pero no perderán aunque el resultado diga lo contrario.