La corrupción es una lacra que, lamentablemente, ha impregnado en la gran mayoría países a nivel global debido a la ambición desmedida de algunos miembros de las administraciones públicas, en muchos de los casos, en coordinación con individuos del sector privado. La República Dominicana no estuvo exenta de esto. Así lo demuestran los hechos que han sido sometidos a la justicia desde la llegada del presidente Luis Abinader a la Presidencia.
El mandatario era consciente de que la terea que tenía que realizar en la lucha contra la corrupción no era fácil. No le importó y Abinader decidió, desde la democracia y la ética, contribuir para que en el país quisqueyano se diera paso al inicio de una nueva etapa en donde la corrupción sea atacada, algo que ha sido anhelado desde hace más de una década por el pueblo dominicano.
Las medidas y las acciones implementadas por el Jefe del Estado han sido certeras y quedan certificadas por la realidad que se empezó a vivir en el país caribeño. Todo ello ha sido avalado por los resultados de informes internacionales que se han publicado en este ámbito. Por ejemplo, el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC) 2022, en donde, la República Dominicana ocupó el puesto número cinco, dando paso a un adelanto del país en esta materia por dos años seguidos.
Albert Thomas, que hasta este mes fue el encargado de negocio de los Estados Unidos en la República Dominicana, es una de las personas de la esfera internacional que ha expresado la buena labor de Abinader en la lucha contra la corrupción. En concreto, afirmó que el gobierno había conseguido, «investigar la corrupción y detener a personas implicadas en fraudes y manipulaciones, incluidos altos funcionarios que antes se consideraban intocables, así como a legisladores implicados en el tráfico de drogas, incluidos algunos de su propio partido».
Cada vez son más lo que no dejan pasar por alto las reformas que se han implementado en la República Dominicana. En esta ocasión fue el propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien reconoció los esfuerzos que se están efectuados en esta nación en la lucha contra la corrupción.
Las grandes transformaciones conllevan tiempo y más aún cuando el problema es de continuidad por muchos años. Independientemente de esta situación, los resultados de la administración Abinader, con un nuevo estilo de gobernar, están derivando en una República Dominicana más justa, honesta y transparente, que ha garantizado, mediante la independencia, que se persiga, sin ningún tipo de impunidad, a quienes han jugado con los recursos del pueblo.