República Dominicana en los últimos tres años, aproximadamente, ha tenido un desarrollo sobresaliente que lo ha posicionado por encima de potencias económicas y de países de la región latinoamericana que se han caracterizado por ser sobresaliente dentro de esta área, realidad que trajo como consecuencias la realización de múltiples eventos internacionales en suelo dominicano.
La tendencia no ha sido solo esa, sino que, por el contrario, la nación también es tomada en cuenta para participar en eventos sin pertenecer a los organismos que la organizan y dirigen. Tal es el caso de la participación del presidente Luis Abinader en la reunión de los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), celebrada este jueves en Nassau, Bahamas.
Aunque la República Dominicana no es miembro del CARICOM, debido a la relevancia de este Estado en el Caribe, fue invitada a este acto, el cual contó con la participación de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris y en donde se debatieron temas sobre los accesos a financiamientos internacionales (Banco Mundial, FMI, BID), la seguridad alimentaria y energética, así como también, la crisis política y de inseguridad que vive Haití.
Encuentro con la diáspora
Una vez más el presidente Abinader ha dado prioridad al compromiso que tiene con la diáspora sin importar en qué lugar se encuentre. Hace poco más o menos una semana, el primer mandatario durante el desarrollo de su agenda oficial de su viaje a la República Cooperativa de Guyana, no dejo de reunirse con la diáspora dominicana radicada en este país.
Este viaje no ha sido la excepción, ya que, antes de participar en la reunión del CARICOM, el gobernante dominicano sacó tiempo sagrado para encontrarse con dominicanos residentes en Bahamas, quienes desempeñan como criollos trabajadores, labores de albañiles, carpinteros, empresarios, mecánicos, maestros constructores, estilistas de belleza y profesionales de distintas ramas.
El móvil de este tipo de reunión no es simplemente reunirse con la diáspora, sino conocer sus necesidades, sus anhelos y deseos, y de manera positiva desde el gobierno de Abinader, quien antes del día uno ha prestado atención a este sector, trabajar con políticas que vayan en sus beneficios e ir cumpliendo con las tareas pendiente que dejaron administraciones pasadas.
La muestra está ahí, en un solo hecho. De ese encuentro el Jefe de Estado dominicano, destacó que estos dominicanos para los que también gobierna, necesitan tener una representación formal, primero con un consulado y luego con una embajada de la República Dominicana, debido a la cantidad que viven allí y las importantes relaciones comerciales que pueden tener mayor volumen de intercambio.
“Ustedes se merecen esa representación y también las Bahamas dada la importancia estratégica y geográfica, por ello vamos a movernos los más rápido posible”, expresó el mandatario.
Eso es lo que verdaderamente la diáspora necesita, un presidente que les atienda y que entienda que al igual que lo dominicanos que residen en su territorio, ellos merecen políticas públicas que les sumen a tener una vida más digna en donde quiera que estén, por eso no dejaron de resaltar y valorar que el presidente Abinader se reuniera con ellos para escucharlos.
Para esos quisqueyanos que por la razón que sea están viviendo en suelos extranjeros, poder gozar de la oportunidad de reunirse con el presidente de su país es un hecho de valor, no solo porque el gobernante le haya anunciado que buscará con el viceministro de Asuntos Consulares de la Cancillería la disminución del tiempo para que ellos en este territorio reciban sus pasaportes u otras cuestiones, sino porque ha tomado de su tiempo, un espacio para conocer de primera mano sus apuros, cuando en realidad podían pasar dos cosas más sencillas: primero, no encontrarse con ellos y punto y segundo, enviar a cualquier persona del gobierno a ese encuentro, por considerar que no tiene relevancia, pero no fue así, el presidente sigue demostrando su humildad y su obligación con todo el pueblo dominicano.
No ha sido en vano la decisión que tomaron en el 2020 la gran mayoría de los dominicanos residentes en el exterior cuando eligieron al presidente Luis Abinader como la persona para que dirija a la República Dominicana y por consiguiente a todos los dominicanos radicados en el ámbito nacional e internacional.
La esperanza de esa gran mayoría que se impuso en esos países donde está la diáspora dominicana, entre ellos, Estados Unidos, España, Italia, Puerto Rico, y que llevaron a Abinader al poder con la cantidad de votos muy por encima de otros partidos, como el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP), se mantiene viva, porque están viendo un presidente que está cumpliendo con aquello que prometió cuando fue candidato, no como otros que ya han gobernado en varias ocasiones y ahora prometen hacer lo que en su gestión de gobierno no pusieron en práctica.