Si en el PSOE tenían claro que esto de la investidura de Alberto Núñez Feijoo era una pantomima, lo mejor que podían hacer era dejar correr el turno de palabra. Unas intervenciones menos. Un candidato sin posibilidad de lucirse, o no. Y a prostituir lo poco de ética que les quedase con una Amnistía a prófugos de la Ley. Una Ley que ellos mismos defendían hace escasos meses. Vamos hasta que han visto que necesitan los votos Junts para que siga Pedro Sánchez de presidente. Pero, intentando hacer un desprecio al candidato pepero (como si lo necesitase) han ido a elegir al más listo, al más inteligente, al más perspicaz, al mejor orador de toda la bancada socialistas: Óscar Puente.
El “pisacharcos” del PSOE, porque no ha dejado uno a salvo en sus ansias por aparentar ser más socialista que nadie, y bien que se lo han jaleado los sugus sanchistas, no ha dejado una mentira o una falsedad por decir en su discurso. No precisamente respecto a lo que ha dicho de Feijoo, que ni va ni viene dado que el debate no les interesaba, sino respecto al propio PSOE que ha querido, intentado, le han obligado defender en la tribuna. Como es el más listo no ha fallado a la hora de explicar las cosas. Sus argucias argumentativas se podrían considerar fuera de lo humanamente asimilable. Ha sido otro nivel. Y no por embarrar el debate, como argumenta la prensa de derechas.
Primera perla de inteligencia
“En una democracia parlamentaria, ser la lista más votada no es ganar las elecciones. Usted sabe que hoy no va a ser investido y no está en condiciones de formar gobierno”. La impresionante inteligencia de Puente nos ha descubierto que poseer más votos no significa ganar elecciones. Solo gana las elecciones quien hace pactos. Como el que le han hecho a él en Valladolid. Por desgracia, ser la lista más votada siempre es ganar las elecciones. La particularidad de lo parlamentario es que no siempre quien gana las elecciones puede acceder al gobierno, que es algo muy distinto. Feijoo ha ganado las elecciones pues nadie ha sacado más votos que el PP. Feijoo no será presidente porque no ha conseguido reunir los suficientes apoyos para serlo. Dos cosas que son distintas: elecciones y gobierno. Igual le explota la cabeza a Puente entender esto.
Segunda perla
“[El PP gallego es] Esa gran familia retratada en Fariña”. Esto más que perla podría ser una gracia con visos de ser real. Tanto como decir que el PSOE es esa familia donde se van de putas después de ponerse hasta el culo de marisco a costa del erario público. O esa familia donde los maridos de presidentas se hacen ricos de la noche a la mañana. Aunque esto, realmente, sucede con ambos partidos. Verdaderos mierdas y muertos de hambre acaban progresando sin pegar un palo al agua y tan solo por proximidad al poder político. Si no se tiene la inteligencia de Alfonso Guerra mejor callarse.
Tercera perla
“El PSOE ha sido y será. No pierda el tiempo. Ninguno es ya representativo de este PSOE [en referencia a FG y AG]. Este PSOE ya se blindó hace años contra cualquier injerencia. Este PSOE no es de sus dirigentes, es de sus militantes. Y, por consiguiente, del pueblo”.
En esta frase se reúnen mentiras como para llenar un volquete. El mismo volquete que utilizaban los de la Gurtel para llenarlo de putas. Ni el “ha sido y será” puede ser tomado como una verdad inmutable. Será si no lo hunden la banda de pazguatos que están tragando con todo por mantener un sueldo que de otra forma no obtendrían (hagan la prueba y díganle al que dice que ganaría más que se vaya a lo privado y verán como palidecen al instante). Pero más allá de esta chuscada, este PSOE no es de sus militantes. Desde la aprobación de los últimos estatutos y el reglamento interno, este PSOE es de Pedro Sánchez. Suyo. De él.
La frase está muy bien para contentar a los fanáticos sanchistas, los sugus, pero no es un partido donde el militante pinte algo. La prueba más palpable es que en las últimas elecciones las listas fueron hechas por la comandita sanchista y se aceptaron porque nadie las votó. Ningún militante pudo presentarse a una elección. Bien blindado sí que lo han dejado contra las injerencias, pero de los militantes. Un Comité Federal elegido a dedo con lo más granado de cada federación para reírle las gracias al secretario general. Y una policía higienista que escudriña las redes sociales para delatar a quien ose decir algo malo del dios todopoderoso de la socialdemocracia mundial. En ese momento se les ajusticia y pasan a ser expulsados. Por eso no se sabe si Felipe González y Alfonso Guerra son representativos, aunque sea una cosa minoritaria. Haberles apoyado públicamente (dentro del partido ni hay asambleas, ni comités, ni nada) hubiese supuesto la persecución de las SA del sanchismo.
Y ya la estupidez de asimilar a la militancia sanchista (porque hay muchos militantes que no lo son y eso lo temen como una vara verde) al pueblo es para premio al demagogo del año. Una República (confederal, amorosa y de la Agenda 2030), un Líder y un Pueblo le ha faltado decir. La verdad es que le ha quedado una interpelación un tanto nazi.
Cuarta perla
“A la derecha política, mediática y económica, pierdan toda esperanza de quebrar al PSOE”. Salvo algunos medios que vienen alentando el tamayazo (el que propició Rafael Simancas, del PSOE, por una serie de malas decisiones y con cosas turbias por detrás), la coalición dominante no ha mostrado ese deseo. El poder económico está muy contento con este Gobierno. No hacen más que ganar dinero a espuertas. La clase trabajadora es la que está bien jodida por la pérdida constante de poder adquisitivo. A la derecha mediática también le viene bien que siga Sánchez porque así les leen más y, tal vez, puedan colocar al frente a otro de sus inventos políticos. Realmente la esperanza de la coalición dominante es que siga Sánchez un tiempo más. Entre otras cosas porque les hace ganar dinero.
Quinta perla
“Puede que este PSOE no sea el mismo que el de hace 30 años. Pero no se pongan nostálgicos. Al de hace 30 años le hacían lo mismo. Aunque a alguno de los que lo dirigía entonces parece habérsele olvidado”.
No hace 30 años era bastante peor. Lo primero por aquella conspiración que reconocería Luis María Anson por parte del Sindicato del crimen. Ya solo los nombres reflejan cómo estaba el tema. Tampoco era igual porque en un breve lapso de tiempo saltaron Filesa, Fondos Reservados, se escapó Luis Roldán (que había desviado casi 2.000 millones de pesetas a Suiza de lo trincado), lo de Segundo Marey. No es por defender al PP, pero motivos tenían para dar cera. Eso sí, González ganaba las elecciones y cuando las perdió sacó más diputados (“con la que estaba cayendo”) que Sánchez en cualquiera de sus elecciones y siendo éste poco menos que el nuevo Alejandro Magno.
Lo que sí se ha quebrado es dar la cara ante la militancia en los órganos representativos del partido. Para lo de la OTAN convocaron una conferencia de Organización, un Congreso y un Comité Federal de ¡¡¡dos días!!! En todos los Comités federales había debates y terminaban cuando habían hablado y debatido todos (ahora dan tres minutos y mirando mal al que habla). Luego “a votar” que decía Guerra. Había libertad de expresión. Hoy no hay nada. Claro que ha cambiado el PSOE… a peor.
El PP no va a gobernar porque no tiene los apoyos suficientes pero no es cuestión de mentir y de inventar paraísos cuando la realidad se asemeja más a un gulag. Lo que decían que era imposible ética y jurídicamente hace tres meses hoy es una posibilidad política y éticamente perfecta. González y Guerra serían todo lo que fuesen pero no estaban jineteando el principio de no contradicción. Si cambiaban, o les obligaban a cambiar, de opinión lo hacían dando explicaciones, debatiendo y dando la cara. Lo que ayer dijo Puente, hoy puede ser al contrario. Y eso será muy rentable numéricamente, le aplaudirán mucho los sugus sanchistas, pero tiene un nombre: carecer de principios.