Vox ha amenazado al PP con romper todos los acuerdos en gobiernos autonómicos, diputaciones y ayuntamientos si aceptaban “cristianamente” a migrantes menores no acompañados en las comunidades autónomas donde gobiernan. Su primera medida ha sido liberarse de agenda en todos los sitios donde ese acuerdo se produce. Esto es, la primera medida, se supone que de presión, ha sido no trabajar. Tocarse los dídimos en casa. Cogerse la baja por pelea política (lo han inventado ellos). Hacer el vago, vamos.
Esto conlleva una pregunta ¿conocen a alguien más vago que uno de Vox? Igual algún militante es aplicado. Igual el abogado que tienen para interponer querellas, denuncias y presentarse como acusación particular es el único caso de tipo que trabaja en esa organización. Incluso los correveidiles que tienen lanzando bulos son vagos como ellos solos, se pasan el día en fiestas, teatros y playas. Es extraordinario que el partido más capitalista-libertario, el que habla siempre de esfuerzo, el que pide a los españoles trabajar por el salario que sea que ya se recompensará ese esfuerzo, sea a la par el que tiene a los tipos que menos hacen en la política española. Porque salvo perseguir inmigrantes y derogar leyes de memoria ¿qué más hacen?
En Torrelodones, por ejemplo, solo se dedican a tocar los cataplines a la alcaldesa del PP Almudena Negro —paradójicamente se deben tocar por las noches leyendo los artículos del padre de la alcaldesa en distintos medios—, pero cuando les pide que trabajen salen huyendo como alma que lleva el diablo. ¡Uff, tener que esforzarse en algo! Aparentar, eso sí, aparentan mucho. Sacan crucifijos. Copian el mensaje de la ANSA estadounidense de los años 1920s-1930s (que tampoco es que sea muy elaborado). Y ya. A engorilarse en los medios y las redes sociales. ¿Recuerdan alguna ley en favor de los trabajadores españoles a los que dicen defender? ¿Recuerdan algo salvo dar subvenciones a los amigos?
Son el partido paradoja. Dicen ser católicos —aquí se les ha calificado de protestantes-libertarios, herejes al fin y al cabo— pero aquello que dice el evangelio de recibir al cansado, al pobre, al otro, se lo pasan por el forro (ejemplos de ello en Génesis, Deuteronomio, Hebreos, Juan, Mateo, Lucas, Romanos). Dicen querer un Estado más reducido y sin subvencionar chiringuitos y aumentan las consejerías, las direcciones generales y las subvenciones a todo aquello que huela a derechita: valiente o cobarde, da igual. Miren cómo tienen el mar Menor y dicen que se preocupan por su gente y su tierra.
Son unos vagos y lo va sabiendo toda España. Si les echasen una pala en la sede no sabrían ni usarla. De hecho no acuden ni a las “primeras piedras” por no trabajar demasiado. Eso sí, como haya vino español, jamón y demás manduca gratis, allí están los primeros. Cobrar, cobran como si trabajasen. Gastar como si el dinero público no fuese de nadie. Siempre y cuando, el bolsillo en el que cae el dinero sea amigo. Que lo del capitalismo de amiguetes lo han aprendido muy bien del PP y los empresaurios españoles. De hecho ¿han visto más de una foto de alguna reunión de la ejecutiva de Vox? Son vagos hasta para reunirse entre ellos.