Imaginen por un momento que los diferentes políticos que dirigen a los principales partidos de España fuesen los poseedores del Atlético de Madrid. No como pasa con el equipo blanco donde el presidente del club (hasta que pase a SAD) manda sobre los políticos, ni en el FC Barcelona que tiene una relación extraña con la clase política, no, que ellos y ellas dirigiesen al Atleti. Aquí lo vamos a intentar exponer.

Si fuese Pedro Sánchez:

El actual inquilino de la Moncloa echaría a todo el cuerpo técnico actual, al médico y a los que trabajan con mando en plaza en las oficinas. La reestructuración comenzaría colocando a Juan Manuel Serrano en el puesto de Enrique Cerezo y a su esposa Isaura Leal como jefa de lo deportivo. Además pondría a Begoña Gómez como presidenta del femenino y a sus amigos en la jefatura de seguridad (como ha hecho en la SEPI), al traumatólogo como jefe de los servicios médicos y a su hermano le encargaría un nuevo himno. Como portavoz pondría a una mujer, la que sea, pero mujer para repetir lo que él decidiese. Eso sí, todos con sueldos de más de cinco cifras.

Respecto a lo deportivo haría “un Piterman” y pondría al primer pringado que encontrase entre los entrenadores en paro, pero sería él quien establecería las alineaciones. Eso sí, en caso de ir mal las cosas la culpa sería del entrenador, al que obligaría a dimitir y él acusaría a las fuerzas malignas de los resultados. Como jugadores habría una mezcla de venezolanos, marroquíes, franceses, algún español “racializado” y nada de nacionalidades enemigas de España, esto es, de él. Ni un argentino, ni un inglés, ni un italiano…

Si fuese Alberto Núñez Feijoo:

En realidad el presidente pepero no cambiaría nada, no haría nada, no tomaría ninguna decisión. Saldría a decir que no ganan la liga porque no quieren y poco más. Ni fichajes, ni ventas. Intentar que los demás pierdan por sus propias carencias antes que intentar llegar a la victoria final por los propios méritos. Eso sí, gastaría ingentes cantidades en comprar voluntades en algunos medios de comunicación.

Si fuese Yolanda Díaz:

Sobre el equipo masculino dudaría entre vender a todos y fichar a todos los jugadores gays que saliesen del armario, o disolverlo pues el fútbol es en sí algo muy machista, muy lleno de testosterona y poco progre. Salvaría el equipo femenino que estaría compuesto por mujeres, lesbianas con pene.

Si fuese Santiago Abascal:

Por lo pronto eso de fichar jugadores de fe islámica no. Tampoco ficharía hijos de inmigrantes ilegales. Algún negro sí para quedar bien como esos que tiene en Vox. Todos los fichajes españoles y muy españoles, a ser posible que gusten del número 88 y/o la bandera de san Andrés. Algún italiano, algún polaco, algún eslovaco pero todos muy piadosos. De hecho en todos los partidos habría un sacerdote, no se sabe si católico o protestante (en Vox no tienen claras las diferencias con los herejes), y un exorcista del Yunque.

Como entrenador pondría a Salva Ballesta, aunque eso de echarle huevos del cholismo no le desagrada del todo, y como portavoz oficial al gran navarro Juan Gato. Daría primas millonarias si se venciese a ingleses, catalanes y vascos (salvo Alavés) y encargaría los uniformes a Joma. Se subiría el sueldo como CEO y pediría que trabajar poco, mucho menos en verano.

Podría todo ser peor que el gilismo que asola al Atleti desde hace décadas si lo piensan bien, podría haber políticos en el palco. Esto no empece para seguir pensando que el gilismo es malo.

Post Scriptum. Si quieren dar las gracias o pegar por esta disparatada idea, la culpa es de Luisen (en X). Del desarrollo quien escribe.

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