El Fondo Monetario Internacional (FMI) no es un organismo caracterizado por ensalzar a tal o cual país respecto de los demás, sino que sus cifras están basadas en la más absoluta rigidez económica. En sus previsiones del segundo trimestre, el Fondo ha destacado que el crecimiento a nivel mundial se ralentizará, sobre todo en las grandes potencias, algunas de las cuales, como Alemania, ya ha entrado en recesión.
Los riesgos para las perspectivas están muy sesgados hacia un empeoramiento de la situación a nivel mundial, con probabilidades elevadas de que se produzca un aterrizaje brusco. En un escenario alternativo razonable con mayor tensión en el sector financiero, el crecimiento mundial se desaceleraría hasta aproximadamente 2,5% en 2023.
A más largo plazo, se prevé que el crecimiento se mantenga en torno a 3% durante los próximos cinco años. El pronóstico de base a cinco años de 3% para 2028 es la proyección de crecimiento a mediano plazo más baja desde 1990, muy por debajo del promedio de 3,8% de los últimos 20 años.
Estas anémicas perspectivas se deben a la orientación restrictiva de la política monetaria que es necesaria para reducir la inflación, a las consecuencias del reciente deterioro de las condiciones financieras, a la guerra de Rusia en Ucrania y a la creciente fragmentación geoeconómica.
Abinader coloca a RD donde nunca estuvo
República Dominicana nunca se destacó por superar las perspectivas económicas de las grandes potencias. Sin embargo, la gestión que está haciendo Luis Abinader desde que llegó a la Presidencia del país están demostrando que ese es el camino, que ese es el cambio prometido.
Según se puede comprobar con los datos del FMI, las previsiones de crecimiento de República Dominicana están muy por encima de las grandes potencias mundiales.
Antes de la Presidencia de Luis Abinader, en plena pandemia, el país caribeño tuvo una caída de su Producto Interior Bruto del -6,7%, mientras que, a nivel mundial, la desaceleración fue del -2,8%, la de las grandes potencias del -4,2% y la de los países emergentes del -1,8%.
La llegada de Abinader a la Presidencia y las primeras medidas adoptadas, en plena pandemia, tuvieron un efecto inmediato. Las tornas se voltearon y en 2021, según las cifras del FMI, la economía dominicana creció un 12,3%, casi el doble de la media mundial (6,3%), y multiplicando por dos a las grandes potencias económicas que lograron un 5,4%.
En la actualidad, República Dominicana se ha asentado como uno de los motores de crecimiento, tanto a nivel de Latinoamérica como en el escenario global. Mientras que las grandes potencias, según el FMI, tienen una tasa de crecimiento del 1,3%, el país caribeño, al mando de Luis Abinader, triplica esa cantidad. Hay que tener en cuenta que algunos de los países más avanzados del mundo, como Alemania, se encuentran en un escenario de recesión y otras, como Estados Unidos, están teniendo graves dificultades para hacer frente a sus obligaciones de deuda.
Además, a diferencia de otros países, el nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader, está garantizando que las buenas perspectivas macroeconómicas lleguen a la ciudadanía y, sobre todo, sirvan de palanca para que los grandes capitales mundiales se fijen en República Dominicana como un destino seguro de inversión, lo que se transformará en una mejora sustancial de la calidad de los puestos de trabajo y del bienestar de la ciudadanía.
El populismo vende ensoñaciones, el FMI comunica realidades. No hay más que hablar.