Afirmar que la libertad de expresión y de prensa son fundamentales para el desarrollo de una democracia es una obviedad, la realidad es que en muchos países del mundo ejercer el periodismo es una profesión de riesgo. En República Dominicana, hasta hace unos años, la situación era también muy peligrosa.
La organización Reporteros sin Fronteras, durante los gobiernos del PLD, denunció en reiteradas ocasiones el clima hostil que sufrían los periodistas. Por ejemplo, el primer semestre de 2015, bajo la presidencia de Danilo Medina, fue terrible. Los periodistas que cubrían temas delicados, como la corrupción o el narcotráfico, se exponían, entre otros peligros, a violentas represalias y a amenazas de funcionarios o de los cárteles.
El 13 de abril de 2015, a 80 kilómetros al norte de Santo Domingo, encontraron muerto al periodista Blas Olivo. El 18 de mayo los familiares, amigos y colegas del periodista organizaron una manifestación para exigir que se resolviera el caso. El jefe de la policía nacional aseguró que no tardarían en arrestar a los principales sospechosos. El 3 de junio de 2015, la policía anunció en una conferencia de prensa que el periodista había sido asesinado por miembros del grupo “Latin King”, por órdenes de José Miguel Rodríguez Almonte, quien ya se encontraba encarcelado y a quien se le atribuían más de cien homicidios.
Desde el inicio de 2015, se produjeron dos agresiones a periodistas cometidas por las fuerzas del orden y del ejército mientras los reporteros realizaban su trabajo. El 27 de marzo Fausto García fue agredido por miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) cuando intentaba filmar una maniobra de este organismo en Navarrete, provincia de Santiago. El 14 de enero el cámara Eduard González, de Telefuturo Canal 23, fue atacado por miembros del ejército dominicano cuando filmaba los incidentes frente a una oficina de la Comisión Electoral en Santo Domingo. El punto en común de estas agresiones: impedir una cobertura periodística considerada molesta.
Los periodistas Juan Bolívar Díaz, (actual embajador de República Dominicana en España) Huchi Lora, Amelia Deschamps y Roberto Cavada denunciaron el 2 de febrero de 2015 que existía una “campaña de odio” contra ellos por haber expresado su apoyo a los haitianos que residen en el país. Los periodistas presentaron una denuncia por las amenazas y humillaciones públicas que padecieron en los meses de enero y febrero, que según ellos, fueron organizadas por miembros del Movimiento Patriótico Independiente.
Días después, el periodista Salvador Holguín denunció que había recibido amenazas de muerte y que existía una campaña en las redes sociales para desacreditarlo. Estas presiones comenzaron después de que difundió por televisión una entrevista que había realizado al ex narcotraficante y ex capitán del ejército Quirino Paulino Castillo, quien afirmó que había prestado 200 millones de pesos al expresidente Leonel Fernández y actual presidente del partido Fuerza del Pueblo.
Por su parte, el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) reveló en abril que el canal TeleRadioAmerica Canal 45 había prohibido al periodista difundir la grabación de esta entrevista en su programa (según Holguín, por órdenes directas de personas cercanas a Fernández). No era la primera vez que los allegados a Leonel atacaban así a un medio de comunicación.
En 2010 las autoridades ordenaron el cierre del canal privado Canal 53-Cibao TV Club después de que el presentador de un programa hiciera críticas Leonel. Casualmente, hace unos días, el expresidente dominicano compartió un acto en el que, precisamente, se ponderaba la libertad de prensa. Así es Leonel.
Abinader refuerza las libertades
En agosto de 2020 cambiaron muchas cosas en República Dominicana. Se pasó del régimen clientelar y corrupto del PLD a un gobierno que respeta los derechos y las libertades reconocidas en la Constitución.
Diferentes informes internacionales ya han ponderado ese cambio implementado por Luis Abinader. Tras la situación que vivían los periodistas durante los gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina, el actual presidente dominicano ha logrado que, según el Índice de Chapultepec, el país caribeño se sitúe entre los cinco primeros de toda Latinoamérica en el respeto de las libertades de expresión y prensa.
Según Reporteros sin Fronteras, la libertad de prensa y de expresión son reales y están garantizadas por la Constitución. Estos últimos años han sido testigos de un descenso de las agresiones verbales y físicas contra los periodistas. La situación que ha creado el gobierno de Luis Abinader ha derivado en que el papel de los medios de comunicación se consolide y gane fuerza. El sector es diverso y dinámico, y los periodistas regularmente revelan escándalos que involucran a figuras que están o estuvieron en el poder, o en su entorno. La población tiene acceso a todos los medios de comunicación. Los principales periódicos tienen versiones impresas y digitales, mientras que la televisión y la radio transmiten programas diarios de noticias. Internet ha crecido hasta hacerse masivo, impulsando el alcance de los medios grandes y el nacimiento de medios más pequeños.
Por otro lado, los medios de comunicación son menos utilizados para realizar campañas de desinformación. Por eso, los populistas se ven obligados a utilizar las redes sociales para ello.
Recientemente, el Tribunal Constitucional de República Dominicana ha declarado inconstitucional sancionar a los directores o propietarios de los medios de comunicación que autoricen la publicación de información redactada por un tercero (periodista o columnista).
Las reformas de Abinader en este sentido también son importantes para garantizar estas libertades. En el Congreso Nacional se han presentado varios proyectos de ley destinados a despenalizar los delitos de prensa. El gobierno, además, ha creado una comisión de periodistas y abogados para estudiar las enmiendas a la Ley 6132 de expresión y difusión de pensamiento, que data de principios de los años 60.
Reporteros sin Fronteras también pondera que, a diferencia de lo que ocurría con anteriores gobiernos, los periodistas trabajan en condiciones de seguridad satisfactorias. No obstante, el temor a ser objeto de escuchas por parte de ciertas grandes empresas se comparte ampliamente en el seno de la profesión. Los periodistas víctimas de amenazas directas han recibido protección estatal.
Estos logros de Luis Abinader le posicionan internacionalmente como un líder defensor de los valores de la democracia. Esto no habría sido posible sin una estrategia de comunicación internacional inteligente, eficiente y eficaz que está logrando que los éxitos del presidente dominicano traspasen fronteras y lleguen a todos los lugares del planeta. Esto, evidentemente, es un beneficio para toda la República Dominicana y su pueblo