Las políticas que Luis Abinader lleva implementando en República Dominicana están generando beneficios para la ciudadanía, por más que Leonel Fernández y su populismo de corte «trumpista» pretendan hacer ver al pueblo lo contrario. Lo que se diga en Twitter, Instagram o Youtube en unas pocas palabras muy bien seleccionadas o con vídeos perfectamente editados no reflejan jamás la efectividad de las medidas de Abinader y, sobre todo, cómo está construyendo el futuro para un pueblo que ha sobrevivido durante 16 años al desgobierno más absoluto.
No son los datos que pueda ofrecer el Banco Central de la República Dominicana o el Ministerio de Economía, que podrían ser contraargumentados por el populismo de la oposición. Es el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que está avalando con cifras cómo Luis Abinader está llevando al país a ser la vanguardia del crecimiento de toda Latinoamérica. Los datos del FMI, además, confirman que República Dominicana, en medio de un escenario de incertidumbre y crisis global, tiene unas previsiones de crecimiento muy por encima de países como Estados Unidos, Canadá, Brasil, España, Reino Unido, Alemania, Francia o China.
En concreto, respecto a las nuevas previsiones del FMI hechas públicas este mes de octubre, las políticas de Luis Abinader han llevado un crecimiento para 2022 de 5,3% y para 2023 del 4,5%. Si ponemos estas cifras en el contexto de Latinoamérica, República Dominicana casi cuadruplica las previsiones para la región dadas por el Fondo, que son del 1,7% para el año que viene.
Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, afirmó que «lo peor está por venir» en América Latina, por su fuerte dependencia de China y muchos países de la región están en serio peligro de caer en recesión. Sin embargo, Luis Abinader ha logrado implementar unas medidas de fortalecimiento de la economía dominicana que han conseguido colocar un muro frente a las incertidumbres provocadas tanto por la pandemia como por la guerra de Ucrania.
El propio FMI reconoció que en 2021 la economía de República Dominicana bajo el gobierno de Luis Abinader continuó demostrando una notable resiliencia a los shocks globales, gracias a políticas sólidas, el apoyo de la política monetaria, una campaña ágil de vacunación contra la COVID-19 y una reapertura ordenada que permitió sacar el máximo provecho económico de la recuperación mundial. Esas medidas están teniendo su impacto positivo en el escenario de crisis actual.
«Cabe esperar que el crecimiento del PIB converja hacia su tasa potencial y la inflación vuelva a situarse en el rango definido al disminuir el impacto de los shocks globales en un contexto de estabilidad financiera y de una fuerte posición externa. En cuanto a los riesgos, la guerra en Ucrania puede tener un efecto mayor que el esperado sobre el crecimiento mundial y la inflación. La pandemia, pese a estar controlada en República Dominicana, podría debilitar el crecimiento en otras regiones. Y el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos posiblemente incida más de lo esperado en los flujos de capital», señaló el FMI.
Ante esta situación, el gobierno de Abinader ha respondido para luchar contra la inflación importada con medidas temporales y efectivas en favor de la ciudadanía. Todo ello, según el FMI, sin abandonar la disciplina fiscal, para lo cual el gobierno de Abinader recurrió a un uso responsable, equitativo y justo del gasto y, sobre todo, se han reducido los riesgos de financiación exterior gracias una gestión proactiva de la deuda heredada de los gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina.
Abinader llegó al gobierno con un crecimiento económico negativo del -6,7%. En su primer año como presidente lo elevó al 12,3%, en su segundo año, en medio de la situación actual, ha mantenido a República Dominicana en la vanguardia del crecimiento mundial y las previsiones del FMI para los próximos años señalan que cuando llegue 2024, la economía del país caribeño tendrá una tasa de crecimiento del 5%. Las palabras, los vídeos y los tuits no sirven cuando los hechos son tan evidentes. Como dijo Henrik J. Ibsen, «no se graban tanto mil palabras como un solo hecho». Abinader ha implementado en República Dominicana la política de los hechos y, ante esto, no hace falta decir nada más.