El presidente Luis Abinader una vez más deja evidenciado que sus decisiones siempre van apegadas a lo que es conveniente para el pueblo dominicano. Lo demuestra con la acción democrática de recurrir a diálogos con los partidos de oposición, para llegar a un consenso con relación a la modificación constitucional, que tiene como único fin, lograr transformar la República Dominicana, en un país donde exista una cultura de Estado más fuerte, eficiente, democrática, ética y transparente.
El progreso de los pueblos se logra cuando sus gobiernos se apegan a realizar una administración moral que tiene como base fundamental la diafanidad en absolutamente todo el sentido de la palabra. Cuando en su constitución las leyes establecidas blindan los derechos humanos, el porvenir del colectivo, en vez del beneficio individual y entre otras cosas, preservar el respeto a las leyes. Sancionar a quien de una u otra manera no cumpla con lo establecido, sin importar la posición política, económica o social del ciudadano. Razones por las que Abinader propone modificar la constitución.
Para hacer cumplir los estatutos de la estructura de un país se necesita de un organismo que de manera independiente investigue y sancione los actos de corrupción e inapropiados, no solo de una parte de la nación, sino también de cada ciudadano que ocupe un puesto del Estado, inclusive, a los propios expresidentes del país, de ser necesario.
“No hay persuasión más eficaz que la TRANSPARENCIA de un solo corazón, de una vida sincera”
Para que haya limpidez, la asignación del procurador o procuradora no se puede hacer por amiguismo político, porque es difícil que, entre amigos y favores, se juzgue de manera objetiva. Es justa y necesaria, la modificación de la constitución dominicana, porque todo va en pro de una sociedad que ansia protección.
La población dominicana anhela por disfrutar de un mejor país justo, democrático y responsable, y es por lo que Abinader está trabajando. Una nación que avance en materia de salud, de seguridad ciudadana, de igualdad real, transformación, sostenibilidad, economía… y sobre todo de justicia social y valores humanos en general, de la que el pueblo fue huérfano en los 16 años anteriores al gobierno de Luis Abinader.
En favor de estos logros se trabaja en la actualidad y se pretende que siga en otros gobiernos, pero para poder hacer que esto ocurra se necesita introducir nuevos parámetros en la Ley fundamental del Estado. ¿Por qué la oposición se opone a una transformación de la constitución que solo aportará bienestar al pueblo dominicano? si es lo que cualquier político ético en democracia y entregado a su sociedad preferiría.
Se dice que la toma de decisiones se hace desde la experiencia y por tal razón creemos que todo va a suceder en base a nuestro conocimiento y no siempre es así, ayuda mucho la conciencia, la moral y la razón sin miedo. Porque cuando se tiene objetivos y prioridades diferentes, como las tiene el presidente Abinader, la intención de la acción no es la misma, a cuando se tiene como finalidad el bien individual con objetivos espurios.
El mandatario dominicano apuesta a una modificación democrática, en donde se imponga la conciencia y no otro medio inapropiado, que solo puede ser permitido en donde no imperen los valores éticos, la conciencia social colectiva, la verdad y la igualdad real, junto a la justicia.
“No hay persuasión más eficaz que la TRANSPARENCIA de un solo corazón, de una vida sincera” (J.Barber)