El PSRM-PSOE puede acabar suicidándose en las próximas elecciones como consecuencia de la política nacional hídrica dictaminada desde el Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Al menos es lo que opinan militantes murcianos enfadados con las directrices emanadas del Ministerio de Transición Ecológica y que ponen en el punto de mira al Trasvase Tajo-Segura, máxime tras decretarse un llamado “trasvase O” que ha enervado al poderoso lobby del agua regional y limítrofe, ayudado por el Partido Popular, esperanzado en buscar un arma arrojadiza que pueda erosionar las esperanzas socialistas de recobrar el poder murciano después de más de 20 años ocupando la bancada opositora.
La enfadada militancia socialista no termina de salir de su asombro de las decisiones madrileñas y que afectan notablemente a todo el argumentario y esfuerzo orquestado por el candidato a la Presidencia autonómica y vigente Delegado del Gobierno, Diego Conesa, quien al poco de comenzar su mandato orgánico desplegó un amplio arsenal de actos dedicados a lanzar mensajes positivos de tranquilidad a los regantes murcianos y de paso, acallar la dura oposición emanada desde las filas del PP con su Presidente a la cabeza, Fernando López Miras.
La mala racha comenzó con las declaraciones del responsable federal de Medio Ambiente, Hugo Morán, prácticamente ratificadas fechas después por otros mandatarios nacionales, de promulgar la llamada Ley de Cambio Climático que supone la práctica eliminación de los trasvases en su actual concepción, como consecuencia de la necesidad de adoptar decisiones de tipo climático y no políticas, hecho que puso en pie de guerra a los dirigentes del todopoderoso Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.
Después, han tenido lugar manifestaciones tildadas de desmentidos de una u otra manera desde Murcia o Madrid, pero que no terminan de convencer a los agricultores murcianos, levantinos y almerienses, que son los beneficiarios del Trasvase Tajo-Segura.
Ahora, esta misma semana, la tensión ha subido al decretarse un trasvase “cero” para el mes de Noviembre y que puede durar dos meses hasta la conclusión de las obras de reparación del canal que porta el elemento hídrico. Las explicaciones emanadas desde la Confederación Hidrográfica no terminan de convencer y el hacha de guerra ha vuelto a aparecer, siempre con el respaldo del PP. Muchos enemigos juntos para hacer frente a un largo rosario de contradicciones que ponen en tela de juicio la comunicación entre Madrid y Murcia.
En definitiva, un panorama poco alentador que es defendido por los socialistas con el hecho de que en estas fechas no hace falta agua por las lluvias caídas y que las reparaciones hay que hacerlas ahora para evitar males mayores y, en última instancia, siempre una vez pasados las próximas citas electorales, abonando la posibilidad de que los nuevos gestores políticos que salgan de las urnas, procedan de una vez por todas en aclarar la gestión de los regadíos. Sin duda, un verdadero test.