La Asociación Española de Profesionales del Autismo (AETAPI) ha mostrado su “más absoluto rechazo” contra aquellos que promueven el consumo de clorito de sodio como remedio para curar este trastorno neurobiológico. La organización exige a las autoridades y administraciones competentes que hagan lo posible para prohibir conferencias y charlas de supuestos profesionales del autismo “debido al grave perjuicio” que supone para los afectados y sus familias.
La organización asegura que ante la proliferación de publicidad sobre el clorito de sodio es preciso recordar que el autismo “es un trastorno de base neurobiológica que, a día de hoy, no tiene cura”. Además, las terapias que realmente funcionan son de carácter psicoeducativo, orientadas a potenciar puntos fuertes y a proporcionar apoyos que favorezcan el desarrollo personal, la inclusión social y la calidad de vida de los pacientes y de sus familias. Por ello, la intervención dirigida a las personas afectadas por este trastorno debe estar siempre basada en la “evidencia y conjugar el conocimiento científico con la experiencia y el consenso profesional”.
Teniendo en cuenta estos argumentos, Autismo España y AETAPI denuncian que seminarios, jornadas y conferencias como las que anuncian los beneficios del clorito de sodio solo contribuyen a generar “falsas expectativas en las familias frente a los resultados de los tratamientos existentes, haciéndoles vulnerables a situaciones de potencial abuso”. En este sentido, “no podemos apoyar el uso del clorito de sodio para fines terapéuticos, ni de ninguna otra sustancia o tratamiento similar que base su promoción en atractivas promesas de curación, recuperación o mejora inmediata de las manifestaciones del autismo”.
Los representantes de la asociación piden a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que declare el clorito de sodio como “medicamento ilegal” y ordene su retirada del mercado. Esta alerta se ha producido también en otros países, en los que se han documentado casos con efectos adversos significativos que han puesto en riesgo la salud y la vida de varias personas. Y es que, como señala la AEMPS, el clorito, cuando se consume siguiendo las instrucciones dadas por sus defensores, produce efectos adversos que pueden ser graves. En solución acuosa y cuando se administra en las condiciones indicadas, se transforma en ácido cloroso que se degrada a dióxido de cloro. Todas estas sustancias tienen una acción oxidante fuerte, y su consumo directo en tales condiciones puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y metahemoglobinemia.
El Instituto de Investigación de Enfermedades Raras, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, también emitió en 2016, a petición de AETAPI, un informe sobre el clorito de sodio que de nuevo rechaza su uso para el tratamiento de personas con autismo. Este estudio resalta que el supuesto uso terapéutico del MMS (Miracle Mineral Solution, una mezcla de clorito de sodio y ácido cítrico a partes iguales) se justifica en que sus defensores consideran el autismo una “parasitosis intestinal” por lo que, acabando con estos parásitos, mejorarían las capacidades personales. Pero todos estos supuestos casos de “curación”, según indica el informe, se basan “en meros testimonios y observaciones, careciendo de evidencia científica que demuestre la seguridad y eficacia de este compuesto”.
Por todo ello, desde Autismo España y AETAPI “insistimos en la necesidad de no promover ni divulgar supuestas terapias que prometan la mejora o curación del autismo y que, como estas, puedan poner en grave riesgo la salud de las personas con este trastorno”. Este tipo de prácticas son claramente fraudulentas y solo contribuyen a generar desconcierto sobre los tratamientos avalados por la evidencia y a empañar la labor de los profesionales cualificados que trabajan cada día para mejorar la calidad de vida de las personas con autismo.
En 2018 el Defensor del Pueblo tramitó una queja abierta ante la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios por la publicidad y comercialización de este producto, el clorito de sodio, para su uso por pacientes con trastornos del espectro autista con fines supuestamente curativos.