Es recurrente el tema de la limpieza en Roquetas de Mar. Tanto Izquierda Unida como el PSOE han denunciado con reiteración y pruebas contundentes (ver imagen del artículo) la dejadez del alcalde Gabriel Amat con el saneamiento o el mantenimiento municipal. En esta ocasión ha tenido que ser una sentencia judicial la que ponga la maquinaria del PP en el poder a trabajar y limpiar. Así lo ha manifestado Manolo García (¡qué paciencia la suya!) “es inadmisible que estos espacios públicos se dejen deteriorar hasta un extremo que dificulta su uso por parte de los ciudadanos tras largos años de nula atención”.
Las ramblas de Las Hortichuelas y San Antonio han sido las primeras en ser atendidas y limpiadas por el ayuntamiento roquetero, pero son muchos los años de dejadez y de acumulación de porquería. Un verdadero estercolero el que estaba haciendo de Roquetas Amat. Desde el PSOE han adjuntado al gobierno municipal una sentencia del Tribunal Supremo donde deja clara la competencia municipal para la limpieza de este tipo de superficies, aunque no es que las calles estén que brillan, García les ha dicho: “Ya no valen las habituales excusas del PP para culpar a la Junta del mantenimiento de las ramblas, el Supremo deja claro que en las zonas urbanas son competencia municipal, así que en lugar de echar balones fuera y hacer ese discurso victimista que tanto le gusta, lo que el PP tiene que hacer es ponerse a trabajar”.
En este sentido, el portavoz socialista ha lamentado que se haya necesitado una sentencia para que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad, “algo que desde hace mucho tiempo le venimos diciendo desde la oposición y los propios vecinos del entorno”, ha comentado con respecto a las ramblas de Las Hortichuelas y San Antonio. Sin embargo, ha insistido, quedan otras muchas ramblas que mantener, caso de la del Cañuelo, “completamente abandonada desde que la Junta la acondicionó hace muchos años” o la rambla de La Culebra, entre otras. “Es vergonzoso que teniendo Roquetas un déficit de espacios públicos como el que tiene, los pocos que se han acondicionado para el uso de los vecinos presenten el estado de abandono y dejadez actual”, ha declarado García.
Todo lo que salga de lo urbanístico no le interesa a Amat. Bueno, y urbanístico ladrillero porque, a pesar de tener los impuestos muy altos, no arregla las calles que están levantadas o en mal estado. No se preocupa por Roquetas de Mar en realidad. Le da igual el Ayuntamiento en sí, sólo es un medio. Por eso, y por sus cuentas pendientes con la Justicia, no quiere más seguridad en Roquetas, o si hay una plaga de mosquitos prefiere que los vecinos compren “flus-flus”. Es tal su dejadez que habrá que dar la razón a Manolo García quien califica la actuación del alcalde como “mala fe”. Porque sólo se acuerda de la ciudadanía poco antes de las elecciones, lo que supone una “tomadura de pelo y una falta de respeto a los ciudadanos. Olvidarse de ellos tres años y acordarse el último, aprovechando que la memoria es frágil, es de tener muy pocos escrúpulos”.