El caso de la Residencia Asistida se ha denunciado hasta la extenuación por familiares y partidos de la oposición (PSOE e IU). Siempre se ha mantenido la sospecha de que quiere cerrarla para otros intereses que, hasta el momento, se desconocen pero sabiendo cómo es Gabriel Amat, raro, raro que no tenga que ver con ladrillazo o urbanismo. Los enfermos que allí residen poco o nada les interesan a los señores del PP y Ciudadanos de la Diputación de Almería. Han engañado a la Junta de Andalucía tanto como a los propios familiares. Iban a reformar y cierran alas. Iban a mejorar las instalaciones y lo que se produce es ir quitando internos cada vez. Habrá que ver si con la última de Amat y su escudero en esta situación, Ángel Escobar, la presidenta de la Junta de Andalucía está vigilante como prometió no hace mucho.
Los familiares de las personas que allí residen, que recordemos son personas que no pueden valerse por sí mismas plenamente, denuncian que Escobar y Amat están habilitando el ala de Poniente para dar cursos de formación. Según nos cuentan se están llevando lavadoras y utensilios de cocina para enseñar a hacer la colada y cocinar «supuestamente» a migrantes u otro tipo de personas que reciban cursos. Lo que provocará un malestar y un mayor hacinamiento de las personas que allí viven y para los trabajadores del centro. Como son migrantes o parados de larga duración y “también es obra social” (como les han dicho) pues los metemos con los “enfermitos” a ver si así los familiares se cansan y se los llevan han debido pensar en la Diputación. Ni Maquiavelo haría una cosa así, como está haciendo Ángel Escobar. Como son dependientes y muchos ni se van a quejar, pues les metemos unos cursos de formación en un ala que, en principio, no podía ser ocupada y por lo que se pidió reducir el número de personas ingresadas.
Eso sí, sobre la hacinación a la que se está obligando a los residentes por esta situación nada dirán. Como nos han comentado los lugares comunes ya es un sin vivir y los familiares ni se pueden apenas sentar cuando visitan a los residentes y casi están espalda con espalda. Algo que ocurre en la Unidad 10-12. Con toses de unos sobre otros prácticamente. Igual es que el señor Escobar nació en un mini-piso con 20 hermanos y para él eso es vida normal. Pero está claro que en la Residencia Asistida es infravida. Y claro Levante se cerrará cuanto antes para unas obras que, visto lo visto, nunca llegarán. Y eso que es la mejor unidad al tener más luz y no necesitar salir a la calle para acudir a las visitas de fisioterapia. Porque las verdaderas intenciones de todo esto es cerrar la Residencia.
El vicepresidente de la Diputación se comprometió a darles un informe de las obras a los familiares el 13 de febrero y hasta la fecha no se supo más. No les interesan las personas desvalidas. Bueno, no les interesan las personas directamente. Porque tampoco se entiende los problemas de seguridad en Roquetas de Mar o en todo el Poniente almeriense. Ni la falta de agua en muchas partes de la región, con la importancia que ello tiene. Ni les importa que haya tren, ni nada que no sea lo urbanístico. Han mentido una vez más a los familiares y lo peor no es eso, sino que los residentes, los verdaderos perjudicados de todo esto, son los que sufren el día a día mientras Amat y Escobar se comen una gambas rojas.